Vivimos en la era de la personalización. Podemos grabar nuestro nombre prácticamente en todo lo que se nos ocurra, desde unas zapatillas hasta un bolso, por lo que no es extraño que esta tendencia también haya llegado al mundo editorial. Ahora los niños pueden convertirse en protagonistas de los libros.
¡Y les encanta!
Si leer sus historias favoritas ya los hacía felices - investigadores de la Universidad de Liverpool comprobaron que tan solo media hora de lectura a la semana aumenta en un 20% el bienestar - imagina cómo se sentirán al disfrutar de cuentos personalizados en los que comparten aventuras con sus padres. Sus ventajas para el desarrollo infantil no han tardado en aflorar, pero ¿en realidad son tan buenos como nos los venden?
Los beneficios de protagonizar los libros infantiles

Los cuentos personalizados con papá y mamá son ideales para que los niños descubran la pasión por la lectura mientras exploráis nuevas formas de comunicaros y pasar tiempo juntos. Os ayudarán a fortalecer el vínculo emocional y crear recuerdos bonitos para toda la vida, aunque también aportan otras ventajas.
Son un gimnasio para las neuronas
Un estudio publicado en la revista First Language descubrió que cuando los niños leen cuentos personalizados aprenden más palabras nuevas y captan más detalles que quienes leen historias convencionales. Su extraordinaria capacidad para involucrar a los pequeños en la trama también mejora la atención y la concentración infantil, por lo que terminan siendo beneficiosos para el desarrollo intelectual.
Impulsan el “yo” en construcción
Los cuentos personalizados pueden convertirse en un valioso recurso para que tus hijos aprendan a conocerse mejor. Recuerda que no es hasta alrededor de los 3 años que los niños empiezan a desarrollar su “yo” y tomar conciencia de que son personas independientes y autodeterminadas, por lo que verse reflejados en la historia puede ayudarlos a desarrollar su autoimagen y formarse una idea más precisa de sí.
Abren las puertas de su universo emocional

Un experimento realizado en la Universidad Abierta del Reino Unido comprobó que los cuentos personalizados contribuyen a que los niños se enfoquen más en sus vivencias durante la lectura y que hablen con mayor libertad sobre sus sentimientos. Por tanto, si quieres estimular la inteligencia emocional de tu hijo desde pequeño y facilitar la expresión asertiva de los sentimientos, este tipo de historias podría ser una excelente manera para canalizar sus experiencias afectivas.
Animan a los niños a brillar
En los cuentos personalizados, el valiente no es el héroe, sino los propios niños. Ese cambio radical de perspectiva ayuda a los pequeños a percatarse de sus cualidades y reforzar su autoestima. Esas historias pueden mostrarles todo su potencial o incluso ayudarlos a combatir la vergüenza, la timidez o los miedos. Convertirse en los protagonistas de la acción los empodera y hace que se sientan especiales.
Sin embargo, es importante no apostar todo por los cuentos personalizados ya que también podrían tener algunos “efectos adversos”.
Cuentos personalizados con papá y mamá, ¿promueven el egocentrismo infantil?
Ser siempre el protagonista de la historia puede terminar lastrando la empatía. Un enfoque excesivo en el “yo” limita la posibilidad de identificarse con otros personajes y ponerse en su lugar. De hecho, uno de los estudios citados comprobó que mientras los padres hablaban de otros personajes del cuento, los niños preferían enfocarse en sus vivencias durante la lectura.
Diversas investigaciones también han demostrado que el exceso de autoestima puede conducir a conductas egocéntricas y ególatras. Por tanto, aunque todavía no hay evidencias suficientes para indicar un nexo ya que se trata de un fenómeno relativamente reciente, más vale prevenir que lamentar.
El hecho de que los cuentos personalizados se estén convirtiendo en unos de los preferidos de los niños, no es motivo para limitarse a ellos. Incluye en la biblioteca de tus hijos algunos cuentos clásicos e historias contemporáneas para que puedan explorar otros estilos literarios, desarrollar su pasión por la lectura y descubrir el universo mágico de los libros. A fin de cuentas, en el equilibrio está la clave.