Ser Padres

"Si te pegan, pega” solo perpetúa los comportamientos violentos

"Para erradicar el bullying debemos cambiar nuestra manera de educar", según Tanía García, educadora experta de Edurespeta quien imparte talleres gratuitos de la Escuela Sprinter para frenar esta lacra social. Nos enseña las "claves para educar con respeto, que no signfica educar en el libertinaje".

¿Qué podemos hacer los padres para frenar el bullying? ¿Cómo podemos prevenir esta espantosa situación? La clave está en "educar con respeto, que nada tiene que ver con educar en el libertinaje", explica Tanía García, educadora experta de Edurespeta. "Para erradicar el bullying debemos cambiar nuestra manera de educar", añade y nos alerta que desde "el primer ápice de duda de que nuestro hijo lo puede estar pasando mal en el colegio, debemos actuar". Nunca, ni padres ni maestros, "debemos permitir frases como si te pegan, pega”, sentencia la autora de Guía para madres y padres imperfectos que entienden que sus hijos también lo son, ya que"solo conseguiremos perpetuar los comportamientos violentos". Hablamos con ella con motivo de la “Escuela Sprinter”, una plataforma de talleres gratuitos para padres y madres impartidos por ella bajo el título La educación en el respeto como herramienta para prevenir y tratar el bullying.

¿Qué es educar en el respeto?

Tratar a los hijos como nos gusta ser tratados. Educar con sentido común, coherencia, amor y empatía. No hay que confundir nunca el educar con respeto con una educación basada en el libertinaje, sin límites ni “mundos de color de rosa”. Simplemente es integrar que la educación y la guía que necesitan nuestros hijos, es una educación con la que aprendan a respetarse a sí mismos y al resto y esto solo puede conseguirse respetándolos.

¿El bullying es una lacra que ha aumentado actualmente por la pérdida de valores o antes no se prestaba atención a este problema?

El acoso escolar ha existido siempre. Es una lacra precisamente porque no logramos quitárnosla nunca, va en aumento y cada vez las consecuencias y circunstancias son peores. La única herramienta real que tenemos para poder erradicarla es, precisamente, cambiando nuestra manera de educar. Abandonar el adultismo, en el que únicamente se piensa en el bienestar y necesidad adulto, y empezar a pensar y comprender las necesidades y etapas de los niños.

¿Qué podemos hacer los padres para prevenir el bullying?

En los talleres gratuitos de la Escuela Sprinter sobre 'Educación respetuosa como herramienta para prevenir y tratar el bullying', que Edurespeta va a realizar junto a Sprinter, trataremos todos estos temas profundamente. Tanto los padres como los profesionales del mundo educativo, y la sociedad en general, tenemos mucho por hacer. El presente y el futuro de nuestros hijos y del mundo, está en nuestras manos.

¡Pongamos un caso práctico! Si a mi hijo le pegan en el colegio y los profesores no le hacen caso, ¿qué hago como padre? El corazón me dice que le aliente a que se defienda.

Los padres deben tomar medidas desde el primer momento. Ante el primer ápice de duda de que nuestro hijo lo puede estar pasando mal en el colegio, debemos actuar. Nunca cosas como: “no me han dejado jugar con ellos en el patio”, “me han roto el estuche”, “se han reído de mis gafas”, “me han empujado en las escaleras”, etc. Son normales. Nunca. Debemos reunirnos con los profesores y tomar medidas. Los hijos necesitan protección, guía y defensa. Lo mejor que les podemos decir a nuestros hijos en estos casos es precisamente que busquen a un adulto, que pidan ayuda a una persona adulta. Jamás debemos fomentar la violencia en nuestros hijos, el “si te pegan, pega” solo perpetúa los comportamientos violentos. La violencia y el maltrato entre iguales nunca debe ser tolerado justificándolo con, por ejemplo “son cosas de niños”. Amenazar, ignorar, etiquetar, manipular, insultar, chantajear, burlarse… entre otras, nunca son cosas de niños. Hay que defender a los hijos en todas las situaciones, y hacerlo siempre desde el respeto, el diálogo, la coherencia y la empatía.

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educar en el respeto

Prevenir el bullying comienza desde casa ¿verdad? Cuando nosotros los padres nos faltamos el respeto discutiendo, entre otras cosas. ¿Qué estrategias podemos llevar en casa para vivir en un ambiente de empatía y respeto?

El tema va mucho más allá. Tendemos a normalizar maneras de educar obsoletas, arcaicas y sin fundamento científico. Normalizamos la comunicación con los hijos basada en los castigos, los premios, los chantajes, las exigencias, los malestares, las órdenes y los gritos, las  etiquetas y las comparaciones, las amenazas... Y esto lo único que hace es que los hijos integren estas maneras de relacionarse como correctas y verán normales estas aptitudes de los demás hacia ellos, así como de comportarse así con los demás.

Por ejemplo, nunca podremos evitar que nuestro hijo haga o sufra bullying cuando le educamos a gritos, ya que los mismos no solo no educan, sino que además generan ansiedad y estrés, falta de autoestima, dificultades de aprendizaje, etc. Además de consolidar el grito como manera comunicativa correcta, tanto de recibirla como de darla. Hay que transformar la realidad de las familias, una realidad que solo sucederá cambiando radicalmente la manera de educar.

¿Qué opinas de esta afirmación” Cuando un padre pega a un hijo no es porque el niño haya creado un problema, es porque el padre lo tiene”?

Como explico en mi libro “Guía para madres y padres imperfectos que entienden que sus hijos también lo son”; los padres no somos perfectos. Pero esto no debe servir de justificación para faltar el respeto a los hijos. Se trata de enseñar a los hijos mediante el ejemplo, el amor incondicional, la empatía, los límites coherentes y necesarios, el respeto y el sentido común. Todo un arte, y como todo arte, conlleva un trabajo y el desechar muchos patrones e ideas preconcebidas. Pero con esfuerzo todo se consigue, impactando directamente en nuestras visas y por ende en las de nuestros hijos y en la sociedad.

¿Por qué el castigo no funciona?

El castigo nunca funciona. Aparentemente puedes decir “pues cuando yo castigo, aprenden la lección y no vuelve a pasar…”. Esto te servirá durante un tiempo, pero las consecuencias negativas emocionales que conlleva se quedan dentro de sí para siempre en ellos, aunque a ti te parezca que te ha resultado.

Cuando se castiga a los niños estos aprenden a actuar y a comportarse de determinada manera solo por sumisión, por temor a que se les niegue aquello que desean. Esto hace a personas sumisas, con necesidad de aprobación de los demás, etc. El castigo genera frustración y rebaja la autoestima, el ver que no confían en ti, que constantemente te cortan las alas, que no te dejan acertar o errar, que no valoran tus estados de ánimo sean cuales sean… te frustra y te genera desconfianza y rabia, así como te dificulta el conocimiento de ti mismo.

Por supuesto, castigar a los niños hace que tengan problemas para relacionarse, ya que no se mueven por intereses intrínsecos, si no por lo que piensan que está bien aceptado socialmente o no.

Vídeo: 4 películas para educar en el respeto

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