Por qué a muchos niños con altas capacidades les molesta el ruido más de lo normal
La alta sensibilidad es un rasgo muy habitual en los niños con altas capacidades, que pueden sentirse especialmente molestos con el ruido.
Altas capacidades y personas altamente sensibles. AACC y PAS respectivamente utilizando sus respectivos acrónimos. Son conceptos diferentes, pero tienen una vinculación alta porque un porcentaje alto de los niños con altas capacidades son también hipersensibles. Y esta sensibilidad a flor de piel se puede reflejar de múltiples formas. Entre ellas, con una sensibilidad auditiva por encima de la media, lo cual puede provocar que el ruido les perturbe.
Tal y como explica la asociación Española para Superdotados y con Talento (AEST), según investigaciones de la psicóloga estadounidense especializada en superdotación Leta Hollingworth, el 90% de los niños y niñas superdotados tienen una sensibilidad muy alta. “Muchos de los niños con alta capacidad tienen hiperemotividad, es decir, sienten todo de manera amplificada. Son amplificadores emocionales. Sufren unas oscilaciones tremendas de su volumen emotivo, como olas que recorren su cuerpo. De hecho, una característica que se repite sistemáticamente en los tests de personalidad de los superdotados es la altísima sensibilidad”, señalan desde la asociación.
Esta sensibilidad puede aparecer en los niños y niñas con altas capacidades puede percibirse en cuestiones dispares. Desde la hipersensibilidad física, ya que para ellos y ellas un simple golpe puede hacerles sentir un dolor intenso, a la sensibilidad emocional, de ahí que les afecten cosas que les ocurren o decimos en un grado mucho mayor de la importancia que tiene para nosotros eso mismo. Pero también hay sensibilidades concretas, como puede ser la de las texturas, la de las etiquetas o la del ruido.

Las niñas y niños pueden tener altas capacidades y ser altamente sensbibles
Sensibilidad de las sutilezas
Esto último es lo que Elaine Aron, la primera investigadora que desarrolló trabajos sobre la Alta Sensibilidad, describió como la “sensibilidad de las sutilezas”. Esta es “la capacidad de apreciar pequeños detalles del ambiente que pasan desapercibidos para otras personas, como ligeros olores, detalles visuales, entender el estado de ánimo de una persona que lo está tratando de ocultar, etc.”, señalan desde el centro Ayalga, gabinete de psicología especializado en altas capacidades.
Esta hipersensibilidad no es un trastorno psicológico, ni tampoco existe un problema de índole física, en el sistema nervioso. Es un rasgo característico de las PAS que comparten muchos niños y niñas con altas capacidades.
De hecho, la psicóloga María Gómez asegura, citando estudios científicos, que un 77% de las personas superdotadas se identifican como PAS al hacer el cuestionario de la doctora Elain Aron, que se puede autorrealizar, no es necesario que lo lleve a cabo un psicólogo. Además, tanto la doctora Gómez como el centro Ayalga recalcan que el 20% de la población es altamente sensible, siendo un 10% la población con altas capacidades.

Hipersensibilidad en altas capacidades
Hiperactividad sensorial, no hiperacusia
Dentro de todos los tipos de hipersensibilidad que pueden experimentar los niños y niñas con altas capacidades, en este caso nos interesa la que tiene que ver con el oído. Esto es, la sensibilidad auditiva.
Para entenderla, hay que hablar primero de la hiperactividad sensorial, que es esa capacidad de este tipo de personas por la cual son “más perceptivas de los estímulos, tanto táctiles, visuales, olfativos o auditivos”, explica el doctor Martínez-Monche, fundador de Ototech, centro especializado en hipoacusia.
El especialista en el aparato auditivo incide en que las personas con altas capacidades y altamente sensibles “suelen sobresaturarse y sobreestimularse en ambientes concurridos, con luces intensas o ruidos fuertes, porque su cerebro capta mucho más intensamente estos”. El origen de esta cuestión, continúa, es neuronal, de ahí que no sea lo mismo que una hiperacusia o hipersensibilidad a los ruidos fuertes.
El origen de esta sensibilidad es una sobreestimulación neuronal. No se debe confundir con la alta sensibilidad auditiva o hiperacusia, es decir, hipersensibilidad a los ruidos fuertes. “Aunque muy parecidos, no se trata de lo mismo”, apunta el doctor.

Auriculares de cancelación de ruido.
Dado que ambas cuestiones se pueden confundir, el doctor Martínez-Monche recomienda las siguientes pautas de actuación.
En primer lugar, “consultar a un profesional de la psicológica o de la alta sensibilidad para conocer si se es una PAS, o realizar el test oficial”. En segundo lugar, “recibir asistencia por parte de un profesional de la audición para que determine la causa de esa mayor sensibilidad al ruido y podamos actuar en consecuencia”. Y en tercer y última instancia, “intentar evitar en lo posible los sonidos que generan estas molestias y dedicarnos un tiempo y un espacio para estar tranquilos y en silencio”, concluye.
Para ello, cuando no se puede evitar acudir a un espacio concurrido o ruidoso con niños altamente sensibles y/o de altas capacidades, pueden ser de gran ayuda los cascos de cancelación de ruido.