Las consecuencias de que los niños no duerman los suficiente
Las dificultades cognitivas, físicas y emocionales son algunos de los efectos que podrían tener los niños que no descansan bien. Muchas de las consecuencias son irreversibles y pueden afectar su salud y desarrollo.

Las dificultades cognitivas, físicas y emocionales son algunos de los efectos que podrían tener los niños que no descansan bien. Muchas de las consecuencias son irreversibles y pueden afectar su salud y desarrollo.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), un niño de uno a dos años debe dormir entre 11 y 14 horas diarias; un niño de tres a cinco años, entre 10 y 13 horas; y un niño de seis a once años, aproximadamente 10 horas al día. El sueño es un estado fisiológico de reposo muy importante en los niños porque, durante éste, ocurren diversos procesos madurativos que afectan la salud física y mental. No obstante, pediatras y psicólogos afirman que la falta de sueño en los niños es una de las consultas más recurrentes que tienen. Entonces, ¿cuáles son las consecuencias que tienen los niños no cumplen con las horas de sueño sugeridas por los especialistas?
Nueve consecuencias de no dormir bien
Como vemos, el sueño reparador y sano es de vital importancia en la infancia y la adolescencia. Pero, ¿qué pasa si hay insomnio o el niño duerme mal? Aquí algunas consecuencias:
Baja tolerancia a la frustración
Un niño que no duerme bien estará más irritado de lo normal durante el día. Esto puede desencadenar que sea poco tolerante cuando existan situaciones de frustración.
Bajo control de impulsos
El cansancio producido por una mala noche, puede hacer que los niños no tengan siempre la capacidad de resistencia a ciertos comportamientos impulsivos.
Dificultades a nivel emocional
Otro de los efectos de no dormir lo suficiente son los problemas emocionales en los niños. Estos pueden ser alteraciones en el estado de ánimo, ansiedad, estrés, entre otros.
Conflictos para relacionarse
Es habitual que las consecuencias emocionales y conductuales que se dan por no tener un buen descanso, afecten sus relaciones sociales. Además, tendrán más dificultades en el desarrollo de sus habilidades sociales.
Fatiga
El cansancio excesivo es una de las principales consecuencias cuando un niño no cumple con sus horas de sueño. Esto puede llevar a que no tenga un buen rendimiento en cualquier actividad.
Alteración en su rutina
Si un niño tiene desajustes cuando duerme -por ejemplo acostarse tarde, despertarse por la noche, levantarse tarde por la mañana, etc.- su rutina se verá afectada. Esto puede crear hábitos inadecuados que, si pasa mucho tiempo, serán cada vez más difíciles de revertir.
Aumento de riesgo en la salud física
Si un niño duerme mal, existen más probabilidades de tener la presión arterial alta, cefaleas, obesidad, enfermedades cardiacas, diabetes, entre otros.
Problemas de atención y memoria
Cuando un niño descansa, su cerebro sigue trabajando. La falta de sueño continuada puede afectar su desarrollo cognitivo: en específico, su capacidad atencional y consolidación de la memoria.
Fracaso escolar
Las dificultades en cuanto a su atención, memoria, fatiga, salud física y a nivel socioemocional, afectan el desempeño del niño en la escuela. Muchas veces, estos factores pueden llevar a un fracaso escolar.