Cinco poemas cortos y preciosos para dedicar a los abuelos

Aprenderse un poema y recitárselo al abuelo o a la abuela es una original muestra de cariño que pueden realizar los pequeños de la casa. 
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Los abuelos son un apoyo imprescindible para los niños y para toda la familia. - Eva R. S.

El día 26 de julio se celebra el día de los abuelos pero siempre es buen momento para que tanto los niños como toda la familia les expresen su cariño y agradeciemiento. ¿Qué te parece la idea de que tu hijo o hija se aprenda un poema y después se lo dedique a los mayores de la familia? Podéis organizar un recital de poesía, grabárselo en un audio y enviarlo por teléfono, escribirlo en una tarjeta hecha por vosotros mismos... Para ayudaros en esta tarea, hemos seleccionado cinco preciosos poemas que tratan sobre el amor y la admiración que despiertan los más longevos de la familia

Un abuelo abraza feliz a sus nietos - Getty Images/iStockphoto

1.Mi abuela es un hada, Gloria Fuertes

Mi abuela Mariana,

tiene una cana,

cana canariera.

Mi abuela Mariana,

me cuenta los cuentos

siempre a su manera.

Yo la quiero mucho,

yo la quiero tanto...

Me ducha, me peina

y me lleva al campo

Me enseña canciones,

me ayuda a estudiar,

dice poesías,

solemos jugar.

Luego por la noche

mi abuela me vela,

un cuento me cuenta

y cuando me duermo,

me apaga la vela,

Mariana mi abuela.

Mi abuela Mariana,

de paja el sombrero,

el traje de pana,

mi abuela Mariana

no parece abuela,

me parece un hada.

2.Manos del abuelo, de Gervasio Melgar

¡Qué hermosas son tus manos, abuelito!

¡Qué hermosas son tus manos con arrugas!

Son manos que me cuentan una historia

de sudores y penas y dulzuras.

Han trabajado mucho y han sufrido.

Saben de la alegría y de la angustia.

Supieron dar el pan, plantar el árbol,

cultivar el rosal, dar la ternura.

Algún día lejano - dulce día -

tendré abuelo, las manos con arrugas.

Y la gente dirá: ¡Qué hermosas manos!

¡Cómo saben de glorias y de luchas!

Y un nietecito mío, puro, alegre

De alma empolvada con blancor de luna,

abuelo, me dirá - también mis manos

Serán alguna vez, como las tuyas-.

Siempre es buen momento para expresar cariño a la abuela o al abuelo. - Getty Images

3. Mi abuelo, Pablo Cassi

Cuando era niño

mi abuelo me regalaba

sus costumbres de labriego,

la paz musgosa del invierno

y un volantín para septiembre.

Me enseñó

a hallar sonrisas

entre la gente triste

a cantar con los queltehues

un himno a la madrugada;

a correr por los caminos sin huella,

y trepar los columpios

del sauce en el estero.

Mi abuelo me regalaba

solamente

cosas buenas.

4.El abuelo jugando, Ramón de Almagro

El niño mira al abuelo

Y lo invita a su jugar,

Dolorido está el abuelo

Pero acepta, sin chistar.

Cuando pasan los minutos,

El viejo siente al jugar,

Que ya no le duele tanto,

Lo que lo hacía penar.

Y entonces

Entonces son carcajadas

Las que se escuchan de a par,

De ese nieto y de ese abuelo,

Que disfrutan por igual.

5. En casa de mis abuelos, Marisa Alonso

En casa de mis abuelos

lo paso muy divertido

mi abuela me cuenta cuentos,

mi abuelo juega conmigo.

Voy con ellos de paseo

me llevan a todos lados

y me dan unas monedas

para que compre un helado.

Siempre ponen de comer

lo que saben que me gusta,

me besan, me dan abrazos,

los dos muy fuerte me achuchan.

Si también viene mi prima

nos lo pasamos muy bien,

mis abuelos son felices

por tenernos a la vez.

Cuando me voy de su casa

los dos me comen a besos

y yo les he prometido

que el domingo vuelvo a verlos.

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