Cuatro recursos para ayudar a los niños a relajarse y cambiar el foco

Una pedagoga experta en neuropsicología comparte sus cuatro técnicas de relajación preferidas para cualquier edad, recursos muy interesantes para ayudar a los niños y niñas a que se calmen. 
Niña relajada

Ayudar a un niño o niña a que se calme o salga de un bucle que, como la gaseosa después de ser agitada o un volcán cuando entra en erupción, va a hacerle estallar si no revierte la situación, es una de las cosas más complicadas de la crianza. Y lo es porque, entre otras dificultades, no todos los peques son iguales ni a todos les ayudan las mismas cosas. Y no todos los recursos que usamos para intentar ayudarles funcionan siempre. Por eso, cuantos más conozcamos, mucho mejor.

En este sentido, nos ha parecido realmente interesante un post divulgativo de una pedagoga especialista en neuropsicología, Beatriz, @psicoeducanto.pt en Instagram, donde divulga sobre sus especialidades, en el que comparte las cuatro técnicas de relajación y distracción que más le gustan con independencia de la edad de la persona que las necesite o ponga en práctica. Son cuatro recursos muy sencillos de transmitir a los niños y niñas, también a los adolescentes, para que recurran a ellos cuando perciben que se están poniendo nerviosos.

Dice la propia pedagoga que recomienda estos recursos que son sus preferidos para ayudarles a cambiar el tercio y a calmarse “porque son aplicables a peques y grandes, y porque pueden hacerse en cualquier contexto y sin recursos”. Además, añade la experta en neuropsicología, son trucos que "sirven para relajarse, y para distraer a la mente de aquello que genera malestar (pensamientos intrusivos, bucles, obsesiones, ansiedad, miedo…)”.

Los cuatro recursos para ayudarles a encontrar la calma

A continuación, enumeramos los cuatro recursos recomendados por la pedagoga para ayudar a peques y mayores a que se relajen, se distraigan y puedan equilibrar su estado emocional antes de estallar. Cuatro técnicas de relajación que desarrollamos compartiendo las explicaciones que hace de cada una de ellas la especialista que las recomienda.

Niña relajada - StockPlanets

Respiración cuadrada:

Este primer recursos se denomina respiración cuadrada y consiste en cerrar los ojos e imaginar un cuadrado en nuestra mente, o en la del peque, si le estamos enseñando la técnica de relajación a un niño o niña.

En cada lado del cuadrado hay que parar cuatro segundos, que podemos contar con la mente, para dentro mientras cumplimos con la siguiente serie respiratoria en cada lado del cuadrado: exhalar 4 segundos, mantener la respiración 4 segundos, inhalar 4 segundos y mantener la respiración otros 4 segundos.

Los cinco sentidos

El segundo recurso para ayudar a los niños y niñas a relajarse lo denomina Beatriz “los cinco sentidos” porque consiste en concentrarnos tanto en los sentidos como en el entorno.

La pedagoga propone el siguiente juego, invitando a que no solo lo pensemos, sino que también lo hablemos en voz baja mientras nos concentramos en el reto: buscar 5 cosas que puedas ver, 4 cosas que puedas tocar, 3 cosas que puedas oír, 2 cosas que puedas oler y 1 cosa que puedas saborear.

Madre abrazando a su hijo

La mano

Este tercer recurso también puede ser muy útil con niños y niñas pequeños porque les ayudará a concentrarse en otra cosa y, probablemente, así consigan relajarse.

“Con el dedo índice de una mano, recorremos los dedos de la mano contraria, inhalando y exhalando lentamente haciendo coincidir el dedo que repasa los dedos de la mano contrario, junto a la respiración”, explica la pedagoga experta en neuropsicología.

Este proceso se repite con todos los dedos y se puede hacer también con la otra mano.

Cuenta atrás

El último de los cuatro recursos recomendados por la pedagoga es proponer una cuenta atrás numérica a nivel mental.

Para ello, explica, es tan sencillo como “partir de un número, dependiendo de la edad de la persona y su conocimiento numérico, como también de la intensidad de nerviosismo del momento, e iniciar una cuenta atrás internamente o en voz baja”. 

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