Ser Padres

Ideas y actividades para disfrutar al aire libre en los días fríos

Con el frío los padres nos echamos a temblar por si los niños se ponen enfermos. Les abrigamos hasta las orejas y preferimos que no salgan a la calle a jugar. Pero, ¿por qué no?

Ser Padres

Autor: Adriana García

En el campo o en el parque los niños no se acatarran más que en casa. Con algunas precauciones tus hijos se lo pasarán genial jugando al aire libre, también en invierno.

¿Por qué hay más catarros en invierno?

El origen del resfriado es vírico, pero los climas artificiales -calefacciones y aires acondicionados- crean grandes contrastes de temperatura entre el interior y el exterior de los edificios. Esto dificulta que el organismo se aclimate y crea un terreno más favorable para las infecciones respiratorias. Otro motivo por el que suele haber más resfriados en invierno es que los virus que los causan sobreviven mejor cuando la humedad es baja, es decir, en los meses más fríos del año.

Salir a la calle es importante

  • Aunque jugar al aire libre es más agradable en verano y primavera, no debe ser exclusivo de esos meses. Los niños necesitan hacer ejercicio físico e interactuar con sus amigos durante todo el año para estar saludables física y mentalmente. En invierno se pueden realizar muchas actividades fuera de casa: zoológicos, parques naturales, visitas a miembros de la familia que viven lejos, representaciones infantiles, conciertos... Solo hacen faltan ganas de moverse y ropa de abrigo.
  • Los expertos no se cansan de señalar la relación entre sedentarismo y obesidad. Parece que este incremento está estrechamente relacionado con las más de tres horas de televisión que ven los niños españoles al día. El deporte es una de las formas más efectivas para luchar contra la obesidad. Y, por mucho que queramos, el ejercicio se hace mejor en el exterior.
  • En muchas ocasiones los días invernales, tristones o desapacibles no invitan a pasear. Sin embargo, los niños aún no tienen afinado ese sentido meteorológico tan adulto y no se les chafa un plan porque el cielo esté nublado. Si quieren salir a divertirse, poco les importa que no haga sol y se haya levantado un viento sospechoso.
  • Aunque el frío no provoque directamente el resfriado, sí que agrava los síntomas. Por eso, si el niño tiene molestias en la garganta, congestión nasal, lagrimeo o sinusitis, no conviene exponerlo a las bajas temperaturas hasta que se le pase. Pero si los niños están sanos y correteando por ahí a 5º C, abrigados pero no privados de movilidad, los médicos aconsejan dejarles desfogarse. Si sudan, se enfriarán más rápidamente. Pero la solución es fácil: en cuanto termine de hacer deporte hay que abrigarle y punto.

Planes divertidos de invierno para toda la familia

  • Excursiones a pueblos o localidades cercanas donde se pueda explorar. Lo mejor es que también tengan algún interior interesante -un restaurante, un museo especial, una buena chocolatería...- para no estar expuestos a las inclemencias demasiado tiempo.
  • Montar en bici en parques y zonas verdes o en la montaña.
  • Convocar a más miembros de la familia (u otros niños) para un partido en un parque grande.
  • Si se vive en la ciudad y ha nevado en la sierra, hacer una visita a la nieve y ver si se deja moldear un muñeco. Si llueve, mirar caer las gotas a través del cristal de la ventana mientras se echa una buena partida de un juego de mesa, por ejemplo, y se planifica a dónde ir cuando escampe.
  • Lo ideal es cubrir la mayor parte de piel posible con guantes, gorros y cuellos vueltos (la bufanda y el movimiento no son buenos amigos porque se corre el riesgo de asfixia). Tampoco hay que extralimitarse con el grosor de las prendas o las múltiples capas para que los niños puedan moverse con libertad. Hay que conseguir un equilibrio entre ir abrigados y cómodos para que ni se enfríen ni se agobien.

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