10 consejos para ayudarte a disfrutar de tu recién nacido

Diez madres expertas te dan sus trucos para organizarte tras el parto y poder cuidar mejor de tu hijo y de ti.
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Solo quien ha sido madre sabe lo difícil que resulta a veces el cuidado de un recién nacido. Durante las primeras semanas se viven momentos complicados e inquietantes que enturbian la felicidad del nacimiento e impiden disfrutar del pequeño. Pero no hay que agobiarse, por suerte se trata de algo pasajero....y eso lo saben muy bien las mamás que ya han pasado por ello. Su experiencia y sus consejos son una valiosa ayuda para las nuevas mamás. Diez expertas mamás te dan sus trucos para organizarte mejor:

1. Organizar la ayuda

«Faltan horas y sobran tareas». Sin duda ésta es la sensación que tienen la mayoría de las mamás cuando llegan a casa del hospital. Por eso, saber organizarse es fundamental.
Es importante que la madre dedique la mayor parte de su tiempo al bebé para conocerle poco a poco, (ahora lo más importante es disfrutar del bebé), pero no podrá hacerlo sin la colaboración del padre u otras personas de confianza. Además, también es importante que se guarde algún rato del día exclusivo para ella: un baño relajante, dormir un rato o salir, aunque sea a hacer la compra, si eso le gusta o le relaja.

El consejo de madre: «Toda la familia estaba dispuesta a ayudarme con mi segundo hijo, pero no quería tener la casa llena de gente, como la primera vez. Así que distribuí las tareas antes del parto: mi suegra se encargaba de la compra y la comida; mi madre de la colada y la plancha y mi pareja y mi padre se volcaron en nuestro hijo mayor y así yo me podía dedicar más al bebé».
Sara, 37 años

2. «Olvidarse» de la limpieza

Si la economía familiar no permite pagar a una persona que ayude a mantener la casa impecable, no queda más remedio que dejar de ser perfeccionista. Hay que plantearse cuáles son las prioridades y qué cosas pueden esperar.

El consejo de madre: « Antes de iniciar cualquier tarea doméstica, me preguntaba si realmente era imprescindible. Retiré de la vista los adornos que acumulan más polvo y retrasaban la limpieza y aprendí a usar la plancha lo menos posible. !Es sorprendente la cantidad de prendas que se pueden guardar sin planchar si se estiran bien al tenderlas! Al principio cuesta un poco cambiar el chip, pero merece la pena intentarlo».
Laura, 33 años

3. Implicar al padre

El padre tiene dos días por nacimiento de hijo más 13 de permiso paternal (20 en caso de familia numerosa o minusvalía). De esta manera puede implicarse las 24 horas del día tanto en la atención al bebé como en los cuidados que necesita la madre.

El consejo de madre: «Yo veía como enormes problemas lo que solo eran pequeños contratiempos. Mi pareja me ayudo a tomarme la maternidad con más tranquilidad. Recuerdo, por ejemplo, que me ponía muy nerviosa cuando sonaba el teléfono, siempre en el momento más inoportuno...Entonces él activó el servicio de contestador automático. Cuando llegaba a casa recogía los mensajes y devolvía las llamadas. Para mí fue un gran alivio».
Alba, 29 años

4. Citar a las visitas

Tener todo el día la casa llena de gente no es lo más indicado; el bebé y la madre necesitan tranquilidad y, en algunos momentos, los padres desean disfrutar de su hijo a solas.

El consejo de madre: «Mis padres y mis suegros llamaban por teléfono antes de salir de casa y, si en ese momento yo tenía otros planes, como salir a pasear o echarme la siesta, les proponía que vinieran a otra hora. Algunos amigos conocieron al niño cuando tenía más de un mes. Terminé dando citas, con día y hora, para conseguir que no se juntaran varias visitas. Es cierto que, al principio, esta decisión no se entendió, pero, después, cuando vieron que yo podía atenderles mejor, supieron comprenderlo«.
Sonia, 39 años

5. Descansar siempre que sea posible

Aunque la madre se encuentre bien, debería evitar los esfuerzos excesivos durante las primeras semanas. Es aconsejable dormir al mismo tiempo que lo hace el niño, ya que el sueño nocturno se ve obligatoriamente interrumpido durante varias semanas.

El consejo de madre: «Como me resultaba muy difícil echar una cabezadita durante el día, me relajaba mucho tumbarme en el sofá y escuchar música mientras mi hija dormía».
Alicia, 33 años

6. Pasear a diario

Conviene caminar un rato todos los días; al principio no mucho para no cansarse demasiado. El paseoconstituye un estímulo para el desarrollo del bebé y la recuperación de la madre. El recién nacido puede salir a diario. En invierno conviene sacarle en horas soleadas, a media mañana,y en verano a primera o última hora del día. 

El consejo de madre:  «Cuando nació mi segundo hijo, tenía que sacarle temprano para llevar al mayor al colegio. Pensaba que iba a ser un problema, pero en realidad me sirvía de excusa para desayunar muchos días en una cafetería, realizar algún trámite pendiente, ver escaparates, comprar alguna cosa o simplemente caminar un rato. Este paseo nos relajaba mucho a los dos, yo pasaba un par de horas distraída, a mi aire, y el bebé se dormía en cuanto dejábamos a su hermano en el colegio».
Marta, 34 años

7. Apuntarse a un curso posparto

Se suelen llevar a cabo en el mismo centro donde ser realiza la preparación al parto. Es imprescindible acudir con el bebé y, siempre que sea posible, con la pareja. En ellos se comparten experiencias con otras mujeres que también han sido madres recientemente, se realizan ejercicios de recuperación física, se favorece la adaptación de la pareja a la nueva situación y se clarifican muchas dudas.

El consejo de madre:  «Al mes de dar a luz inicié un curso de masajes para el bebé en mi centro de salud. Luego, cuando los niños se quedaban dormiditos, las madres hacíamos un poco de gimnasia. Esperaba la clase con impaciencia, porque allí me sentía comprendida y apoyada y, además, podía resolver muchas dudas con la matrona. Incluso intercambié el teléfono con un par de madres del barrio y ahora quedamos de vez en cuando».
María, 36 años

8. Recuperar la figura sin prisas

Los médicos recomiendan no iniciar ningún tipo de dieta de adelgazamiento en las seis semanas que siguen al parto. En esa etapa es fundamental cuidarse, descansar y adaptarse al ritmo de vida que impone el bebé. Pasado este plazo, se pueden consumir alimentos menos calóricos, sin dejar de tomar las proteínas, vitaminas, minerales y carbohidratos necesarios, y poner en práctica una tabla de gimnasia suave para recobrar la cintura y reforzar el vientre blando. Hay que tener paciencia y no obsesionarse con la figura. Con el tiempo y algunos cuidados, todo volverá a su sitio .

El consejo de madre:  «A las dos semanas de dar a luz, intenté ponerme la ropa de antes del embarazo y me llevé una gran decepción. Pesaba más o menos lo mismo de siempre, pero estaba muy hinchada tras la cesárea. Me compré algunas cosas pensando que nunca volvería a entrar en mi ropa y ¡sopresa! a los cuatro meses las tuve que guardar porque me quedaban enormes. Si tengo otro hijo, pediré algo prestado después del parto».
Laura, 30 años

9. Mantener la intimidad con la pareja

Además de ocuparse del bebe, es bueno reservar un tiempo para la vida en pareja. Hay que intentar cuidar la relación, a pesar de las tensiones o el cansancio de estos días. La maternidad puede producir fatiga física, molestias en la zona genital, una disminución del deseo y un aumento de la sequedad vaginal. Recobrar la vida sexual lleva su tiempo, pero existen muchas formas de mostrar cariño y amor además del coito.

El consejo de madre: «A los tres meses de nacer el niño nos dimos cuenta de que el bebé era prácticamente nuestro único tema de conversación y nuestra vida de pareja estaba desapareciendo. Así que ahora, de vez en cuando, dejamos al niño con los abuelos durante unas horas y salimos solos a cenar o al cine y desconectamos un poco de la rutina».
Lucía, 35 años

10. Consolar al bebé cuanto antes

Cuando un bebé llora es por algo, cuanto más tardemos en acudir a su lado, más nervioso se pondrá y más difícil será consolarle. Las caricias y los mimos le comunican nuestro afecto y le tranquilizan. Algunos niños son difíciles de consolar, lo que puede poner a prueba los nervios de la madre. En esos momentos lo mejor es pedirle al papá que tome el relevo, respirar hondo y recuperar la serenidad y la calma.
Con el tiempo todas las madres consiguen distinguir los llantos del bebé y reconocer mejor sus necesidades, pero no hay que sentirse mal; este período de aprendizaje es también positivo en el desarrollo de la maternidad.

El consejo de madre: «Mi hijo se calmaba fácilmente en la mochilita, pegado a mi cuerpo. En casa hacía muchas de las tareas con él “colgado” y cuando salía a la calle siempre llevaba el canguro en el carro de paseo por si se ponía muy nervioso. A veces, tenía que volver a casa con el carro vacío y el niño en el cangurito pegado a mí porque era la única forma de que estuviera tranquilo».
Iria, 29 años.

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