Antes del embarazo ya te imaginabas la vida con tus hijos. Y mientras pasabas la gestación, leíste cientos de cosas sobre cuidados y crianza infantil. Así que, sí, antes de convertirte en mamá te generaste muchas expectativas. Lo malo es que, si las expectativas en cuestión no son muy realistas y después no se cumplen, pueden llegar a afectar emocionalmente. ¿Sabes cuáles son las más comunes en las mujeres?
Es normal que durante el embarazo te hayas imaginado cómo es ser madre, cómo cambiaría tu vida o cómo sería tu pequeñín. Todos nos creamos expectativas constantemente en cualquier aspecto de la vida. Y estas no son perjudiciales, de hecho, nos ayudan a organizarnos y a planear el futuro.
El problema llega cuando estas imágenes que nos creamos son muy cerradas y son muy diferentes a lo que realmente acaba ocurriendo. Aquí es cuando llega la decepción, la confusión e incluso, la frustración. Sentimientos que si los unimos a la maternidad pueden no solo afectar a la madre, sino también al bebé.
Las expectativas deben ser flexibles
Es importante que cuando generemos expectativas, estas sean flexibles, de lo contrario, podría aparecer sufrimiento, culpa, inseguridad e, incluso, desembocar en depresión. Algo que lógicamente hace que el apego con el niño sea difícil.
Teniendo esto es cuenta lo más conveniente sería analizar esos anhelos que hemos creado, revisarlos y modificarlos en caso de que no se ajusten a la realidad. Porque llegado el momento, aunque la situación no sea como la imaginaste, no significa que no pueda ser gratificante o mejor aún. Veamos cuáles son las expectativas que más frecuentemente aparecen en las mujeres.
Expectativas típicas sobre la maternidad
Lo que implica ser mamá
No es difícil para nadie afirmar que ser padres es una tarea difícil. De hecho, seguramente incluso antes del embarazo ya pensabas en las noches sin dormir o en los momentos consolando a tu bebé que ibas a pasar. Sin embargo, solo puedes comprenderlo realmente cuando llega el momento de vivirlo y de ser consciente de que otra pequeña personita depende de ti.
Por otra parte, el hecho de que tu vida social se reduzca, tu relación en pareja cambie y tú misma no tengas tiempo libre para tus cosas, también es algo que cuesta asimilar. No obstante, es una etapa a la que te adaptarás.
La imagen física después de dar a luz
Por norma general toda mujer que está esperando un hijo sabe que su cuerpo va a cambiar durante el embarazo y se mentaliza de ello. Es algo totalmente natural. No obstante, algunas mujeres puede que no estén tan preparadas y no se hagan una idea realista sobre lo que puede ocurrir con su imagen física después de dar a luz.
Aunque ya haya pasado el parto, el cuerpo tiene que ir poco a poco recuperando su forma, además de que puede que hayan aparecido manchas o estrías en su piel, además de otros cambios en el cuerpo. Este proceso de recuperación de la figura puede ser una etapa larga que en algunos casos genera un gran impacto emocional.
El carácter y forma de ser de tu hijo
Muchas mamás se hacen a la idea de que van a tener un hijo tranquilo, que se adapta con facilidad a las rutinas de sueño y alimentación. Claro que, esto no siempre sucede y, de hecho, cada niño es un mundo.
Algunos bebés son más demandantes y necesitan de mayor atención, y por supuesto, de mucha más paciencia por parte de sus papás. Por esta razón, este factor también puede suponer un impacto con la realidad inesperada.