Cuidados tras la cesárea
La recuperación posparto es un poco diferente tras una cesárea. Hay que tener más cuidado con los puntos de la herida. Te contamos cómo hacerlo.
Cuando el parto es por cesárea a las molestias habituales del posparto parto (entuertos, pérdidas vaginales, sensibilidad en los pechos, cambios hormonales y cansancio) se unen los síntomas de una intervención quirúrgica abdominal: dolor en la incisión (una externa en el abdomen y otra interna en el útero), acumulación de gases y estreñimiento.
La zona de la herida te dolerá sobre todo al levantarte, al estornudar, al toser… Conviene sujetarla la zona con firmeza cuando vayas a realizar algún movimiento y tomar los calmantes pautados por el médico. No hay que temer dañar al bebé por los analgésicos en la leche materna la gran mayoría de ellos no le afectarán en absoluto.
Cuidados de la cicatriz
Los cuidados de la herida no precisan más que la ducha diaria.
- Conviene secarla con cuidado con una gasa estéril (dando toques, sin arrastrar) y dejarla unos minutos al aire.
- Conviene no cubrir con apósitos, pero tener cuidado con el roce de la ropa.
- No apliques desinfectantes yodados sobre la herida ya que existe el riesgo de que lleguen al bebé a través de la lactancia y fijan las grapas a la piel pudiendo dar complicaciones al retirarlas.
- La piel cicatriza rápidamente y a los 7 o 10 días se retirarán las grapas. Podrás acudir a tu matrona para hacerlo y ella aprovechará para realizar la revisión puerperal y contestar todas tus dudas.
- Una vez retiradas las grapas, podrás realizar masajes de la cicatriz con aceite de rosa mosqueta o alguna crema específica. Esto mejora la circulación de la zona favoreciendo la adecuada cicatrización de las capas musculares y ayuda a disimular la cicatriz. El movimiento de los dedos debe simular la acción de despegar un papel adhesivo de la piel, como dando pequeños pellizcos.
- Ten en cuenta que la cicatriz no es solo lo que se ve, por lo que es frecuente que los primeros meses notes tirantez, picor, una sensibilidad diferente, como dormida, zonas endurecidas e incluso molestias con los cambios de tiempo.
- Las fajas no están recomendadas a no ser que sufras sobrepeso y la zona de la cicatriz quede dentro de un pliegue, entonces podrás utilizar una faja de embarazo para facilitar la sujeción del abdomen y evitar el exceso de tensión sobre la herida.
Cuando cambies el pañal o vistas al bebé colócale sobre un cambiador en alto para que no tengas que doblarte sobre el abdomen, y si alguna vez necesitas agacharte recuerda hacerlo doblando las rodillas y manteniendo la espalda recta.