Al igual que ocurre con el café, el té también se caracteriza por ser una de las bebidas más consumidas del mundo. Y los motivos por los que las personas lo toman tienden a ser bastante similares a los que existen cuando se consume café. Por ejemplo, se trata de una bebida igualmente estimulante, aunque también es cierto que su contenido en cafeína y en teína es muchísimo menor.
Además, las distintas variedades de té que existen hacen que se convierta en una bebida bastante versátil, cuyo sabor y aroma varían en función del tipo de té que escojamos. Por ejemplo, el té negro se caracteriza por ser una variedad más aromática, mientras que el té blanco es, por lo general, más suave.
Debido a que el té suele contener una menor concentración de compuestos estimulantes tiende a ser una bebida que muchos padres ofrecen al niño como alternativa a la leche con cacao y azúcar, o incluso al propio café. Pero, ¿se trata de una bebida adecuada?
¿Es seguro ofrecer té al niño? ¿Y al niño pequeño?
Cuando nos planteamos la posibilidad de ofrecer té al niño, independientemente de la edad que tenga, una de las primeras cosas que debemos hacer es fijarnos en qué tipo y variedad de té es. Además de echar un vistazo al listado de ingredientes. Y es que debemos tener en cuenta que una amplia variedad de tés, en especial el té negro y el té verde, se caracterizan por contener cafeína.
Como manifiestan muchos especialistas, la cafeína no se recomienda en niños menores de 12 años de edad, independientemente de la cantidad, dado que puede causar problemas para conciliar el sueño y dormir con normalidad, nerviosismo, y otras condiciones asociadas con la disminución de los niveles de sodio o de potasio, o con el aumento de la producción de orina.
No ocurriría lo mismo con los conocidos como tés de hierbas, que se hacen a partir de semillas, hojas y raíces de plantas, y que a diferencia de las variedades de té más conocidas (principalmente té verde, negro, blanco y rojo), generalmente no contienen cafeína.
Eso sí, igualmente, es necesario tener presente qué tipo de hierbas y plantas se han utilizado en su elaboración. Por ejemplo, la manzanilla se considera segura para bebés y niños pequeños en cantidades moderadas. Mientras que sobre el anís estrellado sí existirían dudas.

También debemos tener en cuenta que las alergias se convierten igualmente en otro motivo de preocupación. Y es que algunas personas, incluidos los niños, también podrían presentar algún tipo de alergia a las hierbas contenidas en el té. Una reacción común suele ser la hinchazón de los labios, la lengua, la cara y la garganta, así como dificultad para respirar.
En estos casos, si sospechamos que el niño puede estar sufriendo una reacción alérgica, lo más aconsejable es acudir al médico de inmediato.
No obstante, por el momento no existe mucha investigación acerca de cómo los tés y las hierbas afectan a los niños pequeños, por lo que siempre es aconsejable consultar al pediatra antes de ofrecerle al niño cualquier té o té de hierbas. Y es que no deberíamos olvidarnos de algo fundamental: incluso los tés de hierbas que pueden ser considerados como seguros en un primer momento, podrían llegar a interactuar con los medicamentos que el pequeño pueda estar tomando.
¿Qué tés sí podrían ser adecuados?
Como ya te hemos mencionado, no es lo mismo optar por un té común a un té de hierbas. En estos casos, muchos expertos indican que los tés a base de hierbas sí podrían ser más seguros para los niños, especialmente si contienen algunos de los siguientes ingredientes: manzanilla, hinojo, menta y jengibre. Eso sí, siempre y cuando el pequeño no presente ningún tipo de problema de salud, especialmente una enfermedad renal o hepática.
La manzanilla, por ejemplo, es una planta comúnmente utilizada por sus cualidades antiespasmódicas y antiinflamatorias, habitual a la hora de disminuir los cólicos y los síntomas asociados con los problemas digestivos.
Lo mismo ocurriría con el hinojo, que también es útil para reducir los gases y los síntomas relacionados con los cólicos. Además, podría ser de utilidad a la hora de disminuir los síntomas asociados con el tracto respiratorio superior, como un resfriado común o la tos.
Por tanto, en caso de ofrecer té al niño, lo más aconsejable sería reemplazar el té con cafeína por té de hierbas, pero siempre y cuando nos aseguremos de que los ingredientes usados en su elaboración no sean dañinos para el niño.