De igual forma que ocurre con los dientes de leche, los dientes definitivos y las muelas no siempre aparecen al mismo tiempo en todos los niños. Los más prematuros podrían aparecer a finales del quinto año de vida, pero lo más habitual es que sea sobre los 6 o 7 años cuando se empiece a producir el cambio, que se prolongará hasta los 11 o 12 años.
En algunos temas anteriores ya te hemos dado algunas nociones sobre qué ocurre y cuándo en la boca de los niños. Por ejemplo, en este texto completo que le dedicamos a los dientes en general, ya te explicamos en boca de expertos que la irrupción de los dientes definitivos es parte de un proceso global, encadenado a la caída de los de leche. Y no siempre tarda lo mismo un diente permanente en salir desde que se pierde la primera pieza porque depende de factores distintos, sobre todo de cómo haya exfoliado; si lo ha hecho de forma normal, el tiempo que tarda en salir es muy corto.
Para saber en concreto a qué edad aparece cada grupo de dientes, incluidas las muelas, lo más recomendable es tener siempre a mano las explicaciones gráficas de la American Dental Association, que condensa la información en un esquema muy fácil de entender. En este texto los adjuntamos como base para darte a conocer mejor cómo es la boca del niño.
Un proceso lento
Siguiendo dicha información, y sabiendo que los primeros dientes en caer son los cuatro incisivos centrales, se puede establecer en los 9 años la edad media en la que se caen los primeros molares, aunque como decíamos al comienzo del texto se puede alargar el cambio de estas pieza dentales hasta los 11 o 12 años. En el caso de los segundo molar se podría ir hasta los 13 incluso. Antes, desde los 6 y hasta los 8 o 9 años, el pequeño ya habrá experimentado la renovación de los menciones incisivos centrales y también de los incisivos laterales, mientras que los colmillos -canino es su nombre técnico- suelen sustituirse al mismo tiempo que las muelas, a excepción de los primeros molares, que curiosamente se cambian al comienzo del proceso, entre los 6 y 7 años.
Es, por lo tanto, un proceso lento que puede durar más de cinco años hasta que una boca tenga fuera todos dientes permanentes. Y además no podemos olvidarnos de las conocidas como muelas del juicio, que en realidad son los terceros molares. Estos aparecen entre los 17 y los 21 años y es muy habitual que, por el escaso espacio que tienen en la boca para salir, haya que retirarlos cuando se produzca su irrupción.