El día 26 de julio se celebra el día de los abuelos pero siempre es buen momento para que tanto los niños como toda la familia les expresen su cariño y agradeciemiento. ¿Qué te parece la idea de que tu hijo o hija se aprenda un poema y después se lo dedique a los mayores de la familia? Podéis organizar un recital de poesía, grabárselo en un audio y enviarlo por teléfono, escribirlo en una tarjeta hecha por vosotros mismos... Para ayudaros en esta tarea, hemos seleccionado cinco preciosos poemas que tratan sobre el amor y la admiración que despiertan los más longevos de la familia.

1.Mi abuela es un hada, Gloria Fuertes
Mi abuela Mariana,
tiene una cana,
cana canariera.
Mi abuela Mariana,
me cuenta los cuentos
siempre a su manera.
Yo la quiero mucho,
yo la quiero tanto...
Me ducha, me peina
y me lleva al campo
Me enseña canciones,
me ayuda a estudiar,
dice poesías,
solemos jugar.
Luego por la noche
mi abuela me vela,
un cuento me cuenta
y cuando me duermo,
me apaga la vela,
Mariana mi abuela.
Mi abuela Mariana,
de paja el sombrero,
el traje de pana,
mi abuela Mariana
no parece abuela,
me parece un hada.
2.Manos del abuelo, de Gervasio Melgar
¡Qué hermosas son tus manos, abuelito!
¡Qué hermosas son tus manos con arrugas!
Son manos que me cuentan una historia
de sudores y penas y dulzuras.
Han trabajado mucho y han sufrido.
Saben de la alegría y de la angustia.
Supieron dar el pan, plantar el árbol,
cultivar el rosal, dar la ternura.
Algún día lejano - dulce día -
tendré abuelo, las manos con arrugas.
Y la gente dirá: ¡Qué hermosas manos!
¡Cómo saben de glorias y de luchas!
Y un nietecito mío, puro, alegre
De alma empolvada con blancor de luna,
abuelo, me dirá - también mis manos
Serán alguna vez, como las tuyas-.

3. Mi abuelo, Pablo Cassi
Cuando era niño
mi abuelo me regalaba
sus costumbres de labriego,
la paz musgosa del invierno
y un volantín para septiembre.
Me enseñó
a hallar sonrisas
entre la gente triste
a cantar con los queltehues
un himno a la madrugada;
a correr por los caminos sin huella,
y trepar los columpios
del sauce en el estero.
Mi abuelo me regalaba
solamente
cosas buenas.
4.El abuelo jugando, Ramón de Almagro
El niño mira al abuelo
Y lo invita a su jugar,
Dolorido está el abuelo
Pero acepta, sin chistar.
Cuando pasan los minutos,
El viejo siente al jugar,
Que ya no le duele tanto,
Lo que lo hacía penar.
Y entonces
Entonces son carcajadas
Las que se escuchan de a par,
De ese nieto y de ese abuelo,
Que disfrutan por igual.
5. En casa de mis abuelos, Marisa Alonso
En casa de mis abuelos
lo paso muy divertido
mi abuela me cuenta cuentos,
mi abuelo juega conmigo.
Voy con ellos de paseo
me llevan a todos lados
y me dan unas monedas
para que compre un helado.
Siempre ponen de comer
lo que saben que me gusta,
me besan, me dan abrazos,
los dos muy fuerte me achuchan.
Si también viene mi prima
nos lo pasamos muy bien,
mis abuelos son felices
por tenernos a la vez.
Cuando me voy de su casa
los dos me comen a besos
y yo les he prometido
que el domingo vuelvo a verlos.
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