No podemos escudarnos en el desconocimiento: tolerancia cero para el maltrato físico y psicológicohacia los niños. La mayoría de las llamadas atendidas por el Teléfono ANAR (número 900202010) de ayuda a Niños y Adolescentes en 2015 estuvieron relacionadas con la violencia física. Concretamente 8.569 nuevos casos de menores de edad que necesitaron la ayuda de los profesionales de la Fundación, un 20,7% más que en 2014, año en el que se atendieron 7.100 nuevos casos. “Desde el Teléfono ANAR hemos tenido que realizar 727 intervenciones urgentes en 2015, casi dos intervenciones diarias, para poner a salvo a algún menor de edad en situación de riego”, asegura Benjamín Ballesteros, director de Programas de la Fundación.
Muchos de estos casos se producen en el hogar. La Fundación ANAR cuenta que "más de la mitad de los casos atendidos durante 2015 estuvieron motivados por algún tipo de violencia contra los niños, niñas y adolescentes, lo que supone un incremento del 40,6% respecto al año anterior". Cuando los menores deciden contar lo que les está pasando, es habitual que el entorno no les crea. Esto les revictimiza porque aprenden a guardar silencio, a tolerar y aceptarla como normal, lo que hace que las secuelas de estas situaciones sean mucho mayores.
Los datos hablan por sí solos de la gravedad del asunto. "Dentro de la violencia que sufren los menores, desde la Fundación ANAR se ha detectado un alarmante aumento del maltrato en el entorno familiar, con un total de 2.952 casos: 1229 casos de maltrato físico, 882 casos de maltrato psicológico, 435 casos de abuso sexual y 406 casos de abandono".
Pide ayuda y resuelve tus dudas
La Fundación ANAR tiene dos teléfonos de atención anónimos, confidenciales y gratuitos atendidos las 24 horas, todos los días del año, por un equipo de psicólogos respaldados por abogados y trabajadores sociales. En el primero atienden a los menores. En el segundo responden a los adultos que quieran hacer una consulta en relación a un menor de edad.
La directora del Teléfono ANAR, Diana Díaz, nos explica qué podemos hacer si sospechamos que tenemos un caso de maltrato infantil doméstico en nuestro entorno.
La violencia en la infancia en cualquiera de sus formas es un hecho que está presente en nuestro país de forma oculta. De hecho el maltrato psicológico y emocional, se acepta y tolera en nuestra sociedad por falta de formación, por desconocimiento sin tener en cuenta que también tiene consecuencias en el desarrollo evolutivo de un niño.
Existen una serie de indicadores físicos, de comportamiento y académicos.
En el niño debemos estar receptivos a señales físicas repetidas (heridas, moratones), suciedad, ropa inadecuada, cambios significativos en su manera de actuar, niños que presentan enfermedades habitualmente o retrasos en su desarrollo, además de conductas antisociales como vandalismo, fugas, o conductas demasiado infantiles para su edad.
En el caso de que un menor pueda estar siendo víctima de abusos sexuales nos deben alertar la conducta sexual explícita, juegos inapropiados para su edad evolutiva, masturbación compulsiva, etc.
Como posibles indicadores en los padres podemos observar una despreocupación, puede ser que desprecien o desvaloricen al niño en público, que lo aíslen socialmente y no le permitan el contacto con otras personas, pueden ser padres ausentes, pasar poco tiempo con sus hijos y tratar de compensar con bienes materiales sus carencias…
El maltrato infantil es uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan los menores en España, y en muchos casos no tienen la edad ni las herramientas para poder hacerle frente. Pensemos que si a nosotros nos parece difícil porque tenemos miedo de las consecuencias ¿cómo puede vivir esa situación un niño por sí solo?
En líneas generales la indicación es ACTUAR. Nuestra obligación legal como adultos conocedores de una situación de riesgo en un menor de edad es dar traslado a los organismos competentes en materia de protección a la infancia.
No obstante, para todos aquellos casos que tenga dudas, no estén seguros o quieran permanecer en el anonimato, la Fundación ANAR ofrece el Teléfono ANAR del Adulto y la Familia (600 50 51 52). Es un servicio atendido por profesionales (psicólogos, respaldados por trabajadores sociales y abogados) y podemos ayudar de manera anónima, confidencial, 24 horas, todos los días del año a consultas procedentes de toda España.
Me alegro que me hagas esta pregunta porque muchos de los profesionales que nos contactan (profesores, psicólogos, médicos, cuidadores, abogados…) nos preguntan cómo deben actuar.
Existe un protocolo aprobado por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales en colaboración con el Observatorio de Infancia para todos los profesionales que intervienen en materia de protección a la infancia para la detección, notificación y registro de casos.
En centros sanitarios cuando se detectan indicios razonables se ha de dar traslado a diferentes profesionales, según proceda. No solo los casos detectados más graves y evidentes deben ser notificados, también los aparentemente leves o las situaciones de riesgo.
Los colegios deben actuar y notificar igualmente a los organismos competentes en materia de protección a la infancia, para garantizar la protección del menor.
Hay que considerar a la escuela como un observatorio privilegiado por el hecho de ser la única institución a la que acuden diariamente los niños. El Teléfono ANAR es un aliado esencial del centro escolar para este fin, dando servicio a los alumnos, profesores y padres que nos llaman.
Según la ley La Ley 1/1996 de Protección Jurídica del menor en su artículo 13: toda persona o autoridad, y especialmente aquellos que por su profesión o función detecten una situación de riesgo o posible desamparo de un menor, lo comunicarán a la autoridad o sus agentes más próximos, sin perjuicio de prestarle el auxilio inmediato que precise.
Ante cualquier situación de riesgo grave, el juez deberá adoptar las medidas cautelares pertinentes para proteger al menor.