Hay niños más nerviosos que otros, que siempre parecen un terremoto de energía y a los que les cuesta controlar la impulsividad. También son frecuentes los enfados, la frustración y la impotencia ante no saber controlar la emoción que se está sintiendo y cuando todo esto aparece, ayudar al peque a que se relaje y recupere la calma no es tarea fácil, por eso, hay algunos recursos que pueden sernos de ayuda, como la técnica del globo. Eso sí, se recomienda utilizarla a partir de los 7 años, para que puedan entenderla y resultar efectiva. Además, para ponerla en práctica se necesita un globo y recordamos que se desaconseja que los niños menores de 5 años jueguen con globos.
¿En que consiste la técnica del globo?
Para llevarla a cabo necesitamos un globo, si es de un color llamativo mejor. Debemos explicarle al niño que cuando está nervioso o muy agitado en realidad es como si fuera ese globo que tiene delante.
Debemos comenzar a inflar el globo, mucho, tanto que estalle (eso sí, debemos haber avisado antes al niño de lo que vamos a hacer para que no se asuste). Debemos explicarle al peque que a nosotros nos pasa como a ese globo, nos vamos inflando cuando nos vamos alterando, enfadando o estresando, hasta el punto de que llega un momento en el que estallamos, en el que no sabemos controlarnos.
A continuación, debemos pedir al niño que infle él otro globo, despacio, que entre bastante aire, pero sin llegar a romperse y, después, le pedimos que vaya dejando salir el aire del globo despacio, poco a poco, no de golpe para evitar que salga disparado.
Una vez hecho esto, le pedimos al niño que cierre los ojos e imagine que es ese globo: debe respirar profundamente, todo lo que pueda, hasta que sienta que no puede coger más (como si estuviera a punto de estallar, al igual que el globo) y después ir soltando el aire por la boca lentamente (como hizo anteriormente al desinflar con cuidado el globo). Es el momento de explicarle que si, cuando se siente nervioso, agitado y muy alterado piensa que es un globo y repite ese mismo ejercicio de respiración, le podrá venir bien para calmarse y relajarse, sin llegar a estallar.
Puede ser muy útil hablar con el niño y pedirle que nos cuente situaciones en las que se haya sentido a punto de estallar, como ese globo, puede haber sido por una pelea o enfado en el cole, por una discusión con sus hermanos o cualquier otro motivo. De esta manera, el niño relacionará el globo con emociones y situaciones que le hacen caer en la impulsividad y podrá poner en práctica el ejercicio de respiración practicando cuando le suceda.
¿Para qué sirve?
La técnica del globo, como ya hemos dicho, es muy útil para tratar de ayudar a los niños a calmarse o a relajarse ante situaciones en las que se encuentran muy agitados, nerviosos, enfadados, frustrados o sobrepasados. Sin embargo, también tiene otros beneficios:
-Ayuda a controlar mejor la respiración.
-Permite que el niño tenga una mayor percepción de su propio cuerpo.
-Estimula la psicomotricidad.
-Fomenta un mayor control sobre la concentración.
- También ayuda a que el niño vaya familiarizándose con su propio temperamento, descubriendo límites e identificando qué cosas le hacen enfadar o perder la calma.
Los niños son niños
No debemos olvidar que los niños son niños y que están en pleno desarrollo, no podemos pretender que tengan un control de las emociones y unas herramientas para gestionarlas que, en muchos casos, ni los adultos logramos tener. Los niños van a llorar, gritar, se van a enfadar y van a tener rabietas y debemos aceptar y entender que son fruto de la frustración y validar esa emoción. Eso no significa que debamos estar de acuerdo con esa forma de reaccionar, pero lo que debemos intentar es ofrecer al niño herramientas para afrontar esas situaciones.
También válida para adultos
Hemos comenzado diciendo que los adultos, en muchas ocasiones, también nos sentimos desbordados y tenemos dificultad para controlar nuestra frustración y ansiedad, por eso, esta técnica también es apta para adultos. Visualizarnos como ese globo a punto de estallar nos puede ayudar a respirar a tiempo.