¿Cómo enseñar a un niño a ver la hora?
Una vez el niño cumple los 4 o 5 años de edad es normal que muestre cierto interés por aprender la hora. Si es tu caso, te descubrimos algunos consejos útiles que te podrían ser de mucha ayuda.
Como adultos, damos muchas habilidades que damos por sentado. Pero la realidad es que, de pequeños, tuvimos que aprenderlas a través no solo del trabajo duro, sino también de la perseverancia. Y aunque ahora nos parezca sencillo decir la hora cuando nos preguntan, es evidente que en algún momento de nuestra infancia tuvimos que aprenderla.
Especialmente en aquellos momentos en los que el niño muestra interés por aprender la hora, existen distintas estrategias y pautas que nos podrían ser de muchísima ayuda a la hora de enseñarle (y nunca mejor dicho).
¿En qué momento podría el niño tener la edad suficiente para saber la hora?
A medida que se desarrolla el cerebro del niño, sus diferentes conexiones neuronales se encuentran mejor equipadas para poder comprender distintos conceptos que, en un primer momento, pudieron ser demasiado avanzados para ellos.
Por ejemplo, la comprensión de la realidad acerca de los peligros y sus posibles consecuencias reales, o la idea de la permanencia de los objetos son desarrollos intelectuales que tendemos a adquirir poco a poco con la edad. Y lo mismo es válido para comprender y decir la hora.
Por este motivo, es normal que nos preguntemos qué edad deberían tener nuestros hijos cuando les enseñemos la hora. Lo cierto es que existen algunas edades clave, aunque nos encontramos ante un proceso incremental; es decir, que se acrecienta y evoluciona con la edad:
- 5-6 años de edad. En un reloj analógico, los niños a esta edad pueden saber cuándo un reloj marca la hora y la media hora, especialmente en un reloj analógico, así como dibujar las horas correspondientes.
- 6-7 años de edad. A partir de esta etapa los niños pueden saber la cantidad de minutos que hay en una hora, y la cantidad de horas que tiene un día. A su vez, también podrían ser capaces de decir y dibujar el tiempo en incrementos de cinco minutos, y comprender el concepto de los cuartos.
- 7-8 años de edad. Es en esta etapa cuando los niños deben poder leer un reloj analógico, utilizando relojes de 12 horas, relojes de 24 horas y los números romanos. Además, también deben poder comparar el tiempo y sentirse más cómodos a la usa de utilizar un vocabulario específico de la hora.
Enseñando al niño a decir la hora
Antes de que nuestro hijo pueda aprender a decir la hora, es necesario que comprenda una serie de conceptos básicos acerca de lo que implica decirla. Para enseñarle esos conocimientos básicos necesarios para leer un reloj, a continuación, te explicamos los procesos útiles a seguir:
Practicar contando hasta 60
Antes de que un niño pueda correr tiene que aprender a caminar. Del mismo modo, antes de que puedan decir la hora deben conocer todos los números que tiene la hora, hasta llegar al 60.
Para ello, podemos ayudarnos a que lo aprendan pidiéndoles, por ejemplo, que lean los números existentes en una tabla, los escriban y / o los reciten de memoria.

Niño aprendiendo la hora
Descomponiendo el tiempo
Antes de entrar en los detalles de la esfera de un reloj, podemos comenzar con el concepto general de tiempo: mañana, tarde y noche. Inicialmente, por ejemplo, podemos hablar de actividades que ocurren en ciertos momentos del día. Por ejemplo, “nos vamos a dormir por la noche”, “desayunamos por la mañana” o “merendamos por la tarde”.
Luego, podemos pasar a preguntarle cuándo ocurren ciertas cosas, lo que empieza con la idea de bloquear y dividir el tiempo en diferentes secciones.
Familiarizándolo con la duración del tiempo
Para que el niño empiece a comprender el paso y el seguimiento del tiempo, es aconsejable adoptar el hábito de señalar cuánto tiempo tardan las cosas cotidianas del día a día, como desayunar, lavarse los dientes o cuánto tiempo faltaría para salir de casa.
Una opción muy útil es programar algunas actividades favoritas de nuestro hijo con la finalidad de ayudarlo a comprender el paso del tiempo. Por ejemplo: indicarle que su programa de dibujos favorito empezará dentro de 20 minutos, y configurar un cronómetro que pueda seguir y ver.
Evitando la hora digital
Hoy en día nos encontramos rodeados de relojes digitales: en el ordenador, televisor, teléfonos móviles y los despertadores de la mesita de noche. Sin embargo, en realidad es muchísimo más sencillo aprender a decir la hora con la ayuda de un reloj analógico que con uno digital. Por tanto, es de vital importancia que, durante el proceso inicial de aprendizaje, empecemos únicamente con la versión analógica.
¿Por qué? Muy sencillo: los relojes analógicos tienden a prestarse a una mejor comprensión del tiempo, debido principalmente a que sus manecillas se encuentran en constante movimiento. Además, el impacto visual de la propia esfera del reloj es de bastante utilidad para facilitar la comprensión.
Cómo empezar a practicar con la hora
Es sumamente recomendable empezar a hacer un hábito señalar la hora en un reloj en aquellos momentos en que ocurren eventos importantes a lo largo del día, y presentar cómo es esa hora. Seguidamente, podemos pedirle al niño que nos diga cómo sería esa hora determinada. Por ejemplo, “¿Cómo se verá el reloj a las 2 en punto?”, o “¿Cuándo es la hora de jugar?”.
Una vez establecidos estos conceptos básicos podemos dejar que nuestros hijos recuerden cuándo es el momento de hacer algo en concreto. De esta manera podrían captarlos con mayor facilidad, especialmente cuando esperan esa determinada actividad con ansias.
Otra opción ideal es hacer un modelo de reloj casero, con la ayuda de un plato de papel y unos palillos de madera largos que podrían servir de manecillas, manteniendo en todo momento un reloj analógico a nuestro lado para utilizarlo con referencia.