Una de las cosas que prácticamente odian todos los que son padres (o los que están en edad de serlo) es que les pregunten continuamente si quieren tener hijos. Y si ya los tienen, entonces la pregunta odiada es la de ‘¿no vas a darle un hermanito o una hermanita?’.
Cada persona y cada familias tiene sus ritmos, sus condiciones y sus deseos y no deberían recibir ni comentarios ni mucho menos juicios que nadie ha pedido.
Sin embargo, este tipo de preguntas está más que integrado en nuestra sociedad y el último en ser víctima de ello ha sido el tenista Rafa Nadal que, además de ser preguntado si se plantea volver a ser padre, también ha tenido que responder a la pregunta de si cambia o no pañales a su hijo recién nacido.
Sí, los padres también cambian pañales
antes de hacer la pregunta del millón, los periodistas preguntan al tenista, entre otros, qué representa el cielo para él. Y este da una respuesta digna de admirar: “Para mí es, básicamente, salud, familia, amigos y ya está, después, lo demás, son cosas a las que los demás se pueden adaptar; y no digo salud porque me hayan operado ahora, me refiero a salud en general”, argumenta sin dar demasiados detalles.
Pero, después de esa comenzaron las preguntas que dejan en evidencia que todavía tenemos mucho que trabajar como sociedad: “¿Cambias pañales?” Le preguntaron en un momento dado. “Sí, también, todo muy bien”, respondió el tenista con media sonrisa en la boca.
Una respuesta que muestra, una vez más, que los roles en la crianza están cada vez más borrados (por suerte). Tal y como decía hace unos días la psicóloga infantil Úrsula Perona a Ser Padres, ahora los padres están mucho más involucrados en la crianza de sus hijos y, mientras hace unos años era muy raro ver a ambos progenitores en consulta o en las reuniones del cole, lo raro ahora es no ver esa escena.
La polémica con la pregunta ha llegado, incluso, a Twitter, donde algunos de los usuarios han cuestionado el verdadero fin de la misma.
1674480450780143623“¿Te gustaría ser padre por segunda vez?”
Y, después de una pregunta un tanto incómoda, llegó la otra pregunta del millón: si le gustaría ser padre por segunda vez. Aunque en esta ocasión no hubo ninguna media sonrisa en la cara de Rafa Nadal, y tampoco respuesta alguna. Al menos, verbal.
Y es que, su reacción fue terminar en ese momento la ronda de preguntas y alejarse de los micrófonos.
