Gusanitos, ¿es bueno que los tomen los niños?
Te contamos cuál es el motivo por el que no son recomendables y si existen alternativas saludables similares a este snack que mucha gente sigue creyendo que es un producto recomendable para los peques.
Parecen tan inofensivos los famosos “gusanitos”, término comercial con el que se conoce de forma genérica a todos esos palitos amarillos cortos, ligeros, crujientes y harinosos que son difíciles de comer de uno en uno por lo adictivos que resultan, pero no lo son. Al menos no al 100%, y el motivo principal no es otro que su alto contenido en sal. Vamos a analizarlo.
Vaya por delante que nos referimos a los gusanitos de todas las marcas, no a unos en concretos, que no llevan edulcorantes o colorantes, entre otros productos similares. Solo es válido lo que vamos a contar para los gusanitos amarillos de toda la vida, para que nos entendamos.
En comparación con otros snacks similares, que en el super se encuentran en el mismo lineal, no son tan contraproducentes para la salud porque suelen estar compuestos solamente por sémola de maíz -harina de maíz menos machacada de lo habitual-, aceite de girasol y sal.
Algunos llevan también aroma natural, como es el caso de los más famosos y, en menor medida, otros llevan glutamato, un potenciador de sabor también conocido como glutamato monosódico, MSG, o aditivo E-621. Este último ingrediente es, como explica Azahara Rupérez, Bioquímica y doctora en Nutrición y Tecnología de los Alimentos, en su blog personal, “ha dado lugar nada menos que al reconocimiento del quinto sabor después del dulce, el salado, el amargo y el ácido: el umami”. Es uno de los motivos que provoca que su sabor fuerte sea tan adictivo para niños… y mayores.
Motivos por los que no son saludables
Los motivos por los que no se pueden considerar saludables son, por encima de todos, dos: las calorías y, sobre todo, la cantidad de sal que tienen en su composición. Sobre las primeras, hay que partir del dato objetivo: una bolsa de gusanitos de 35 gramos, tamaño estándar, tiene 163.5 Kcal -467 Kcal por cada 100 gramos-. “Si el niño se toma la bolsa de gusanitos entera, estará consumiendo 1/6 de lo que debe consumir en el día y esto son muchas calorías”, afirma el doctor Juan Madrid, endocrino de UCAM Salud.
Además, Azahara Rupérez explica que "la bolsita de gusanitos tiene las mismas calorías que 2 plátanos, o 2 manzanas, o 3 melocotones”, por lo que es evidente que, en igualdad de condiciones en cuanto a las calorías, la opción de la fruta es infinitamente más saludable como snacK: tiene más nutrientes, agua, muchas menos calorías y nada de sal añadida.
En las calorías de los gusanitos, por cierto, tiene mucho que ver su alto contenido en aceite de girasol, alrededor de un 17%, que no es un alimento malsano pero desde luego no es el aceite de oliva virgen extra y tampoco es recomendable tomarlo en cantidades tan altas.
Altísimo contenido en sal
De todos modos, más allá de las calorías, es el alto contenido en sal de los gusanitos lo que convierte a este producto en un snack no recomendable para los peques.
“La OMS recomienda que los adultos no superen los 2 gramos al día de sal, y para los niños reduce este límite en proporción a sus necesidades de energía, lo que equivale a menos de 1 gramo para un niño de 2 años si se consideran 2500 Kcal para un adulto y 1000 para el niño”, indica Azahara Rupérez.
En los gusanitos originales, la cantidad de sal por cada 100 gramos se dispara hasta casi los 2 gramos -varía entre marcas pero en todos los casos supera los 0,3 gramos por cada bolsa de 35 gramos-. “Esto se considera un alimento salado”, afirma el doctor Juan Madrid. “Los pediatras y sobre todo los especialistas del riñón de pediatría están llamando mucho la atención de que no se debería fabricar productos como estos, productos que lleven tanta cantidad de sal, ya que a largo plazo es muy perjudicial para el riñón”, añade. Azara Rupérez, por su parte, advierte también de que “si tus hijos prefieren los sabores salados (esto empezará a ocurrir alrededor de los 2 o 3 años), tendrán más probabilidad de desarrollar hipertensión”.
Otras alternativas
Por estos motivos, no es recomendable que los niños tomen gusanitos. La buena noticia al respecto es que la concienciación de la necesidad de cambiar nuestro hábitos alimentarios se traduce también en alternativas saludables producidas por la industria alimentaria, y estas han llegado al universo de los gusanitos.
Los de Smileat, por ejemplo, son un muy buen ejemplo de ello, ya que están elaborados solamente con un 94% de maíz horneado y un 6% de aceite de oliva virgen extra. Nada de sal ni de potenciadores de sabor. No son tan saludables como la fruta, pero son una alternativa sana a los gusanitos de toda la vida.