Si bien esta misma semana compartíamos una noticia sobre los alarmantes datos del Instituto Nacional de Estadísticas sobre el descenso de la natalidad en España, hoy os venimos a hablar de una familia que representa a ese minoría de valientes que preservan el título de familia numerosa en España, ¡y tan numerosa!
Lourdes Álvarez es madre de once hijos, y cuenta con una maestría envidiable para organizar y gestionar su hogar y la educación de su descendencia. Conocimientos que comparte en sus cuentas de Instagram y TikTok, en las que en las últimas semanas se ha vuelto a hacer viral un vídeo que subió hace ya un año, en el que cuenta cómo solucionan los problemas en una casa en la que viven dos adultos y nueve hijos (porque dos de ellos ya están independizados). Este contenido en cuestión acumula 648.000 visualizaciones y más de 10.300 reacciones.

En él, Lourdes narra cómo «en esta casa, de las cosas que más generan tensión es quién hace las cafeteras. Y diréis: ¡qué tontería!' Pues esto es todo los días...», para seguir explicando la forma en la que solucionan esta confrontación. «Los chicos en teoría bajan la basura y las chicas hacen las cafeteras y siempre hay rollos», continúa Lourdes, que avisa a cámara: «sabéis que os digo, que las voy a hacer yo, porque me da la gana».
En un alegato a la buena voluntad y a la flexibilidad, remarca que nadie le pide que las haga y que si toma esta iniciativa es «porque me da la gana». «Porque cuando empezamos a hacer las cosas por cariño y porque te mueve, entonces todo esto vuela. Nos olvidamos de porcentajes y de historias», añade ella antes de acabar el vídeo.
Distintos internautas han interactuado con este video de Lourdes con opiniones de todo tipo. Desde aquellos que alagan su gestión y entendimiento cuando "siendo nosotros sólo 4 en casa no logramos ponernos de acuerdo para nada", hasta los más haters, que tachan de irresponsable la decisión de tener una familia tan extensa "imposible de controlar"- apuntan.
El caso es que Loures entre guiso, tutoría y pelea, encuentra tiempo para compartir sus aventuras a través de sus redes sociales, acompañando a algunas familias, divirtiendo o entreteniendo a otras y haciendo algo, que también se lo merece, por y para ella misma.
Nosotros no nos atrevemos a juzgar tan atareada vida y sólo podemos quitarnos el sombrero ante su cúmulo de quehaceres y la buena gana con la que los afronta. ¡Aquí seguiremos para aprender de ella!