¿Por qué parece que sigo embarazada?

El cuerpo de una mujer atraviesa transformaciones notables durante el embarazo, y muchas veces, después del parto, surgen cambios que pueden afectar la apariencia física. Una de las preocupaciones comunes es la persistente "tripa de embarazada" que algunas mujeres experimentan incluso meses o años después del nacimiento.  "¿Por qué parece que sigo embarazada?" Es una […]
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El cuerpo de una mujer atraviesa transformaciones notables durante el embarazo, y muchas veces, después del parto, surgen cambios que pueden afectar la apariencia física. Una de las preocupaciones comunes es la persistente "tripa de embarazada" que algunas mujeres experimentan incluso meses o años después del nacimiento. 

"¿Por qué parece que sigo embarazada?" Es una pregunta que muchas madres se hacen a menudo cuando, incluso meses después del parto, tienen "la sensación de que la barriga todavía no ha vuelto a ser la que era previa al embarazo", afirma María Helena Tur Torres, ginecóloga obstetra.

Según explica la experta, en ocasiones esto se debe a la llamada "diástasis abdominal, que consiste en la separación de los músculos rectos del abdomen como consecuencia de la distensión y el consiguiente daño en los tejidos que unen estos músculos".

La persistencia de la diástasis abdominal después del parto puede deberse a varios factores, incluidos los siguientes:

  • Falta de ejercicio específico: La ausencia de ejercicios específicos para fortalecer la zona abdominal puede contribuir a la persistencia de la diástasis.
  • Mala postura y movimientos incorrectos: Posturas inadecuadas y movimientos incorrectos en la vida diaria pueden aumentar la separación de los músculos.
  • Genética: Algunas mujeres pueden tener una predisposición genética a la diástasis abdominal, lo que significa que puede ser más difícil para ellas cerrar la separación.

Aunque es más frecuente verlo en el último trimestre del embarazo o en el postparto por el gran estiramiento al que se ven sometidos estos músculos, "algunas de vosotras ya empezáis a notarla semanas antes, en forma de molestia o hinchazón en la zona del ombligo, dolor lumbar, inflamación abdominal o disfunciones de suelo pélvico".

Además, asegura que es muy importante "llegar al embarazo con un abdomen tonificado y seguir entrenándolo durante el embarazo junto con tu suelo pélvico mediante ejercicios específicos para ello. A pesar de todo, si aparece, es importante la correcta valoración y tratamiento por parte de una fisioterapeuta especializada para obtener los mejores resultados posibles".

Estrategias efectivas para combatirlo:

  • Ejercicios: Incorporar ejercicios diseñados para fortalecer los músculos del core, como los ejercicios de contracción del transverso abdominal, puede ser fundamental.
  • Terapia física especializada: Consultar a un fisioterapeuta especializado en salud postparto puede proporcionar ejercicios y técnicas específicas para cerrar la diástasis.
  • Uso de fajas o bandas abdominales: En algunos casos, el uso de fajas o bandas abdominales puede ofrecer soporte adicional durante el proceso de curación.
  • Evaluación médica profesional: Un médico o fisioterapeuta especializado puede evaluar la gravedad de la diástasis y proporcionar orientación personalizada para abordar el problema.
  • Cuidado con las actividades diarias: Adoptar posturas correctas y evitar movimientos que ejerzan presión innecesaria en la zona abdominal es esencial para facilitar la curación.

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