En una de sus últimas publicaciones en las redes sociales, Álvaro Bilbao comparte cuáles son las tres estrategias que mejor funcionan para lograr que los niños y niñas se abran emocionalmente y compartan sus problemas. Esto no es fácil de conseguir, y se va complicando todavía más a medida que crecen y van llegando a la adolescencia, donde los factores sociales y hormonales multiplican su impacto en la comunicación entre padres/madres e hijos/hijas.
Dice Álvaro Bilbao que los niños, en ocasiones, no pueden compartir sus problemas. Las causas, según el neuropsicólogo, son variadas. “Sienten vergüenza, no sienten la confianza suficiente para abrirse a un adulto o simplemente están abrumados por sus problemas”, apunta.
Para ponerle remedio a estas circunstancias que limitan el vínculo con los hijos o hijas, y conseguir que estos adquieran la confianza necesaria para comunicarse con sinceridad con sus progenitores, Álvaro Bilbao señala hasta tres estrategias distintas, compatibles entre ellas, que resultan eficaces.
Las tres estrategias de Álvaro Bilbao
Estas son las tres estrategias para conseguir que un niño o niña cuente sus problemas que, según Álvaro Bilbao, “ayudan a muchos padres”:
Dale libertad:
“Pocas cosas ayudan tanto a un niño a abrirse como saber que sus padres le dan espacio y confían en él”, dice el neuropsicólogo.
Su consejo es que dejemos la puerta abierta a la comunicación, pero que no lo impongamos, que sea nuestro hijo o hija quien escoja el momento. Para ello, propone decirles algo parecido a este mensaje: “noto que te ocurre algo y me gustaría ayudarte pero entiendo que puedes necesitar tu tiempo”.

Ponerle un ejemplo
Los niños y niñas, como los adultos, necesitan referencias para entender mejor lo que les está ocurriendo y lo que ocurre también a su alrededor. La ficción, ya sean los cuentos, el teatro o las películas, ayudan mucho, pero nada como poner ejemplos en primera persona; que vean que sus padres también pasaron por situaciones similares.
Por eso, Álvaro Bilbao recomienda contarles cómo nos sentimos nosotros en alguna situación similar. “Si sospechas de dónde vienen los problemas, háblale de tí. Siempre es más sencillo conectar con una persona que ha pasado por problemas similares que con un padre o madre que nos puede juzgar o parece saber todas las respuestas”, indica Álvaro Bilbao.
Salid a dar un paseo
La tercera estrategia o hábito comunicativo para conseguir que un niño o niña comparta sus problemas puede que te sorprenda. Álvaro Bilbao recomienda algo tan sencillo como salir a dar un paseo con ellos y ellas.
“Para los niños es mucho más sencillo hablar de lo que nos pasa cuando caminamos lado a lado, estamos relajados y nos sentimos acompañados que cuando tenemos un adulto que nos mira de frente en una habitación cerrada”, explica el neuropsicólogo.

En este sentido, Álvaro Bilbao recomienda también la cocina, dibujar juntos o hacer un Lego o un puzzle, por ejemplo. “Cualquier cosa que le haga tener las manos ocupadas os permita sentaros lado a lado y conectar le ayudará mucho a abrirse contigo”, apostilla el especialista en el cerebro de los niños.