El bebé tiene seis meses (o menos, pero quiere probar lo que estás comiendo tú). ¿Qué debes tener en cuenta a la hora de introducir los primeros sólidos?
1. El bebé necesita tomar pollo o carne
No hace falta hacer meses monográficos, el mes de la fruta, el mes de la verdura, el mes de los cereales; hoy puedes darle pollo y mañana macarrones. Entre las primeras cosas que se le ofrecen debería estar el pollo o la carne, que son las principales fuentes de hierro. Unos 25 gramos al día es suficiente. Si tu hijo se niega reiteradamente a comer carne, pregunta al médico si deberías darle gotas de hierro.
2. La leche es el alimento más importante
Como mucha gente todavía da a los niños aquellos enormes purés de 200 ml, siempre decimos que se dé el pecho primero. Y el biberón también primero. Porque al niño que se trague toda esa papilla ya no le entra la leche, y la leche es lo que de verdad alimenta. Pero si le das trozos, solo va a comer tres macarrones o cuatro mordiscos de plátano. Eso no le llena el estómago, seguirá tomando suficiente leche, y por tanto es indiferente si el pecho se da antes, durante o después de las comidas.
3. No debe tomar otros lácteos
El niño que toma pecho no necesita ningún otro lácteo. El que toma biberón, hasta el año debería tomar leche especial para bebés (no leche de vaca normal, ni yogures). A partir del año, puede tomar leche de vaca entera, en vaso, sin azúcar ni cacao, o yogur blanco sin azúcar. Ahora bien, antes del año, si no es alérgico a la leche, no hay problema en que la pruebe, si por ejemplo ve a su hermano con un yogur y pide, o si la comida lleva leche como ingrediente.
4. Sus comidas mejor sin sal ni azúcar
La sal y el azúcar no son peores a los seis meses que a los 30 años. Si los pediatras decimos «sin sal y sin azúcar», es con la esperanza de que los niños se acostumbren a comer más sano. Pero es inútil. Los niños comen sanísimo durante seis meses, y luego comen fatal durante treinta años. Si a los dos años va a tomar cada día patatitas de bolsa y refrescos, puede empezar a los seis meses, esta precaución va a ser inútil. Lo que realmente va a influir en su salud no es lo que coma a los seis meses, sino lo que coma durante los próximos treinta años. Así que lo que tienes que hacer es mejorar la dieta de la familia. No pienses «esto que como no se lo puedo dar al bebé», sino al revés: «si es malo para el bebé, también será malo para mí».
5. No es necesario retrasar la introducción del pescado
Hasta hace unos años se recomendaba retrasar ciertos alimentos, como el pescado, los huevos o los lácteos, sobre todo en niños con antecedentes familiares de alergia. Pero nadie ha demostrado que introducir tardíamente esos alimentos prevenga la alergia, y hoy en día no se recomienda ninguna edad especial. Puedes dar a tu hijo huevos o pescado desde los seis meses.
6. Puede tomar gluten
Hace décadas creíamos que el gluten, cuanto más tarde, mejor. Hace años creíamos que ha de darse antes de los siete meses. Ahora tenemos estudios bien hechos sobre el tema, y el resultado es claro: es completamente indiferente. Puedes empezar con el gluten cuando quieras.
7. Ofrécele agua
Si no la quiere, es que no tiene sed. Dásela siempre en vaso; si toma pecho, no sabe beber en vaso ni en biberón, así que puestos a aprender algo nuevo, al menos que aprenda algo útil, que le servirá toda la vida. Si toma biberón, debe aprender a usar el vaso, porque se recomienda suprimir los biberones antes de cumplir el año. El vaso debe ser, a ser posible, de plástico y con asas.
8. No le des alimentos duros y redondos
Cuando comienza con la alimentación complementaria se atraganta, lo mismo que cuando empieza a caminar se cae. Atragantarse solo significa que la comida (un trozo de pan, de mandarina, de pollo...) se queda enganchada. El niño hace un esfuerzo y se la traga, o tose o le dan arcadas y la escupe. No pasa nada. Lo malo es ahogarse, que la comida se vaya hacia los pulmones. Eso ocurre principalmente con alimentos duros y redondeados, que al morderlos no se quedan enganchados, sino que saltan y se van hacia las vías aéreas. Los bebés y niños pequeños no deben tomar frutos secos, como mínimo hasta los tres o cinco años. Es por la forma; podrían comer tarta de Santiago, lo que no pueden comer son las almendras enteras. Ojo con los huesos de aceituna o cereza, con las vértebras de pollo o merluza... Los granos de uva también son redondos y resbalosos, córtalos por la mitad. Cuidado con alimentos duros que, al partirlos con los dientes, puedan dejar trozos con «efecto cacahuete»: la zanahoria, mejor hervida o rallada; la manzana se puede cortar en rodajas finas, etc.
9. Puede tomar especias, si le gustan
Las especias no son perjudiciales para la salud. Puede que a algunos niños no les gusten pero a otros les encantarán. Se trata de probar; si tu bebé prefiere la comida sin picante, aparta su porción antes de añadir las especias.