Lo primero que hay que destacar de los cereales integrales es su alto contenido en fibra. Los alimentos integrales no son, por regla general, perjudiciales para los niños, todo lo contrario: les aportan más vitaminas, minerales y fibra que los que han sido refinados (es decir, los que han sido sometidos a procesos especiales para su conservación).

Qué es un alimento integral
Se considera que un alimento es integral cuando se encuentra en su estado natural y por tanto conserva todas sus características nutricionales originales. Por eso, tanto el arroz como el pan integral tienen más propiedades que los arroces o panes blancos o “normales”.
Sin embargo, no es solo su alto contenido en fibra lo que distingue a los alimentos integrales: hay que destacar que el cereal integral conserva íntegro el grano y aporta más vitaminas y minerales.
El problema es que la mayoría de los productos que se venden en el supermercado como alimentos integrales no lo son al cien por cien: a muchos panes "integrales" tan solo se les ha añadido salvado y muchos arroces publicitados como integrales se encuentran en realidad a medio camino entre el arroz blanco y el integral. Para estar seguros de que son integrales de verdad conviene escoger los de origen biológico, que podemos encontrarlos en herboristerías y tiendas especializadas.
Pueden no sentarles bien
Puede que a tu hijo no le sienten bien unos macarrones integrales: no todos los niños toleran bien los productos integrales, sobre todo si tienen el intestino delicado o si son menores de un año.
Por eso, aunque se pueden incorporar a su dieta, es mejor no hacerlo en grandes cantidades y siempre vigilando la reacción del pequeño: si tiene algún síntoma que nos llame la atención después de comer, como diarrea, es que su cuerpo aún no está preparado para digerirlo bien.

Integral no es lo mismo que light
Hay un error muy frecuente y muy extendido que consiste en confundir light con integral. No son sinónimos y para nada significa lo mismo. Como hemos dicho, los alimentos integrales se caracterizan por su mayor contenido en fibra, pero en cuanto a calorías tienen una cantidad similar a la de los mismos productos refinados.
Mucha gente descarta la idea de introducir alimentos integrales en la dieta de los niños por creer erróneamente que son productos o alimentos propios de las personas que hacen dieta, pero eso no es así. Los alimentos integrales no son beneficiosos solo si se quiere hacer dieta, también lo son para ayudar a mejorar el tránsito intestinal, la digestión, etc.
Beneficios de los alimentos integrales para los niños
Como ya hemos visto, el principal beneficio de los alimentos integrales es el aporte de fibra, lo que facilita el tránsito intestinal, ayuda a evitar problemas de estreñimiento, etc, por eso, los cereales integrales aportan beneficios en la dieta de los niños.
Otra ventaja destacable es que, como los cereales integrales contienen carbohidratos complejos, la liberación de glucosa se produce más lentamente, por lo que los niveles de energía se mantienen más estables, sin picos, algo muy positivo para los niños.
Sin abusar y con precaución
La dieta, en especial la de los niños, debe ser variada y equilibrada. Abusar de los alimentos integrales tampoco es recomendable y, como también hemos advertido anteriormente, hay que observar la respuesta de los niños ante estos alimentos e introducirlos en pequeñas cantidades y de forma paulatina, empezando por el pan y continuando con el arroz o la pasta. Además, siempre es necesario seguir la recomendación de los expertos y consultar al pediatra antes de empezar a introducirlos en la dieta de los pequeños.