Ser Padres

Las tres erres para enseñar a los adolescentes a relacionarse de forma saludable

Qué importante es la comunicación con un hijo adolescente y qué difícil a la vez, ¿verdad? Aquí las tres erres que deben conocer y la forma de transmitírselas.

Marta Moreno

Después de la niñez, la cosa se complica. Llega la adolescencia, tan temida por muchos padres. “Soy un completo desconocido para mi hijo”, “yo no sé qué hacer para que me escuche” o “no se separa de la pantalla del móvil” son frases que escuchamos habitualmente de la boca de las familias que tienen adolescente en casa.

No podemos evitarlo: los niños se hacen mayores y cuando queremos darnos cuenta, tenemos un pequeño adolescente que nos hace dar cuenta de que las cosas están cambiando mucho. Incluso en la relación que tenemos con nuestro hijo.

La adolescencia es una etapa de construcción

“ No es fácil para los padres ver el cambio tan drástico que experimentan sus peques cuando de un día para otro ponen un pie en la adolescencia”, explica la ginecóloga Miriam Al Adib Mendiri en su libro Hablemos de adolescencia. Pero, la doctora también reconoce que para ellos, para los adolescentes, tampoco es fácil estar en una montaña rusa constante de hormonas que les hacen enfrentarse a obstáculos.

Uno de los errores en los que solemos caer los padres de adolescentes es en pensar que el chico está en contra de nosotros y solo quiere revelarse: nada más lejos de la realidad. “La adolescencia es un momento en el que hay mucha carga emocional que no puede ser regulada”, explicaba a Ser Padres el psicólogo infantil Rafa Guerrero. “Cuando un adolescente se comporta de manera impulsiva, no lo hace para desafiar, sino porque su cerebro ‘está en obras’”, argumenta el mismo profesional.

Poniendo como metáfora una obra, asegura que los años de adolescencia son años en los que el cerebro está construyendo nuevas carreteras y, cuando termine toda la obra, el chico será una persona con un cerebro mucho más capaz de regular.

Una de las cosas que más temen todos los padres sobre la adolescencia es la manera de relacionarse del chico con otras personas. No entienden cómo pueden inculcarles los valores de las buenas relaciones, a fin de que los entiendan.

La doctora Miriam al Adib Mendiri explica en su libro cuáles son esas tres erres necesarias para que se relacionen afectivamente de manera saludable con otras personas (y nos da las claves para que se las podamos transmitir).

Tres erres necesarias en la adolescencia: respeto, responsabilidad y reciprocidad

El respeto: hacia uno mismo y hacia los demás

“Solo tú decides qué quieres entregar en una relación y nadie puede exigirte nada que no quieras hacer”, asegura la autora en su libro, dirigiéndose siempre al propio adolescente.

Argumenta que es necesario transmitir que engañarse a si mismo o a otra persona no es respeto, como tampoco lo es dañar o dañarte. “Has de respetarte a ti mismo, pero también a la otra persona con la que compartes intimidad”, asegura.

Para ello, explica que es necesario que los adolescentes dejen claras cuáles son sus líneas rojas; esas cosas que nunca permitirían en una relación. Y que las tengan siempre presentes, para que en un momento de impulsividad, no bajen la guardia. “Si a pesar de decir a una persona NO, sigue sin respetar, entonces si es necesario, habrá que cortar la relación de raíz”, afirma.

Responsabilidad: son responsables solo de sí mismos

Es importante dejar claro al adolescente que cada uno somos responsables de nosotros mismos pero que, además, deben ser responsables con el dolor o el daño que puedan causar en una persona: “Esto es la responsabilidad afectiva”, explica. Y eso es lo que los padres debemos transmitir.

¿Cómo? A través de los ejemplos: ponle en situación: están saliendo con una persona, pero los sentimientos han cambiando. Ya no sienten que la quieran como antes. ¿Deben estar con ella por pena o decir la verdad?

En este caso transmitiremos la importancia de decir la verdad pero cuidando de no dañar. No es justo salir corriendo, ni dejar sin decir nada más.

Reciprocidad: tan importante es dar como recibir

Por último, otra máxima que todos los adolescentes deben tener presentes: el respeto y la responsabilidad han de fluir en ambas direcciones: ser recíprocos, explica la profesional.

En caso de que los padres observen en sus hijos algún problema de apego (pasa demasiadas cosas por alto, o es demasiado exigente,…) sería necesario invitarle a acudir a terapia, pues podría tener algún problema de apego.

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