¿Qué aprenden tus hijos viendo dibujos animados como Doraemon? Un estudio revela su impacto en los valores éticos

Un estudio realizado en España demuestra que los dibujos animados con estructura narrativa como Doraemon ayudan a los niños a identificar mejor los valores éticos y a desarrollar habilidades narrativas.
Niño viendo dibujos
Lo que ven sus ojos también construye su mundo interior: los dibujos animados importan (Midjourney-RG) - Niño viendo dibujos

Doraemon, el entrañable gato cósmico que acompaña a Nobita en sus aventuras escolares, lleva décadas instalando su particular visión del mundo en millones de hogares. No en vano, es una de las series de dibujos animados más longevas que existen: se han emitido capítulos nuevos sobre el manga escrito e ilustrado por Fujiko F. Fujio desde los años 70. Pero no es nuestro objetivo centrarnos exclusivamente en esta serie de dibujos animados que gusta a pequeños y mayores, sino utilizarla como excusa para tratar el contenido de un interesante estudio científico realizado en España sobre la narrativa de las series estructuradas como Doraemon, con el esqueleto clásico de inicio, nudo y desenlace.  

El estudio en cuestión es una investigación publicada en Anales de Psicología que se propuso concretar qué valores y beneficios aportan los dibujos animados. En concreto, investigó cómo la estructura narrativa de los dibujos animados –si cuentan una historia con inicio, nudo y desenlace, o si simplemente acumulan escenas de acción sin conexión aparente– influye en la capacidad de los niños y niñas para identificar valores y contravalores (como la justicia, la amistad o la violencia), y en su habilidad narrativa al contar lo que han visto.

Los resultados son contundentes: los niños y niñas que vieron un episodio de Doraemon (estructura narrativa) recordaban mejor lo ocurrido, eran más capaces de organizar la historia y detectaban más valores éticos, frente a quienes vieron un episodio de Código Lyoko, la serie utilizada como ejemplo de estructura no narrativa para el desarrollo del estudio. 

Estas conclusiones son extrapolables a otras series de dibujos, de uno y otro tipo. Y demuestra que, en caso de que los niños y niñas vean la televisión, importa mucho no solo el cómo se ve —concentrados en la tarea o con la pantalla puesta de fondo—, sino también el qué se ve.

El estudio aborda cómo influyen en los niños dos tipos de dibujos en función de la estructura
El estudio aborda cómo influyen en los niños dos tipos de dibujos en función de la estructura (Midjourney - RG)

Doraemon, un aprendizaje en valores éticos

El estudio fue dirigido por las investigadoras Eider Oregui y Ana Aierbe, de la Universidad del País Vasco, y por Jesús Bermejo, de la Universidad de Valladolid. Se publicó en 2019 pero sus conclusiones siguen plenamente vigentes: no en vano, el pediatra Gonzalo Oñoro, divulgador en redes sociales a través de Dos pediatras en casa, destaca que las series como Doraemon “tienen una estructura narrativa clara: inicio, nudo y desenlace, y eso favorece la atención sobre el menaje que están recibiendo, lo que redunda en la comprensión emocional y el pensamiento de lo que está bien y lo que está mal”. 

Esta conclusión es la que plasman en sus conclusiones los citados investigadores tras evaluar 186 alumnos de entre 7 y 13 años de tercero y sexto de Educación Primaria, pertenecientes a centros educativos públicos y concertados en la provincia de Gipuzkoa. Los menores fueron divididos en dos grupos: unos vieron un episodio de Código Lyoko, caracterizado por saltos temporales, ruido visual y una estructura desordenada; y otros vieron La bombona de energía emocional, un capítulo de Doraemon con estructura clásica de cuento.

Después del visionado, se les pidió que contaran con sus propias palabras lo que habían visto, utilizando una técnica conocida como retelling. A partir de sus relatos se analizaron múltiples variables: desde cuántas secuencias recordaban, hasta qué tipo de valores mencionaban, qué conectores causales y temporales usaban, o cuán compleja era su narración.

Los resultados, analizados mediante regresión estadística, mostraron que la estructura del contenido fue el predictor más determinante, por encima de factores personales como la edad, el sexo o el nivel atencional del alumno. “Los que veían Doraemon no solo narraban mejor lo que habían visto, sino que identificaban más valores como la amistad, la generosidad y la empatía”, concluye el doctor Oñoro citando el estudio.

UN niño ve dibujos en casa solo
La mirada atenta de un niño frente a la pantalla puede esconder mucho más de lo que imaginas (Midjourney - RG)

Aplicaciones del hallazgo en la crianza

El estudio demuestra que los dibujos animados también pueden enseñar cosas a un niño o niña igual que lo hace ver una película en familia o leer un libro. Este hallazgo, por lo tanto, tiene implicaciones importantes para la crianza y la educación mediática de nuestros hijos e hijas porque es innegable el peso de las pantallas en el ocio de los menores de edad.

La televisión, YouTube o las plataformas de streaming forman parte del entorno natural de la infancia, y no basta con saber qué contenido están viendo, sino cómo está contado ese contenido. Es esencial vigilar y filtrar qué contenido ven y, a poder ser, verlo en familia. En cualquier caso, queda claro con este estudio que la forma narrativa de Doraemon favorece que los niños comprendan mejor las intenciones de los personajes, los conflictos, las consecuencias de las acciones y, por tanto, desarrollen una visión más rica y ética del mundo.

En cambio, los contenidos más fragmentados, cargados de estímulos visuales pero sin coherencia narrativa (como Código Lyoko, Power Rangers o algunos contenidos de TikTok), pueden dificultar este tipo de aprendizajes.

La investigación también mostró que las niñas tendían a usar más conectores causales y a identificar más valores socioafectivos que los niños. Este dato podría invitar a reflexionar sobre las diferencias de socialización por género desde edades tempranas.

Más allá del entretenimiento: la televisión infantil como herramienta narrativa y educativa.
Más allá del entretenimiento: la televisión infantil como herramienta narrativa y educativa. En ello profundiza el estudio que nos ocupa (Midjourney - RG)

Consejos prácticos

Este estudio nos da argumentos sólidos para orientar mejor las decisiones sobre el consumo audiovisual de nuestros hijos. Aquí van algunas ideas:

  • Opta por contenidos con estructura narrativa clara: cuentos animados, series como Doraemon o incluso Bluey, serie de moda que tendrá su película próximamente, que presentan situaciones con planteamiento y resolución.
  • Comenta con tu hijo lo que ha visto: preguntarle qué ha pasado, qué pensaban los personajes, cómo terminó… es una forma poderosa de reforzar su comprensión ética y narrativa.
  • Evita la sobreexposición a contenidos sin hilo argumental: no porque sean “malos”, sino porque pueden saturar de estímulos sin generar reflexión ni aprendizaje.
  • Hazle contar la historia: esta simple actividad mejora su habilidad narrativa y refuerza la identificación de valores.

Referencias

  • Eider Oregui, Ana Aierbe, Jesús Bermejo. Habilidad narrativa e identificación de valores y contravalores en dibujos animados por alumnado de Educación Primaria. Anales de Psicología, 2019, vol. 35, nº 2, pp. 269–279. DOI: 10.6018/analesps.35.2.331441

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