Ser Padres

3 buenas razones para no poner al niño en el andador

Hace unos pocos años todos los bebés aprendían a andar con ayuda de un tacatá, ahora los pediatras y los traumatólogos desaconsejan su uso.

En la actualidad no se recomienda poner al niño en el andador por varios motivos:

Uno, el riesgo de lesiones

La Academia Americana de Pediatría ha documentado numerosos casos de accidentes en niños menores de 15 meses asociados con el uso del andador. Las lesiones se producen sobre todo por choque con muebles y objetos y caídas por escaleras. Y es que el niño cuando da sus  primeros pasos de manera espontánea va siempre acompañado de un adulto mientras que cuando se desplaza en tacatá está a ratos solo.

Dos, muchos traumatólogos advierten

El tacatá fuerza al niño a estar demasiado tiempo de pie. Cuando el pequeño camina por sí mismo puede pararse cuando quiere y sentarse a descansar, en cambio, cuando está en el andador no tiene otra opción que permanecer erguido. Así, fuerza los huesos de sus piernas y estos, como todavía son débiles y deformables, pueden arquearse.

Tres, no es necesario:

Todos los niños aprenden a caminar sin ayuda de artilugios. Los padres pueden estimular al niño permitiéndole gatear por la casa, ponerse de pie y dar pasitos. El mejor tacatá para un niño son las manos seguras de la madre o el padre.

El lugar ideal para practicar es un pasillo largo

Si el adulto agarra al niño por la espalda, él tendrá una mano libre para apoyarse en la pared. También es bueno poner al alcance de sus manos algo en lo que pueda sujetarse (una banqueta con ruedas, un correpasillos, etc.) mientras da sus primeros pasos.

¿Cuál es el mejor andador para un bebé?... El que no se usa

Probablemente esta sea una afirmación demasiado rotunda para ser emitida por un grupo profesional de pediatras, pero esa es la intención: conseguir impactar para que de una vez por todas este instrumento deje de utilizarse.

¿Por qué este empeño? Como hemso explicado más arriba, porque cuadriplican el riesgo de caída por una escalera, duplican el riesgo de fractura por caída por una escalera y además adelantan la edad de caída por una escalera de los doce a los ocho meses. También aumentan el riesgo de quemaduras y de intoxicaciones.

En todos los países de nuestro entorno cultural, las sociedades profesionales desaconsejan el uso del andador, hasta tal punto que está prohibida su publicidad y comercialización en Canadá, y es un apartado que la Unión Europea incluye a la hora de evaluar la seguridad infantil en los países miembros, aunque ninguno ha dado el paso de prohibir este objeto de consumo.

Para los más escépticos. ¿Tiene algún efecto beneficioso el andador o tacata sobre el aprendizaje de la marcha? La respuesta es no, ninguno, más bien al contrario. El bebé para iniciar la marcha antes inicia el gateo, aprende a incorporarse con apoyo, se mira sus pies al iniciar sus primeros pasos, alcanza y manipula objetos a su alcance para experimentar, desarrollar sus cualidades táctiles, olfativas, visuales,… Un niño en un andador no puede hacer nada de esto: no ve sus pies, no alcanza los objetos del suelo,… el andador es un objeto que le priva de todas esas experiencias. Los niños que usan andador inician la marcha autónoma más tarde, pero este retraso se compensa o se iguala a los 15 meses.

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