Así debe ser la maleta del papá para el parto

Es complementaria a la que tenga que llevar la mamá, y dado que uno sabe cuándo entra pero no cuándo sale en el hospital, es bueno repasar qué no puede faltar en la bolsa.
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La labor de acompañamiento durante el embarazo es muy importante para la mujer gestante. Dar apoyo, estar siempre cerca, el cariño, la comprensión, la compañía y, por supuesto, la ayuda, son fundamentales. Sobre todo en la parte final del proceso, cuando se acerca el momento definitivo, y durante el parto.

Uno de los aspectos en los que el papá de la criatura que está en camino puede tomar la iniciativa es tener lista una bolsa para el hospital en caso de tener que salir de urgencia porque el parto se haya desencadenado. Desde la semana 36 es bueno tener preparado ese “kit personal de emergencia” que es complementario a la bolsa que la embarazada necesite llevar.

Antes de decidir qué incluir en ella, es bueno saber qué os encontraréis en el hospital. Por ejemplo, hay paritorios donde se puede conectar vuestra propia música. En ese caso, puede ser interesante llevar preparada una pequeña selección musical (o larga, por si acaso) del gusto de la mamá y, en la medida de lo posible, también del papá. La música siempre tiene la capacidad de sumar en positivo, y no es menos en un contexto como de un parto que siempre provoca más nervios de los habituales.

Además de la música, que solo era un ejemplo, y de estar pendiente de que nada le falta a la mamá, estas son algunas cosas que el papá puede llevar consigo en su bolsa del hospital -cada vez más hospitales públicos reservan habitaciones individuales en las plantas de maternidad, osea que tendrás espacio para guardarla-:

Ropa interior

No sabes cómo se van a dar las cosas, así que es bueno llevar por lo menos un cambio de ropa por si la estancia se alarga más de la cuenta en el hospital y no quieres volver a casa. Ropa interior, una camiseta de manga corta limpia y, si te cabe, tampoco está de más llevar unos pantalones cortos o de chándal (dependiendo de la época del año) para descansar unas horas cuando toque por fin hacerlo.

Un neceser

Fundamental si planeas quedarte a dormir. Y si no lo haces, también es recomendable llevarlo porque uno sabe cuando entra en el hospital pero no cuando va a salir. Desodorante, cepillo y pasta de dientes son los elementos básicos del kit de emergencia del neceser.

Una batería externa para el teléfono y el cargador

Aunque son horas para centrarse en lo importante, la mamá y el pequeño que está en camino, llegará el momento de compartir la gran noticia con la familia y los amigos. El cuerpo así lo pide y más ahora que estamos tan alejados los unos de los otros. Osea que no te olvides de llevar tantos recursos sean necesarios para que no te falte batería en el móvil.

Monedas sueltas

Para cualquier gestión, ya sea las máquinas de vending, la cafetería, el parking, o cualquier otra necesidad similar.

Una cámara de fotos

Si te gustan las fotos y tu móvil no es una maravilla en este aspecto, no está de más llevar una pequeña cámara de fotos o de vídeo contigo en la bolsa del hospital. Es probable que luego prefiráis vivirlo que documentarlo, y haréis muy bien, pero no sobra llevarla.

Zapatillas de estar por casa

No sobra incluir en la bolsa unas zapatillas de estar por casa que abulten poco para estar más cómodo por la noche, ya que lo habitual es que te toque estar mucho tiempo en pie atendiendo tanto a la mamá como al bebé.

Hay quien escoge llevar también un reloj con segundero y hasta una libreta para apuntar las frecuencias de las contracciones pero hoy en día con el teléfono móvil a mano, la bolsa puede ir más ligera porque este tipo de cosas no son necesarias.

También hay quien mete en el coche una almohada y un libro, por si la espera se hace larga y la mamá solo quiere descansar, aunque los nervios del momento dificultan la concentración para leer. La almohada es opcional puesto que en el hospital te facilitarán una.

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