El verano es una época perfecta para disfrutar del cine, sobre todo si es bajo las estrellas en los entrañables cines de verano. Y si hoy toca una película en 3D esto se traduce en buenas noticias para la vista de los más pequeños; y es que ver un largometraje con estas gafas especiales de tres dimensiones resulta beneficioso si los niños tienen ambliopía u ojo vago.
Conclusión que se desprende de un ensayo clínico llevado a cabo en marzo de 2022 en una sala de cine de Sant Cugat del Vallès con 24 niños de 5 y 12 años por parte de un equipo de investigadores de la Facultad de Óptica y Optometría de Terrassa y el Centro de Desarrollo de Sensores, Instrumentación y Sistemas de la Universitat Politècnica de Catalunya, junto con el Hospital Universitario MútuaTerrassa.
Resultados del estudio
Tal han sido los resultados, que estos mismos se han compartido en la revista científica de referencia Plos One, donde se indicaron las bondades para "menores con antecedentes de ambliopía anisometrópica o estrabística, que habían sido tratados previamente y que presentaban ambliopía residual. Tras ver una película de 110 minutos, se observaron mejoras significativas en la agudeza visual y en la binocularidad" detallan los responsables del estudio que comenzaron dicho análisis con el objetivo de "determinar si la visualización de una película en 3D en un cine daba como resultado una mejora de la agudeza visual, la percepción estereoscópica de la profundidad y una mejora de la alineación ocular en niños ambliopes refractivos o estrábicos".
A la vista está que sí; ya que gracias a esta prueba piloto se ha podido comprobar en los distintos grupos de ensayos que ver este tipo de películas en tres dimensiones mejora las funciones visuales en ambliopía, con lo que puede ser tenido en cuenta como una alternativa viable y eficaz a los tratamientos convencionales que se aplican con esta patología ocular en menores.
¿Qué es la ambliopía?
La ambliopía es una de las causas más frecuentes de discapacidad visual en la infancia y afecta aproximadamente el 2-3% de la población infantil, detallan los profesionales responsables de este estudio práctico. A escala global, se estima que entre el 1 y el 5% de la población general puede estar afectada por la ambliopía.
Esta patología, continúan, se da cuando se produce una interrupción en el procesamiento normal de las imágenes en el cerebro debido en la mayoría de los casos a la calidad de las imágenes recibidas por cada uno de los ojos del menor.

Con todo esto, resulta más que significativo para su seguimiento la detección temprana, así como los posteriores tratamientos sobre todo en el caso de los menores ya que es una etapa propicia por tener cerebro con capacidad de reorganizar sus conexiones visuales.
Tradicionalmente, el tratamiento de la ambliopía se ha dirigido hacia la corrección de este problema visual por medio del uso de gafas o lentillas para solucionar errores refractivos y, en algunos casos, cirugía para corregir el estrabismo. En este sentido, el tratamiento más conocido es la terapia de oclusión con la que se procede a tapar el ojo dominante durante varias horas en el día para forzar el uso del ojo más débil.