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Maniobra de Kristeller: cuando “te empujan” o "se te suben encima durante el parto”

Son numerosas las historias de mujeres que tras su parto cuentan cómo en la fase final alguien se les subió encima o empujó su vientre para “ayudar a salir a su bebé”. El matrón Alejandro Ojeda nos da su opinión sobre esta maniobra tan polémica:

¿Cuántas personas conocen en qué consiste la maniobra de Kristeller? ¿Qué saben sobre los beneficios o los riesgos de la maniobra de Kristeller? Y lo más importante, ¿cuántas mujeres dieron su consentimiento para que se realizara este procedimiento?

La técnica obstétrica de la que hablamos, se denomina maniobra de Kristeller, consiste en ejercer presión con el codo o las manos sobre el fondo del útero en dirección a la vagina para "empujar al bebé" para salir. Según encuestas del ministerio de Sanidad se utiliza en el 26% de los partos, es decir, una de cada cuatro mujeres que paren sufre esta técnica durante el parto.

Podríamos suponer que en un sistema sanitario que se jacta de ser científico, y con unos profesionales que actúan en base a la evidencia de los estudios, un procedimiento que se realiza durante uno de cada cuatro partos debe tener unos beneficios demostrados que no dejen lugar a dudas.

Sin embargo, la OMS (Organización Mundial de la Salud) y la SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia) contraindican esta técnica para acortar la segunda fase de parto ya que los estudios realizados no observan beneficios, y en cambio, sí hayan posibles riesgos debidos a su práctica. Aunque la SEGO matiza que “la presión sobre el fondo uterino podrá ser utilizada sólo con la intención de ayudar al desprendimiento de la cabeza”.

Según los estudios científicos, no se encuentran diferencias significativas en la duración de la segunda fase del parto realizando dicha maniobra, ni tampoco se acorta el expulsivo, ni se reducen los partos instrumentados tras la realización de la maniobra de Kristeller.  Dicho lo cual cuando una mujer dice "me empujaron para ayudar al bebé a salir”, no tiene ningún respaldo científico.

Riesgos de practicar la maniobra de Kristeller

Cabría esperar, entonces, que dicha maniobra al menos no suponga un riesgo para la madre ni para el bebé, ya que se realiza con frecuencia y sin beneficios científicos aparentes. La realidad es otra muy distinta.

La maniobra de Kristeller ejerce presión en el útero y en el suelo pélvico, aumentando de forma considerable la posibilidad de rotura uterina, aumentando las probabilidades de desgarro en la madre, de posteriores daños en su suelo pélvico, y de morbilidad fetal. El bebé, cuando desciende en el canal del parto realiza una serie de movimientos, rotaciones y flexión-deflexión de la cabeza, y con la aceleración de forma brusca con dicha maniobra, no facilita la correcta colocación fetal. Aunque se necesitan más estudios al respecto, sus riesgos no pueden descartarse. Por supuesto, a estos riesgos hay que sumarles que es una técnica molesta y dolorosa, y para una mujer no resulta agradable que alguien ejerza presión sobre el fondo de su útero durante el expulsivo de parto.

Quizás pensemos, que si la técnica de la que hablamos no tiene beneficios demostrados científicamente ni está exenta de riesgos, todas las mujeres a las que se realiza dicha maniobra serán informadas y consultadas con respecto a la realización de la maniobra de Kristeller.

¿Me deben informar cuando me van a practicar la maniobra de Kristeller?

Según un informe del Parto es Nuestro, una organización sin ánimo de lucro formada por profesionales sanitarias y mujeres que luchan por una atención del parto más humanizada y respetada, "aproximadamente un 96% de las mujeres a las que se realizó la maniobra de Kristeller no sabían lo que se les iba a hacer, ni dieron su consentimiento para la realización de dicha técnica". En la mayoría de los casos, de hecho no se deja constancia de ello tras el parto, ya que no se registra en informes ni en la historia clínica.

Para el matrón Alejandro Ojeda, este es el principal problema. El hecho es que la mujer tiene derecho a estar informada en todo momento sobre el proceso del parto, y sobre cada una de las actuaciones que afecten a este. Su cuerpo sigue siendo suyo dentro del hospital, su parto también.

Estoy convencido de que la mayoría de profesionales que realizan la maniobra de Kristeller buscan un beneficio para la mujer y su bebé, aún a pesar de la evidencia científica.

Alternativas de la maniobra de Kristeller

Sin embargo, se pueden hacer muchas cosas antes para favorecer el parto sin tener que usar esta maniobra:

El problema es que actualmente los partos son excesivamente medicalizados e intervenidos. Las prisas y los protocolos rígidos del sistema no permiten la evolución respetadas del proceso.

Si habiendo agotado los recursos, la mujer, bajo su consentimiento y con la información adecuada, decide que se realice la técnica, veo justificada esta actuación. Soy de los que piensa que las mujeres en el parto tienen derecho a estar correctamente informadas y a elegir en consecuencia.

El hecho, es que a día de hoy es una práctica sin recomendación científica, y que se usa en demasiadas ocasiones sin el consentimiento pertinente. Es necesario dar a conocer la realidad de esta y muchas otras actuaciones para que las mujeres puedan decidir informadas y sentirse partícipes de un proceso que les corresponde, su parto.

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