Qué hacer si tu hijo no quiere ir a la guardería, según un psicólogo infantil

Luciano Montero, doctor en psicología y autor del libro ‘La aventura de crecer’, explica qué podemos hacer si nuestro hijo o hija no quiere ir a la escuela infantil o al colegio.
Niños y niñas de una escuela infantil
Niños y niñas de una escuela infantil (foto: R.G.) - Niños y niñas de una escuela infantil (foto: R.G.)

Luciano Montero, doctor en psicología y autor del libro ‘La aventura de crecer’, explica qué podemos hacer si nuestro hijo o hija no quiere ir a la escuela infantil o al colegio. Lo hace a respuesta de una consulta de Rebeca, lectora de Ser Padres.

Esta es la consulta de Rebeca, lectora de Ser Padres, para el doctor Luciano Montero:

“Mi hijo, de 16 meses, se integró muy bien en la guardería, pero estuvo una semana malito en casa y ya no quiere volver”.

El psicólogo Luciano Montero, responde a la lectora de Ser Padres analizando por qué se puede producir este rechazo a la escuela infantil de los niños y niñas pequeños y qué podemos hacer ante una situación así como padres o madres.

Un bebé muy despierto
Un bebé muy despierto (foto: R.G.)

"Hay que asumir que estas crisis están a la orden del día"

En la vida de los niños se producen cambios que, querámoslo o no, suponen crisis que tienen que superar con esfuerzo. A veces lo hacen con aparente facilidad y cuando creemos que el asunto está superado… ¡zas! nos encontramos con un retroceso.

Es el caso de esos niños que se adaptan al orinal rápido y bien, y cuando creemos que la cosa está encarrilada, vuelven a hacerse pis encima. Algo parecido sucede, a veces, con la entrada en la guardería. El niño o la niña no da ni una queja, nos creemos que se encuentra allí como en casa, y de pronto basta una circunstancia como unas vacaciones, una enfermedad o el nacimiento de un hermanito para que la crisis estalle con efecto retardado. Pero no hay que asustarse.

Lo primero es asumir que estas crisis están a la orden del día, son algo con lo que hay que contar. Lo segundo es que transmitamos claramente al niño que en el tema de la guardería no hay marcha atrás: hay que ir y hay que ir. Otra cosa es que accedamos, si lo vemos conveniente, a conceder una "prórroga" de uno o dos días, pero teniendo claro que es eso, solo una prórroga.

"Ante retrocesos como este no hay que alarmarse. Son cosas normales y de nuestra actitud, firme y tranquila, depende en gran parte que el niño lo supere sin problema"

El recreo de un colegio
El recreo de un colegio (foto: R.G.)

¿Por qué es importante ser firme?

¿Por qué es importante ser firme? Porque después de la guardería vendrá el colegio, y la asistencia al colegio sí que no es negociable. Si sentamos el precedente de que uno puede quedarse en casa a base de quejas, estaremos estableciendo un aprendizaje negativo que más tarde podemos pagar caro.

Pero la necesaria firmeza no está reñida con la ternura y la comprensión. Puede ser de ayuda que el niño se lleve a la guarde su juguete o muñeco preferido, su objeto o peluche de consuelo si lo tiene, alguna prenda u objeto que asocie con la madre… Que los padres mantengan contacto con su educadora, que la nombren con frecuencia en casa y fomenten el cariño del niño hacia ella, ya que si establece con ella una cariñosa relación de apego le será mucho más fácil adaptarse a la guardería.

También puede ser útil jugar con él y sus muñecos que están en el cole o contarle historias de niños que allí lo pasan muy bien. Recordemos que la persuasión y el cariño son armas poderosas para ayudar a los niños a superar estas crisis.

"Puede ser útil jugar en casa a los profesores y por la noche, al acostarle, contarle cuentos de niños que van a la guardería y son muy felices, para que él se pueda identificar"

Aquí tienes seis cuentos para acompañar a tu hijo de cara al primer día de cole de su vida, cuentos que también te pueden ayudar si tiene una crisis con la escuela infantil o el cole.

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