Este es el motivo por el que los niños con altas capacidades pueden sentirse abrumados por el dolor ajeno

La empatía es una de las cualidades más positivas del ser humano, pero puede ser un arma de doble filo en las altas capacidades. Te contamos por qué. 
Cómo enseñar a los niños a tener empatía

La empatía es la capacidad para comprender el estado emocional de otra persona, conectarse con ella y, por ende, reconocer y comprender lo que siente, paso previo a poder acompañarle y ayudarle. Visto así, no tiene nada de malo. En todo caso es al revés; la empatía es una de las cualidades del ser humano más positivas. Pero todo en exceso puede tener consecuencias negativas; también el exceso de empatía, o como lo llaman las psicólogas especializadas en altas capacidades Anaïs Rodríguez y Mari Carmen Gutiérrez, la ‘hiperempatía’. Te contamos por qué es habitual en los niños con altas capacidades y qué puede suponer para ellos y ellas.

“Aunque el término “hiperempatía” no exista como tal, con éste nos referimos al exceso de empatía en personas con altas capacidades”, puntualizan las dos psicólogas, que conforman el equipo de Altascapaciqué. Evidentemente, añaden, no se da siempre en todas las personas con altas capacidades, y tampoco en la misma medida: “Por supuesto, partimos de la base que igual que no existen dos personas iguales, tampoco existen dos personas con altas capacidades iguales”, dicen.

Matizado esto, y teniendo en cuenta que los propios psicólogos como Anaïs Rodríguez y Mari Carmen Gutiérrez inciden en que la empatía es “uno de los rasgos de la inteligencia emocional más importantes y una característica muy positiva de los seres humanos”, la empatía en exceso puede tener consecuencias negativas a nivel emocional. Y esta es una característica que se da en muchos niños y niñas con altas capacidades. “En exceso puede resultar abrumador y agotador. Estar constantemente captando las sutilezas del estado emocional del otro, absorbiendo información y emociones de los demás puede causar auténtico agotamiento”, argumentan las dos especialistas.

Esta ‘hiperempatía’ hace que los niños y niñas con altas capacidades que la experimentan puedan sentirse “abrumados por el sentimiento y el dolor ajeno”, apuntan Anaïs Rodríguez y Mari Carmen Gutiérrez. Luego la empatía es positiva siempre y cuando no se viva de una forma tan intensa que pueda convertirse en un arma de doble filo.

Empatía

Por qué se produce la ‘hiperempatía’

Explican Anaïs Rodríguez y Mari Carmen Gutiérrez que los niños y niñas con altas capacidades puedes experimentar este exceso de empatía por dos factores muy comunes en los perfiles con altas capacidades que hacen que estas personas “tengan una capacidad de empatía mayor que la media”.

Estos dos factores son la hipersensibilidad emocional y la sobreexcitabilidad emocional. Sobre el primero de los dos rasgos, las profesionales de Altascapaciqué señalan que “se define como una mayor capacidad para sentir las emociones y sentimientos”. La ciencia avala, añaden Rodríguez y Gutiérrez, que “las personas con altas capacidades sienten las emociones más intensamente que la población general, por lo que es probable que experimente más empatía que la mayoría”.

Niños tristes

Por otro lado, sobre la sobreexcitabilidad emocional, rasgo propio de las altas capacidades que fue descrito por primera vez por Dabrowsky y Piechowski, las dos psicólogas especializadas en altas capacidades explican que “está relacionada con una mayor intensidad emocional y capacidad de emocionarse muy profundamente”.

Este tipo de personas, continúan exponiendo Anaïs Rodríguez y Mari Carmen Gutiérrez, sienten todas las emociones con mucha intensidad, tienen una sensibilidad y profundidad especial en sus relaciones, experimenta una inclinación y sensibilización hacia los animales, y cuentan con “una elevada empatía que se puede convertir en preocupación”, concluyen. 

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  • Eugenio Manuel Fernández Aguilar