Está demostrado que trabajar la educación emocional en la infancia ayuda a criar niños emocionalmente sanos, con gran autoridad para tomar decisiones, con autoestima, con capacidad de afrontar situaciones más o menos difíciles y, por supuesto, con empatía y autonomía.
Pero, eso sí, aunque es muy importante que se incluya dentro del currículo escolar una asignatura de educación emocional (cosa que ya está haciendo en algunas comunidades autónomas como Canarias) también es necesario no perderlo de vista en casa.
Y aquí viene lo difícil: de acuerdo a las palabras del psicólogo infantil Rafael Guerrero, para poder ofrecer una buena educación emocional a nuestros hijos, primero deberemos estar bien educados emocionalmente nosotros. Y, lamentablemente, gran parte de la población adulta actual no lo está del todo. ¿Por qué? Pues porque antes, muy a nuestro pesar, no se daba tanta importancia a esta rama de la inteligencia y, por tanto, nuestros padres no lo hicieron bien.
Por suerte, es algo que se puede corregir con terapia psicológica, la cual, de acuerdo a los expertos, habría que comenzar cuando nos ponemos a buscar un embarazo o incluso antes. Porque, más allá de los beneficios que tendrá sobre nuestro hijo, estar educado en emociones mejorará mucho nuestra vida como adultos y la forma en la que nos enfrentemos a situaciones difíciles.
Educar en emociones desde casa no es nada complicado. Podemos hacerlo con tareas cotidianas, intentando manejar las rabietas con estrategias ( aquí te damos algunas opciones) y, por qué no, también con juegos.
Son muchos los estudios científicos y los expertos que aseguran que el juego es el mejor vehículo conductor del aprendizaje en la edad infantil. De hecho, está considerado como uno de los derechos esenciales de la infancia. Y es que, los peques no conciben que cuando juegan también pueden estar aprendiendo y lo hacen sin darse cuenta. Nosotros podemos aprovechar para enseñarles lo que es la empatía, lo que es la simpatía o por qué tienen derecho a enfadarse y a estar tristes.
Para conseguirlo hemos recopilado un montón de juegos que os pueden ayudar a trabajar las emociones desde casa.
Dibujar cada emoción
Se trata de una actividad muy sencilla que no requiere casi de ningún material para llevarla a cabo. Colocaremos al peque delante del espejo y le pediremos que exprese las diferentes emociones en su cara. Cada una de ellas las irá, además, dibujando en un papel y después tendrá que decir en qué momento se siente así.

Responder a una acusación
En el portal Psicología y Mente hemos encontrado una actividad perfecta para niños. Leerás en voz alta este fragmento: “Pepe va andando por el parque cuando, de repente, se encuentra con su amigo Rafa. Cuando va a saludarle, Rafa comienza a gritarle diciendo que le ha hecho quedar muy mal con los otros chicos de su barrio, que Pepe tiene la culpa de todas sus desgracias…” y aquí acaba la historia. Ahora tu hijo tendrá que pensar cómo la terminaría y, ante su respuesta, le otorgaremos una explicación: si es partidario de optar por el conflicto le diremos por qué no está bien, mientras que si cree que es más conveniente optar por la vía pacífica, hablaremos sobre por qué esto es lo que debería hacer.

Fichas de las emociones
En varias tarjetas o trozos de papel escribiréis una emoción distinta. Después, dejaréis que el niño vaya escogiendo cartas sin mirar y, cada vez que coja una, tendrá que expresar en su rostro la emoción que se describe en la carta elegida. Así, podéis aprovechar cada una para hablar de la emoción en concreto.

El diccionario de las emociones
El blog Club Peques Lectores recomienda una actividad de lo más chula para casa. Se trata de crear un diccionario de las emociones, algo que pueden hacer los niños a partir de dos años. Tal y como ellos mismos explican, consiste en coger fotos de personas o dibujos expresando diferentes emociones y pedir a los niños que identifiquen cada una y que clasifiquen las imágenes.Por ejemplo, podéis coger las diferentes fotos e ir pegándolas todas en una libreta, añadiendo el nombre de cada emoción debajo. Mientras lo hacéis, podéis aprovechar para hablar de esa emoción (cómo se puede sentir, cuándo la puede sentir,…)

Emociones y música
Quizás esta actividad es perfecta para niños que ya tienen un poquito más desarrollado el sentido emocional. Tendréis que elegir diferentes piezas de música (una lenta, otra más rápida,…) y pedir que el niño identifique qué emoción le suscita cada canción. Así, debería conectar la canción alegre con la alegría, la triste con la tristeza o la rápida con el miedo. Aunque, claro, la última palabra la tendrá él.

Cajita come-miedos
El miedo es una de las emociones a los que los niños prefieren no enfrentarse. Causa sensaciones nuevas y desagradables para ellos. Por eso, existen cuentos y actividades que pueden ayudarles con esta cuestión, como es el caso de ‘La cajita come-miedos’. Se trata de un cuento que habla de Guille, un niño que tiene muchos miedos y que intenta combatirlos y superarlos gracias a una cajita que los devora todos.Así desde el portal Eres Mamá, animan a todas las familias a construir su propia casita come-miedos. ¿Cómo hacerlo? Habrá que decorar una caja de cartón que pueda abrirse y cerrarse con colores y figuras que gusten a los niños. Cuando tengan un temor, lo dibujarán en un papel y lo meterán por la ranura de su cajita que se comerá el papel y, con él, acabará también con ese miedo tan desagradable.

Cuentos sobre emociones
¿Qué no ayudará a trabajar la lectura? Como en otros muchos campos, es perfecta para ayudar a los niños a reconocer y controlar sus emociones. Los cuentos sobre la temática ascienden casi al infinito, así que no os será complicado encontrar el perfecto para vosotros en una librería. Os damos un montón de ideas aquí.

Juegos de mesa
Existen multitud de juegos de mesa, diferenciados por niveles, para trabajar las emociones tanto en casa como en el aula. Algunos son un poquito más complicado e integran tableros, barajas de cartas u otros enseres. Otros, sin embargo, solo ofrecen unas cuantas fichas y usar la imaginación de los peques. Si quieres ideas sobre juegos de mesa para trabajar las emociones, las encontrarás en esta galería.

Manualidades para trabajar las emociones
Las manualidades son una de las actividades preferidas por los más pequeños así que nada como aprovecharlas para educar en emociones. En esta galería encontrarás un montón de ideas para hacer con materiales que todos tenemos por casa.

Teatro Monstruos de los Colores
Uno de los libros actuales de referencia sobre educación emocional es, sin duda, el Monstruo de los Colores. De hecho, son muchos los niños que identifican cada emoción con un color gracias a él.Este cuento hace poco se convirtió en teatro de Kamishiabi y todos los podéis conseguir para continuar con el aprendizaje desde casa. Se trata de un teatro de papel (de ahí su nombre) que cuenta la historia del Monstruo, pero en un formato diferente. Así los niños también podrán participar de la historia y podremos hacer más atractiva la narración oral.
