Los tres errores más comunes al contar cuentos a nuestros hijos

Narrar historias es una tradición que trasciende generaciones, pero en este acto a veces cometemos errores que pueden afectar la experiencia narrativa
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La lectura de cuentos es una actividad esencial en el desarrollo infantil, pero a veces, sin saberlo, cometemos errores que pueden afectar a su experiencia

Descubrimos de la mano de María Vega, logopeda, los tres errores comunes al leer cuentos y las estrategias para evitarlos, contribuyendo así a un encuentro más enriquecedor y educativo:

Error 1: Monotonía en la voz

Muchas veces, al leer un cuento, caemos en la trampa de la monotonía. La falta de entonación y variedad en la voz puede hacer que la historia pierda su encanto y dificultar la conexión del niño con el contenido.

Es esencial involucrarse emocionalmente, usar expresiones faciales y gestos para captar la atención, haciendo que la narración sea una experiencia viva y cautivadora.

Solución: Varía tu tono de voz según los personajes y las situaciones. Utiliza pausas y cambios en el ritmo para mantener el interés. ¡Haz que la lectura cobre vida!

Error 2: Ignorar las interrupciones

Algunas veces, leemos el cuento como una tarea más que como una oportunidad de interactuar. Ignorar las preguntas o comentarios del niño puede restarle valor a la experiencia de lectura compartida.

Hacer preguntas estratégicas durante la historia no solo mantiene su interés, sino que también estimula el pensamiento crítico y la imaginación. Invitar a los niños a reflexionar sobre la trama o a prever qué sucederá a continuación les otorga un papel activo en la experiencia narrativa.

Solución: Anima la participación activa. Haz preguntas durante la lectura, fomenta que el niño haga predicciones sobre la historia y discutan juntos los detalles. Esta interacción no solo refuerza la comprensión, sino que también fortalece el vínculo emocional.

Error 3: No personalizar la experiencia 

Es común leer los cuentos de manera estándar, sin considerar la edad, intereses o experiencias del niño. Esto puede limitar la conexión emocional y la comprensión del contenido.

Solución: Personaliza la experiencia de lectura. Selecciona libros apropiados para la edad y los intereses del niño. Relaciona la historia con experiencias personales para hacerla más significativa. Adaptar la lectura a la audiencia hace que el cuento sea más relevante y memorable.

También es importante diversificar los géneros y temas para ampliar el horizonte de los niños. Ignorar la riqueza de la literatura infantil puede limitar su comprensión del mundo y restringir su imaginación. Desde cuentos de hadas hasta relatos de ciencia ficción, explorar diferentes géneros contribuye al desarrollo integral.

En resumen, leer cuentos con niños o alumnos es más que simplemente narrar palabras impresas en una página. Es una oportunidad para fomentar el amor por la lectura, desarrollar habilidades cognitivas y fortalecer vínculos afectivos.

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