Es cierto que existen muchos factores que contribuyen a que nuestros hijos se concentren mejor o peor en el cole y, por supuesto, uno de ellos es la dieta. Cuando nos preguntamos qué relación existe entre la alimentación y el rendimiento escolar de los niños la respuesta es clara e inmediata: el cerebro.

¿Cómo alimentar el cerebro del niño?
El cerebro es parte de nuestro cuerpo y, obviamente, también necesita ser alimentado para funcionar perfectamente. Se calcula que este órgano necesita entre el 20 y el 30% de toda la energía que consumimos diariamente, por algo es el “punto neurálgico” de nuestro organismo.
Además, el cerebro de los pequeños está en pleno desarrollo y, precisamente por esto, el suministro de energía debe ser aún más evidente. Pero ¿vale cualquier alimento y a cualquier hora? No.
Lo más importante es tener una dieta variada y equilibrada que aporte todos los nutrientes necesarios para que el cerebro funcione al 100%. Esto se traduce en que hay que comer de todo y hacer varias comidas al día para que el suministro de energía se realice de forma continua y estable a lo largo del día.
Una vez dicho esto, hay algunos alimentos que aportan un extra de energía a nuestros cuerpos y cerebros, ¿cuáles son?
Alimentos que aportan energía a un niño
Almendras
Son los frutos del almendro. Posee una película de color canela que la envuelve, además de una cáscara exterior que no es comestible. Este alimento tiene gran cantidad de fibra y ácidos grasos monoinsaturados como los Omegas 3 y 6 que ayudan a que la mente esté despierta y en pleno rendimiento. Además contiene vitaminas B 1, 2, 3, 5, 6 y 9. Tiene una importante cantidad de vitamina E y aporta minerales esenciales como zinc, hierro, calcio, magnesio, fósforo y potasio.
Todo esto hace de este fruto seco un fabuloso snack de media mañana que, en conjunto con una pieza de fruta, ayudarán a nuestros hijos a mantener la energía durante todo el día. Sin embargo, es bastante calórico por lo que si tenemos problemas de sobrepeso deberemos controlar su ingesta.
Plátano
Su nombre científico es musa paradisiaca pero, además de tener una nomenclatura científica preciosa, ¿por qué es tan bueno como aporte de energía? Pues porque esta fruta es una fuente de hidratos de carbono, azúcares y fibra sin casi aporte de proteínas ni grasas.
Además tiene un alto contenido en fósforo, lo que es fundamental para la energía del cuerpo humano. La principal función de este mineral es la formación de huesos y dientes pero también es necesario para la división y reproducción celular, para la transmisión de impulsos nerviosos y para producir una molécula llamada ATP (trifosfato de adenosina) que es la que el cuerpo utiliza para almacenar energía. Por otro lado, su presencia es fundamental para estimular las contracciones musculares, incluidas las de un músculo vital en nuestro cuerpo: el corazón; estas contracciones son básicas para poder realizar deporte o mantener una actividad constante durante todo el día.
Cacao
El cacao contiene micronutrientes importantes tanto para asegurar un buen rendimiento físico como intelectual. Aporta calcio y fósforo que, como ya hemos visto, contribuyen a un crecimiento y desarrollo normal de los huesos de los peques y también a la transmisión de impulsos y para almacenar la energía.
Además, contiene muchas sustancias con efecto estimulante como, por ejemplo, la teobromina que produce un aumento del nivel de serotonina y dopamina, fundamentales para nuestro cerebro. Un producto perfecto para ese aporte extra de energía que nuestros hijos pueden necesitar en su día a día.
El cacao en polvo es, además, un alimento que tomado en el desayuno no solo aporta un extra de sabor -y energía- sino que favorece que los niños coman cereales no azucarados ya que el sabor dulce del mismo "disimula" sabores más complicados de asimilar para el paladar de los pequeños. Un signo claro para asegurarnos de que el cacao es natural y no ha sufrido procesos químicos es el hecho de que, al mezclarlo con la leche, se hagan deliciosos grumitos.
Lentejas
Este alimento tiene una alta concentración de nutrientes, entre ellos los más abundantes son los hidratos de carbono básicos para la energía diaria del cuerpo humano. Contiene proteínas, fibra y vitaminas como la B1, B3 y B6. Además contiene zinc y selencio pero principalmente hierro. Este último mineral es básico para nuestro organismo ya que participa en la producción de elementos de la sangre como la hemoglobina pero, para el tema de la energía, es fundamental ya que interviene en el transporte de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre, importante siempre pero importantísimo cuando vamos a realizar actividad extra.
Así que ya sabemos: un buen desayuno con plátano y cacao, un snack de media mañana con almendras o una comida con un guiso de lentejas conseguirán que nuestros hijos mantengan su energía durante todo el día.