Si acabas de tener un bebé, seguro que quieres parar el tiempo y quedarte a vivir en este momento durante toda tu vida. Pero los bebés van creciendo, van cumpliendo hitos, edad, desarrollándose y convirtiéndose, poco a poco, en pequeñas personitas que cada vez dependerán menos de ti y de tus cuidados.

Aunque en la maternidad y la paternidad no todo es de color de rosa y también hay ciertos detalles un poco más ‘tabú’ por los que todos pasaremos en uno u otro momento, lo cierto es que dar la bienvenida a un bebé siempre es motivo de felicidad y alegrías plenas.
Pero, ¿sabías que puedes detener el tiempo de una manera muy sencilla y revivir, cada día de tu vida, esos días en los que tu hijo era un pequeño recién nacido? El secreto, como todos los recuerdos, está en las fotografías. Haciendo unas maravillosas fotos a tu pequeño, luego podrás verlas y revivir esos primeros días en casa; ese tiempo en el que solo pesaba 3 kilos o cómo una persona muy pequeñita dependía enteramente de ti para poder seguir viviendo.
¿Cómo hacer fotos a un recién nacido?
Hacer fotos a los bebés recién nacidos, sin embargo, no es tarea sencilla (o no lo parece a priori). Los peques se mueven mucho, no saben mirar a la cámara, ni sonreír de manera consciente, entre otros. Por eso, nosotros os damos en este enlace una serie de trucos para conseguir hacer las fotos más bonitas a vuestro bebé.

Teniendo presentes todos esos trucos, solo hará falta ponerlos en práctica para poder imitar alguna (o todas) las ideas que hemos recopilado para hacer fotos al bebé recién nacido. Son ideas que fácilmente se pueden imitar en casa con un poco de paciencia y unos cuantos elementos de atrezzo pero, si no sois los mejores con la cámara y no tenéis a alguien cercano que sepa hacer sus pinitos en el mundo de la fotografía, siempre podéis enseñar la idea o ideas que más os gusten a vuestro fotógrafo de confianza y dejar al bebé en sus manos para que haga la sesión más especial de vuestras vidas.
Ideas para hacer fotos bonitas a un bebé recién nacido
Después, tan solo tendréis que guardar las fotos en la nube o, a la antigua usanza, imprimirlas y guardarlas en un cajón o armario en un álbum que podáis abrir siempre que queráis para recordar esos momentos felices en familia.
Con su osito de peluche
Si tienes un arrullo y un peluche que puedas dar a tu bebé, tienes la foto perfecta. Recuéstale sobre una mantita previamente arrugada (para simular algodón o nubes) y envuélvelo en su arrullo, junto a su muñeco preferido. Pasa su delicado brazo por encima del muñeco y... ¡aprieta el obturador!

En brazos de mamá
No hay un lugar más cómodo que los brazos de mamá. Para hacer esta foto tan solo deberás recostar a tu bebé sobre el brazo y pedir a alguien que haga la foto. Eso sí, si quieres que mire a la cámara, deberás pedir a alguien que entretenga al niño para que mire.

Con gorrito
Un pequeño gorrito de lana sobre una cama y un fondo de un color liso (que podéis simular con ayuda de una cartulina, con cartón, una pared...). Pon sus delicadas manos debajo de su barbilla y espera a que duerma plácidamente para apretar al botón de la cámara.

En manos de mamá y papá
Esta fotografía es una de las más bonitas de la lista. Para simularla, tendréis que pedir la ayuda de alguien que la haga porque vuestras manos estarán ocupadas protegiendo al pequeño por arriba y por abajo.

Sobre nubes
Una manta bien gordita, una cesta y el arrullo del bebé serán los elementos suficientes para imitar esta tierna fotografía.

En tu regazo
Esta será una de las fotos que querrás ver una y otra vez cuando el bebé crezca.

Colgando del brazo
Aunque es un poco complicada de realizar, el resultado será lo más tierno. Aprovechando que el bebé duerma, ponlo sobre tu mano y antebrazo con cuidado.

Con las manos apoyadas
¡Antes de hacer esta foto tendréis que hacer un gorrito de lana con dos pompones!

Durmiendo plácidamente
Esta es una de las más sencillas de reproducir, ya que los recién nacidos duermen muchas horas durante el día.

Como un angelito
Un ejemplo parecido al anterior pero, esta vez, habrá que recostar al pequeño sobre un cojín grande o un puff.
