Por qué se dice que el cerebro de los niños con altas capacidades es diferente

Los niños y niñas con altas capacidades piensan diferente porque su cerebro es diferente y, en consecuencia, funciona de una manera distinta. Así lo explican dos psicólogas expertas.
niña pensando

Si has estado informándote sobre las altas capacidades intelectuales (AACC), o alguien cercano te ha contado sobre ellas recientemente, quizá hayas escuchado que “el cerebro de los niños con altas capacidades funciona de una manera diferente al de las personas que no las tienen”. Esta afirmación no es falsa; tiene su base científica y los especialistas en materia tienen cada vez más claro por qué es así.

“Cada vez son más los estudios que demuestran que el cerebro de un niño/a con AACC es neurológicamente distinto”, aseguran las psicólogas expertas en altas capacidades intelectuales Anaïs Rodríguez y Mari Carmen Gutiérrez, del gabinete psicológico Altascapaciqué.

En estos estudios, cuentan las dos especialistas en uno de sus interesantes y didácticas post divulgativos que comparten en Instagram, “se aprecia mayor interconexión entre neuronas debido a una mayor mielinización, así como especialización y dominio de áreas frontales”. Dicho de otro modo, “muestra mayor plasticidad y eficacia”.

Esas áreas frontales del cerebro “están relacionadas con lo que llamamos Funciones Ejectuvivas (FFEE)”, indican Gutiérrez y Rodríguez, que hacen una parada en el camino de su explicación en este punto.

Así son las funciones ejecutivas

Antes de seguir explicando por qué el cerebro de los niños con altas capacidades funciona de un modo distinto, es importante detenerse en las funciones ejecutivas. Entender su funcionamiento e importancia es esencial para obtener la respuesta.

Estas funciones ejecutivas, cuentan Anaïs Rodríguez y Mari Carmen Gutiérrez “nos permiten regular cognitiva mente habilidades, siendo necesarias tanto para procesos relacionados con el pensamiento convergente como el divergente”.

Fuente: iStock

Por otra parte, señalan Gutiérrez y Rodríguez, “existen ciertas discrepancias sobre cuáles son los procesos que conformarían las frecuencias ejecutivas del cerebro, pero podemos decir que encontramos: memoria de trabajo, planificación, toma de decisiones, control inhibitorio y flexibilidad cognitiva”, indican.

Y la ciencia ha demostrado, continúan, que “se ha comprobado también que la memoria de trabajo es uno de los procesos que más peso tiene en la formación de las frecuencias ejecutivas del cerebro”. Sobre todo, concluyen, “tiene un papel muy importante en el pensamiento tanto convergente como divergente”.

El cerebro en las altas capacidades

Ya hemos visto el peso que tienen las funciones ejecutivas en el funcionamiento del cerebro, pero hay una diferencia, y he aquí el quiz de la cuestión, entre el pensamiento divergente y el convergente.

En el primero, propio de las altas capacidades intelectuales, ya que es aquel que genera ideas creativas mediante la exploración de muchas posibles soluciones, hay dos factores diferenciales: “control inhibitorio y flexibilidad”, subrayan Anaïs Rodríguez y Mari Carmen Gutiérrez. El primero, explican; es “la capacidad de inhibir una información y centrarse en otra, y el segundo factor hace referencia a la flexibilidad desde un punto de vista cognitivo.

- Yuri Arcurs peopleimages.com

La cuestión es que en perfiles con alta creatividad “encontramos una incorporación incluso excesiva de información del entorno que lleva a una “acumulación” de la misma y a dificultades para poner atención y procesarlo todo”, exponen las dos psicólogas. Por lo tanto, es habitual que existan dificultades para optimizar las frecuencias ejecutivas en los niños con altas capacidades.

Y cuando no se optimizan las funciones ejecutivas, concluyen Rodríguez y Gutiérrez, “no estaremos proporcionando las condiciones necesarias para que se muestre el potencial que hay detrás de estas mentes diversas”. Además, añaden, “el entorno juega un papel muy importante en la expresión de esta evidencia a nivel anatómico y neurobiológico”.

Las dos expertas ponen ejemplos concretos de comportamientos típicos de dificultades para optimizar las frecuencias ejecutivas en personas con altas capacidades: “habla cuando no toca, no sale de ese tema, reacciona desmesuradamente, comete errores por despiste…”.

Seguro que más de una de estas situaciones cotidianas te suena si tienes una persona cercana con altas capacidades o sospechas de las que tenga. Si es así, tenlo muy en cuenta: el cerebro de estas personas funcionan de un modo distinto porque es diferente y, por ende, también piensan diferente.

El mejor consejo que te podemos dar al respecto no es nuestro, sino dos voces autorizadas en altas capacidades como las de Anaïs Rodríguez y Mari Carmen Gutiérrez, que hacen hincapié, a modo de conclusión, en lo siguiente: “Es importante tener en cuenta todo esto para poder dar la respuesta a la diferencia. Hace falta contemplar la diferencia como algo positivo y poder atender a las necesidades de los niños y niñas con altas capacidades para poder dar luz al potencial que existe”.

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  • Eugenio Manuel Fernández Aguilar