Por qué es importante elogiar a tu pareja delante de los hijos: Álvaro Bilbao explica el motivo

El neuropsicólogo Álvaro Bilbao es un gran defensor de evitar las discusiones de pareja descontroladas delante de los niños y, al mismo tiempo, de alabar a la pareja de manera sincera.
Retrato de una familia feliz con hijos pequeños. En detalle, Álvaro Bilbao.
Retrato de una familia feliz con hijos pequeños. En detalle, Álvaro Bilbao (RG)

Discutir o no delante de los hijos e hijas es un tema que puede generar debate entre los adultos. Al fin y al cabo, en tiempos en los que se recomienda la naturalidad en la crianza, discutir es una forma de mostrarles que nadie es perfecto, que también perdemos los estribos. Sin embargo, si le preguntan al neuropsicólogo Álvaro Bilbao, el consejo que da es totalmente distinto: en su opinión conviene evitar las discusiones delante de los niños y niñas y, además, recomienda reforzar mucho delante de ellos y ellas las cosas positivas que hace la pareja. Lo explicamos. 

Dice Álvaro Bilbao, la fuente con la que aprenden y se sienten acompañados durante la crianza de los hijos miles de familias españolas gracias a reflexiones como esta de los cinco mitos de las relaciones de pareja que dificultan la crianza de los hijos, que es importante enseñar “apreciación” a nuestros hijos e hijas. ¿A qué se refiere Álvaro Bilbao con enseñar apreciación? A prestar atención y poner en valor las cosas positivas que hacen las personas que tenemos a nuestro alrededor.  

Si lo haces, si elogias a tu pareja, madre o padre de tus hijos delante de ellos, estarás haciendo algo muy positivo por el desarrollo de tus peques, incide Álvaro Bilbao. “Le estarás ayudando a ver todo el amor que hay en los pequeños detalles cotidianos y comenzará a expresar con vosotros y los demás sentimientos de valoración y gratitud”, argumenta el neuropsicólogo y autor de estas ocho reglas de oro de la paternidad

Una pareja con sus dos hijos
Una pareja con sus dos hijos en común (RG)

Para Bilbao es fundamental que durante la crianza prestemos un poquito menos de atención a los fallos de los demás y a criticar en sentido negativo para hacerlo de un modo positivo y constructivo, especialmente con nuestra pareja. Y que se lo hagamos ver y saber a los hijos. “No olvides que los patrones neuronales de tus hijos y su forma de pensar y relacionarse se construyen mientras observan tu forma de tratar a los demás”, dice el neuropsicólogo.  

¿Y cómo hacerlo? No tiene mucho misterio: cuidando el lenguaje —por ejemplo, utilizar frases alternativas a ‘Deja de llorar’ para cuidar la autoestima de tus hijos— y eligiendo bien las frases que salen por nuestra boca. El propio Álvaro Bilbao pone dos ejemplos: “Cuando hay un problema mamá tiene siempre las mejores ideas” y “Papá es muy divertido, ¿y sabes qué? Hacernos reír es su forma de decir ‘Te quiero’”.

Como ves, son dos frases que parten de contextos cotidianos que los adultos a menudo no solemos reforzar con palabras de elogio. Sin embargo, en contextos similares pero en clave negativa nos cuesta mucho menos abrir la boca para criticar. Y es justo lo que aconseja cambiar Álvaro Bilbao: por eso es tan importante elogiar a tu pareja delante de los hijos. Por el mismo motivo que es trascental utilizar más a menudo con los niños frases que sientan como un abrazo.

Una pareja feliz con su hijo
Una pareja feliz con su hijo (RG)

Las discusiones son un estresor biológico para padres e hijos

Cuando Álvaro Bilbao insiste en la importancia del elogio delante de los niños no lo dice para que juguemos un papel ‘happy flower’ de la vida. Lo dice para que pongamos en valor esas actitudes que por dentro estamos valorando de forma positiva pero que no somos capaces de agradecer o reconocer hacia afuera. 

Y no se trata tampoco de evitar a toda costa la crítica o la discusión, porque será inevitable, pero sí de evolucionar nuestro lenguaje hacia un sentido más positivo. Y eso implica también reducir las discusiones, sobre todo en presencia de los niños. 

No hay que olvidar, como destaca el propio Álvaro Bilbao, que las discusiones son estresores biológicos que comparten adultos y niños. A nadie le gustan, tampoco a quienes no les importa meterse en debates intensos. Y no gustan, defiende el neuropsicólogo, porque “las discusiones y los conflictos interpersonales son una de las situaciones que más aumenta los niveles de cortisol (la hormona del estrés)”

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De hecho, agrega Álvaro Bilbao, “la mayoría de personas no tienen que estar involucradas en una discusión para sentir este estrés…. les basta con escuchar una discusión para que todos sus alarmas se disparen”. Esto significa, concluye el experto en el cerebro de los niños, que las discusiones en pareja delante de los peques no solo son estresantes para los adultos, sino que también lo son para nuestros hijos e hijas, espectadores aparentemente pasivos de la escena. Y al revés ocurre cuando los que discuten son los hijos entre ellos. 

Según Álvaro Bilbao, si los padres discuten en presencia de sus hijos, estos suelen sentir y pensar algo parecido a esto: “Odio cuando mis padres discuten. Me duele escuchar que se hablan mal, me siento vulnerable y si gritan…me siento aterrorizado”.

Por ello, a modo de conclusión, Álvaro Bilbao comparte un último consejo: “Antes de discutir con tu pareja delante de los niños recuerda que los dos formáis parte de quienes son. Todos los reproches, críticas e insultos que escuchen dejarán una herida abierta en su corazón”

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