La reducción de estudiantes por clase tiene beneficios positivos y significativos. Esta es la conclusión de un estudio publicado este 14 de octubre en la revista Bulletin of Economic Research. El estudio ha sido elaborado por investigadores españoles de la Universidad Carlos III durante los años de la pandemia en dos colegios de Extremadura.
Las restricciones que conllevó la pandemia de la COVID-19 obligó a disminuir las ratios de alumnos por aula, dejando aulas entre 16 y 20 niños y niñas de media en los colegios españoles. Es una bajada que, en los dos centros protagonistas del estudio, uno público y otro privado, osciló entre el 33% y el 40%. En la línea de lo que representó en el resto del país.
En ellos, los investigadores, Jesús Carro y Pedro Gallardo, recogieron datos durante el curso 2020-2021. La muestra analizada fue de 250 estudiantes con edades comprendidas entre 9 y 12 años, respalda dicha petición. “Los datos se recopilaron de tres fuentes diferentes. En primer lugar, las calificaciones (notas) de los estudiantes del primer semestre (de septiembre a diciembre) de los años escolares 2019/2020 (antes de la pandemia) y 2020/2021 se recogieron de los expedientes académicos oficiales. A partir de estos datos, se calcularon nuestras tres variables de resultado: (i) el promedio de calificaciones (GPA) de cada estudiante y las calificaciones en (ii) matemáticas y (iii) español”, señalan los investigadores en la exposición de los antecedentes del estudio.
La comparativa de datos entre dos cursos distintos, prepandemia y de pandemia, tiene como objetivo aislar los datos obtenidos de los factores menos convencionales que se vivieron en el entorno educativo a consecuencia de la pandemia que vivimos en todo el mundo. Además, escogieron períodos trimestrales que no fueran los finales para aislar también los resultados del factor final de curso, cuando el alumnado se juega la nota final y, en muchos casos, la promoción al siguiente curso escolar.

Resultados de la investigación
La investigación refleja, por ejemplo, una mejora generalizada en las calificaciones del alumnado de quinto y sexto de Primaria de los centros escolares extremeños que formaron parte del estudio. En concreto, en lengua castellana, la mejora fue de 0,3 puntos (en una escala de 0 a 10, que es como se ponen notas en los centros educativos españoles), y en matemáticas, de 0,27 puntos. Tal y publica el diario El País, según Jesús Carro, profesor de Economía de la universidad Carlos III y uno de los autores del estudio, puntualiza que estos cálculos están situados en “la costa inferior de mejora”, por lo que se trata de una estimación conservadora.
La conclusión de los investigadores es que la insistencia de los docentes y especialistas en educación en la bajada de ratios está justificada. “Nuestra conclusión es que esta política sirvió, al menos, para compensar los efectos negativos de la pandemia y fue un acierto aplicarla”, afirma Carro en El País, especialista en economía de la educación. “Concluimos que la reducción en el tamaño de las clases sirvió, en promedio, para al menos compensar los otros efectos negativos sobre el aprendizaje. Nuestros hallazgos también señalan la importancia de evaluar la calidad de los maestros adicionales nuevos e inexpertos que deben contratarse al implementar una reducción general del tamaño de las clases”, añade, en este caso en la introducción del estudio.
Una novedad reseñable, el contexto socioeconómico del alumnado
La investigación realizada por el equipo de profesionales españoles de la universidad Carlos III también refleja una novedad destacable sobre el impacto que tiene la bajada de ratios en función del origen socioeconómico del alumnado.
La elección de los dos colegios analizados no fue casual, ya que uno es un centro educativo público y el otro es privado, pero en ninguno de los casos hay un porcentaje alto de alumnado con dificultades socioeconómicas. Este detalle es novedoso porque muchos estudios anteriores habían dejado constancia de los beneficios de la bajada de ratios en grupos con estudiantes con un entorno social con dificultades. “Es una novedad que aparezca un efecto positivo y significativo para este tipo de alumnos (que no tienen dificultades socioeconómicas reseñables), ya que la mayoría de los efectos positivos se habían encontrado hasta ahora en alumnos de entornos más desfavorables”, dice Carro en el citado periódico.

Además, es si cabe más reseñable esta conclusión de la investigación realizada a partir de los datos de dos colegios ubicados en una población media de Extremadura porque los 250 alumnos de los que se ha recogido información tenían un rendimiento académico previo “en la media, o, en todo caso, un poco por encima”, según los investigadores.
Este es uno de los primeros estudios prácticos, con datos obtenidos sobre el terreno, en entornos educativos reales, que se han hecho en España para medir el impacto de la bajada de ratios en las aulas.