En la crianza de los hijos e hijas, en la educación incluso, el concepto de rebeldía se asocia habitualmente con una carga negativa. Se entiende que debemos seguir las normas a rajatabla, ya sea las que imponen los adultos en casa, en la escuela, a nivel social… Y que todo lo que sea salirse del caminito marcado está mal. Pero los niños (y las niñas), niños son. Eso significa que van intrínsecas a su condición sus necesidades de explorar, de conocer los límites, de experimentar, de caminar por lugares sin pisar… Esa rebeldía natral en la infancia, bien entendida, no solo no es mala, según expertos como Álvaro Bilbao, es que es positiva.
El neuropsicólogo más popular de España, Álvaro Bilbao, ha dedicado uno de los últimos post a hacer una defensa del valor, en positivo, de la rebeldía de los niños y las niñas. Pide a los padres el divulgador que respeten dicha condición, y lo hace con rotundidad: “No ahogues la rebeldía de tus hijos”, pide Bilbao.
El motivo de esta afirmación es que, en opinión del experto en el cerebro de los niños, la rebeldía es una condición positiva (cuando entra dentro de lo normal). Dice Álvaro Bilbao, y lo recalca en el citado post, que la rebeldía, a los niños y niñas, “les ayudará toda su vida a disfrutar, reír, luchar y superar obstáculos”.
Es decir, la rebeldía ayuda a los niños y niñas a aprender, a experimentar y a conocerse mejor, y también al entorno que les rodea.

Consejos para gestionar la rebeldía sin ahogarla
Evidentemente, en esto de la crianza de los hijos y de las hijas, también hay muchos grises. De hecho, es el espacio en el que suelen recomendar los expertos a los padres y madres que se muevan en el día a día. La gestión de la rebeldía de los hijos e hijas es otro ejemplo de ello.
No se trata de dejarlos hacer todo lo que quieran por el simple hecho de no ahogar su rebeldía, ya que eso puede llevar a que la situación se descontrole. Por eso, el primero de los consejos que Álvaro Bilbao pone para gestionar la rebeldía de los hijos e hijas sin ahogarla es poner límites de forma respetuosa.
Puedes seguir las siete reglas de oro de Álvaro Bilbao para poner límites sin dramas o no, pero es importante que este trabajo se haga, y se haga de forma adecuada. ¿Y cuál es el equilibrio ideal en esta tarea? Esta reflexión del propio Álvaro Bilbao puede ayudarte: “Pon límites con claridad y firmeza pero sin hacerles sentir culpa porque jugar y experimentar son su principal trabajo”, dice.

Además de este consejo, el neuropsicólogo comparte dos tips más para la gestión de la rebeldía de los hijos e hijas sin llegar a ahogarla. Uno es el tono con el que nos dirigimos a ellos y ellas cuando tratamos de corregir algún comportamiento determinado: “Corrígeles… sin avergonzarlos”, apunta al respecto.
Y el otro es mostrarles, poco a poco, aprovechando las situaciones cotidianas, para enseñarles las normas. “Enséñales que las normas sirven para protegerlos no para someterlos”, recomienda Álvaro Bilbao.
Hábitos desaconsejados para gestionar la rebeldía
Además, en otro post divulgativo, Álvaro Bilbao incide también en esa forma de comunicarse con los hijos e hijas, de educar a fin de cuentas, en la que se busca controlar al menor, su rebeldía incluida, mediante la anulación.
Pone los siguientes ejemplos al respecto el neuropsicólogo, ejemplos de mensajes, de frases, que les anulan, les hacen vulnerables, aunque te sirvan para tomar el control a corto plazo. Frases y palabras que el propio Álvaro Bilbao evita en casa para que sus hijos crezcan con autoestima".
Frases que niegan al niño sus emociones
Por ejemplo, “no seas llorón”. Estas frases, dice Bilbao, “les hacen dudar de quienes son y lo que sienten”.
Frases que ridiculizan
Como “Eres un blando”. Les llevan a “no expresar sus sentimientos por miedo a sentir vergüenza”, advierte Álvaro Bilbao.
Frases que les excluyen
“No te quiero” es un ejemplo de este tipo de frases. “Tienen que renunciar a sí mismos para ganarse el afecto de los demás”, dice Bilbao sobre lo que sientes los peques que escuchan este tipo de frases.

Frases que provocan miedo.
“Te voy a pegar”. Este tipo de frases hacen que el niño o niña “Se sienta vulnerable, asustado e hipervigilante a las reacciones de los demás”, reflexiona Álvaro Bilbao.
Frases que te victimizan:
“Me sacas de quicio”. Para Álvaro Bilbao, estas frases “promueven la codependencia”.
En esta noticia te contamos las claves de Álvaro Bilbao para educar sin que los hijos sean codependientes.