Recetas diferentes para que los niños coman pasta (y no solo con tomate frito)
La reiteración llega a ser cansina y también peligrosa para los peques porque se acostumbran a una receta y ya no tienen ojos para ninguna alternativa, así que es recomendable acostumbrarles desde pequeños a comer de forma variada.
La pasta es una bendición para los menús semanales. No hay que abusar de ella, se debe comer integral o casera en la medida de lo posible, y hay que ajustar bien las cantidades recomendadas por los expertos. Pero más allá de estos detalles, está buenísima, los niños la adoran y, lo más importante, acepta todo tipo de acompañantes.
¿Por qué siempre tienen que comerla con tomate los niños? Lógicamente, si se pasan desde el año de vida comiéndola así, y solo así, luego cuesta muchísimo convencerles de que es un plato que puede tener mil caras. Por eso, te animamos a variar cada semana de receta.
Igual que haces con las ensaladas y con los arroces para no aburrirte, que cambias de idea y vas probando hasta dar con tus favoritas, con la pasta hay que hacer lo mismo. Y hay que hacerlo por el bien de los peques, no solo porque se acostumbren a tomar más ingredientes y combinaciones, sino porque desde el punto de vista nutricional también es muy recomendable que lo hagan.
Sobre todo lo es si la pasta con tomate la toman con salsa industrial, algo que ocurre en la mayoría de los casos pese a que hacerla casera es bastante sencillo, aunque más laborioso, eso sí -¿qué no es más laborioso que abrir un cartón o lata de salsa industrial?-. La tentación es grande porque es muy cómodo hacerlo así, y también muy rápido, pero hacer salsa de tomate casera es uno de los mejores hábitos (y trucos) que puedes adquirir con peques en casa. Haz mucha y congela para distintos usos.
Pero no es la salsa de tomate la que nos ocupa, sino todo lo contrario, recetas de pasta diferentes para que los peques coman este tipo de comida que tanto les gusta con independencia de su forma. Este, por cierto, el de la forma, es otro truco para que no se aburran: tener distintos tipos en casa e ir alternando entre ellos.
Pero nada como probar nuevas combinaciones para que acaben hartos o, peor aún, enganchados a la pasta con tomate hasta el punto de no querer otro tipo. Y estas diez ideas son más que suficientes para que encuentres alguna que les guste a ellos, y que también os guste a los mayores de la casa.
Mac&cheese
Mac&cheese
La versión yankee de la pasta es una perdición. Muy saludables no son, ya te avisamos, porque llevan queso por un tubo, pero están buenísimos, y a los peques les chiflarán esta versión al horno del clásico pasta con queso.
Pasta con pesto
Pasta con pesto
Esta salsa clásica italiana tiene múltiples versiones. Tantas que solo tienes que tener clara la estructura: un fruto seco, hierbas, aceite de oliva virgen extra, ajo y queso rallado. Pero no tiene por qué ser exclusivamente la mezcla propia del pesto genovés, que es la más famosa (albahaca y piñones) pero no la única.
Pasta Alfredo
Pasta Alfredo
Este curioso nombre, que se debe al chef que la inventó, esconde una salsa para una pasta fina y alargada que está tan rica como fácil de hacer es. Simplemente se hace con mantequilla y parmesano como ingredientes protagonistas. Si ambos son de calidad, no necesita nada más porque la salsa es un espectáculo.
Pasta con salsas que sobren de otros platos
Pasta con salsas que sobren de otros platos
Uno de los mejores trucos que te podemos dar para comer pasta de diferente manera es que guardes siempre un poquito de la salsa de otros platos. Del pollo a la chilindrón, del estofado de ternera, del pollo con crema de cacahuete, de las albóndigas de cualquier tipo o de cualquier otro guiso del que sobre un poquito de salsa bien concentrada. Receta rápida y exquisita.
Pasta con verduras asadas
Pasta con verduras asadas
Puedes elegir la combinación que te plazca y servirla dejando los trozos de las verduras tal cual e integrándolo todo con un chorrito de aceite de oliva, unas hierbas o queso rallado, o bien pasarlo todo haciendo una especie de salsa cremosa que gustará más a los peques.
Lasaña vegetal
Lasaña vegetal
Ya no es tan extraño ver versiones distintas de la lasaña bolognesa. Las hay de pollo, de setas, de pescado incluso, y también vegetales, como las que se elaboran con pasta de espinacas. Todas están muy buenas y son opciones nutritivas para los peques si se elaboran de forma casera. Todo lo contrario de si son ultraprocesadas.
Pasta con tomate seco y pollo
Pasta con tomate seco y pollo
Una combinación sencilla y ganadora gracias a los matices del tomate seco, a la frescura de la hoja verde y al pollo, que siempre se adapta bien a todo para lo que se utilice.
Pasta carbonara
Pasta carbonara
Sin nata, con huevo. A la italiana. Guanciale o panceta en su defecto, pimienta negra, parmesano y yema de huevo. Nada más, y nada menos. No es fácil que te salga perfecta las primeras veces, pero es un manjar rápido y que se aprende fácilmente a cocinar.
Pasta con gambas y ajo
Pasta con gambas y ajo
Pueden ser espaguetis negros si les gustan a los niños, pero tampoco es obligatorio que lo sean porque el marisco funciona bien con la pasta blanca. Una versión muy rápida de una pasta alternativa es saltear unas gambas al ajillo y cocer pasta por otro lado, mezclar, y a disfrutar. Puedes añadir gulas, también otros mariscos e incluso alguna salsa más elaborada.
Pasta con salsa de tomate casera y queso
Pasta con salsa de tomate casera y queso
Como decíamos en el texto, hacer salsa de tomate casera es mucho más sencillo de lo que parece. Hay muchas recetas, pero una sencilla y rica es picar un par de cebollas y un diente de ajo, pocharlas, añadir un kilo de tomates variados (los más maduros que haya), y cocinar despacio y durante mucho tiempo para que se concentre. Adereza con albahaca fresca y no te olvides de pelar o escalfar los tomates. Queso rallado por encima y ¡para chuparse los dedos! Mucho más sana la receta que con salsa de tomate industrial.
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