Cómo lograr que tu hijo no se deje influenciar y sea él mismo

Es realmente importante que los niños aprendan a ser ellos mismos, y por eso desde casa debemos ayudarles a ello.
niño

Somos seres humanos y como tal, somos influenciables. Cuando nacemos empezamos a recibir estímulos de todo nuestro alrededor. Eso sí, el entorno familiar es el que más influencia ejerce sobre nosotros. Por eso es tan importante enseñar a los niños desde que son bien pequeños a ser ellos mismos y a no dejarse llevar por otros.

Los comportamientos que observan en los demás, lo que ven, los estímulos que reciben… Todo influye en la forma en la que los más pequeños conforman su visión del mundo. Y cuanto más pequeñitos son, más absorben, especialmente de las que son sus figuras de referencia.

Es por esto que el entorno familiar es el que más influencia va a ejercer en ellos. En consecuencia, según cómo actúen sus modelos, en el futuro desarrollarán una personalidad más asertiva o más manipulable.

Empezando por lo cotidiano, si los niños ven en su día a día que las faltas de respeto o los gritos, por ejemplo, son recursos válidos, ellos lo entenderán como tal y probablemente ellos responderán igual. Por lo que el pedirles que no griten perderá importancia para ellos. 

Algo que también se debe considerar es que los hijos son personas diferentes a los padres y por eso no se debe intentar educarlos según unas expectativas. El objetivo es que los niños crezcan con sus propias metas y las logren alcanzar, no que consigan las que los padres tengan pensadas para ellos. Veamos algunas ideas para ser un buen modelo para ellos y para impulsar su autoestima.

Fomenta su asertividad

Algo que resulta imprescindible para que los niños no se dejen llevar, es que tengan sus propias opiniones, para ello, lo que debemos hacer es desarrollar su pensamiento crítico con el fin de que forjen su propio criterio.

Es importante, además, no solo que sepan decir lo que quieran, sino también que entiendan que la persona que les escucha puede tener una opinión diferente. Esto resulta beneficioso porque también aprenden a responder a los demás teniendo en cuenta los sentimientos del otro.

Estimula su iniciativa

Como decimos, debemos potenciar su criterio lógico para que tengan sus opiniones y pensamientos propios, y una forma de hacerlo puede ser preguntándoles precisamente lo que opinan sobre algo.

Y es que, si solo se da una educación basada en dar órdenes para que los niños obedezcan, esto puede desencadenar que no desarrollen nunca iniciativa por su parte y que no tomen decisiones. Además de que, en el momento de realizar tareas, seguramente solo las hagan si se les pide porque nunca tomarán la decisión de hacerlas por sí solos.

Potenciar su autonomía

Lo mejor que se puede hacer es hacerles ser conscientes de su individualidad, para ello los padres deben ser un buen ejemplo y dar a sus hijos la importancia que tiene cada uno como persona única. Otra manera es dejar que los niños decidan por sí mismos (según las circunstancias) y valorando sus opiniones.

Enseña a diferenciar lo que es opinión de lo que no

Cuando son un poco más mayores y se adentran en el mundo de las redes sociales, sobre todo es importante este punto porque deben comprender que no todo lo que ven y leen es verdad. Es fundamental que aprendan a discernir entre opiniones y hechos reales.

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