La paga semanal: pros y contras
Hay veces que no sabemos si darles la paga es bueno o malo. Como todo, si lo hacemos de forma correcta, reforzaremos en nuestros hijos actitudes positivas.
Según los niños se van haciendo mayores, también se les va exigiendo más responsabilidades. En casa, por ejemplo, intentamos que tengan la habitación recogida. Sin embargo, hay papás que tienden a recompensar estos gestos.
Ante ello, aparece un debate, ¿cuál es la recompensa? ¿Les damos dinero? ¿Les damos una paga por hacer sus tareas? ¿No les damos nada porque es su obligación?
Aparecen distintas respuestas, sin embargo, lo que sí que hay que enseñar a los niños es a tener sus propias obligaciones y a cumplirlas. El hecho de llevarlas a cabo, no tiene por qué ser objeto de recompensa, sino que es algo que tienen que hacer igual que nosotros, por ejemplo, acudimos a trabajar.
Sin embargo, cuando crecen sí que podemos darles paga, pero no en forma de premio por cumplir su trabajo, sino porque queremos y queremos que aprendan a administrarse sus gastos –aunque estos solo sean las chuches que puedan comprar de vez en cuando-.
Consejos
- Si queremos dar una paga, es importante hacerlo solo si cumplen sus tareas.
- Por otro lado, es conveniente ajustar dicha paga a sus gastos. Obviamente no tienen los mismos gastos un niño de 10 años que un adolescente.
- Hay que enseñarles a que aprendan a administrarse dicha paga.
- Hay que establecer una cuantía fija.
- La cantidad de dinero que les demos no puede ir en función de lo que demandan, pues pueden volverse más caprichosos. La cuantía la elegirán los padres y, como hemos dicho, tiene que ir en función de lo que los papás creamos conveniente.
Otros refuerzos
Está demostrado que los niños, y no tan niños, aprenden mucho más con refuerzos positivos que negativos o castigos. Por eso, si queremos ir delegando en ellos algunas tareas como recoger los juguetes que usan o llevar su plato cuando acaben de comer a la cocina, hay que reforzar estas acciones cuando las haya.
Asimismo, también hay que tener en cuenta que el refuerzo social es mucho más efectivo que el económico.
Además, en cuanto a exigirles tareas hay que hacerles saber que la casa es para todos y de todos, por ello, todos los miembros de la familia debemos colaborar en hacer dichas tareas.
Como hemos comentado, los refuerzos que mejor funcionan son hacer actividades juntos como ir al cine en familia, practicar deportes o incluso cocinar o hacer manualidades.
Asesora: Silvia Álava, psicóloga infantil y autora de 'Queremos que crezcan felices. De la infancia a la adolescencia'.