Los niños y niñas con altas capacidades son tan diversos como lo es la sociedad en la que vivimos. Su neurodivergencia —ya sabes, el cerebro funciona de una forma distinta en el 10% de la población que las tiene— no garantiza que vayan a desarrollar unas características concretas, pero sí es cierto que hay determinadas peculiaridades que se dan en un alto porcentaje de estas personas. Entre ellas, un sentido del humor especial, distinto al habitual.
Los expertos y asociaciones especialidades en altas capacidades señalan el sentido del humor entre las características más recurrentes en los peques con altas capacidades intelectuales, un sentido del humor que además suele ser particular. Dos ejemplos: la asociación española para Superdotados y con Talento (AEST), que describe el “Agudo y desarrollado sentido del humor” como una de las particularidades de los niños y niñas con altas capacidades, y el centro Talentum, especializado exclusivamente en las altas capacidades.
Este último diferencia las características generales diferenciadas por áreas, y dentro de la afectiva-emocional destaca la hipersensibilidad, de la que también te hemos hablado en Ser Padres; la disincronía entre lo mental y lo emocional; su energía y actividad por encima de la media; su gran curiosidad; su baja tolerancia a la frustración; el gran sentido moral, ético y de la justicia que desarrollan; y también el sentido del humor, que describen, como AEST, como “agudo y desarrollado”.
El motivo por el que es especial
Como mamás y papás de un niño o niña que tenga altas capacidades no solo conviene saber que el sentido del humor es agudo en nuestros peques para estar preparados y poder entenderles, también cuando hace bromas o tira de ironía, sino también es interesante conocer por qué es particular.
En una conferencia reciente, la directora del Centro Regional de Enriquecimiento educativo para el alumnado con Altas Capacidades de la Comunidad de Madrid (CREACIM), Silvia Benito, abordó brevemente esta característica común de muchos niños y niñas con altas capacidades.

Benito explicó en la charla, disponible al completo aquí, que estos peques y adolescentes “suelen tener un gran sentido del humor”, pero que no siempre es sencillo de pillar porque “muchas veces es ácido e irónico, no es básico”.
Para tratar de trasladar en qué consiste el humor ácido e irónico de las altas capacidades, la directora del CREACIM puso un ejemplo coloquial, fácil de entender para quienes tienen un hijo o hija con altas capacidades, o son profes de un alumno o alumna que las tenga. “parece que nos dicen algo así como ‘A ver si has entendido la broma’, como si nos hicieran sus propias pruebas”, señaló.
En definitiva, son niños y niñas que “hilan fino, que hacen bromas que puede que ni te des cuenta de que lo son o que dudes, porque a veces manejan límites de la ironía, sobre todo en la adolescencia, que son complicados”, concluyó la especialista en altas capacidades que lidera el órgano que gestiona el programa de enriquecimiento para este alumnado en la Comunidad de Madrid (PEAC).