Legañas en recién nacidos: consejos para cuidar los ojos de tu bebé

Tanto las legañas como las secreciones oculares son tremendamente comunes en los recién nacidos, en los bebés e incluso en los niños. Pero cuando son aún muy pequeños, saber cómo retirarlas es fundamental, sobre todo para evitar daños o infecciones innecesarias.
Legañas en recién nacidos: consejos para cuidar los ojos de tu bebé
Niño con legañas - Cortesía de Shutterstock.

Desde el momento del nacimiento, los ojos del bebé son una de las partes más sensibles y delicadas de su cuerpo. La más mínima presencia de polvo, suciedad o incluso una pequeña pestaña puede causar inflamación, enrojecimiento o irritación.

Sin embargo, una de las preocupaciones más comunes para los padres es la presencia de secreciones o legañas, especialmente cuando los ojos del recién nacido parecen llorosos y se pegan al despertar. Estas secreciones pueden ser alarmantes, pero generalmente tienen explicaciones simples y soluciones efectivas.

Entendiendo las legañas en recién nacidos

Legañas en recién nacidos: consejos para cuidar los ojos de tu bebé
Bebé tocándose los ojos - Cortesía de Unsplash.

¿Por qué aparecen legañas en los ojos del recién nacido y del bebé?

Las legañas en los recién nacidos son un fenómeno común y, en la mayoría de los casos, no deben ser motivo de preocupación. Una de las causas más habituales es el conducto lagrimal bloqueado, también conocido como dacriostenosis. Este bloqueo impide que las lágrimas drenen adecuadamente, lo que puede llevar a la acumulación de una sustancia pegajosa en la esquina del ojo, cerca de la nariz. Además, las lágrimas que no se drenan correctamente pueden provocar enrojecimiento e hinchazón en los párpados.

Otra causa común de legañas en los recién nacidos es la conjuntivitis neonatal, que puede ser de origen viral o bacteriano. La conjuntivitis puede ocurrir debido a la exposición a gérmenes en el canal del parto. Por esta razón, es habitual aplicar pomadas oftálmicas a los recién nacidos poco después del nacimiento para prevenir infecciones. Las conjuntivitis víricas suelen estar asociadas a infecciones respiratorias y se caracterizan por ojos rojos e hinchados, mientras que las bacterianas pueden presentar una secreción verde espesa. Ya os contamos todo sobre la conjuntivitis del recién nacido: sus causas, síntomas y tratamientos.

Las legañas también pueden formarse por la mezcla de lágrimas secas y células epiteliales. En algunos casos, el exceso de legañas puede indicar problemas en el drenaje de las lágrimas o ser un síntoma de conjuntivitis. Es importante vigilar cualquier cambio en las legañas del bebé y consultar al pediatra si se observa enrojecimiento o cambios significativos en la secreción.

Prevalencia y normalidad de las legañas en bebés

La presencia de legañas en los recién nacidos es bastante común y, en la mayoría de los casos, es completamente normal. Los bebés, especialmente los prematuros, pueden experimentar una mayor frecuencia de legañas debido a que sus conductos lagrimales son más estrechos y aún no están completamente desarrollados. A medida que el bebé crece y sus conductos se desarrollan, la frecuencia de las legañas tiende a disminuir.

Es importante que los padres comprendan que las legañas son una parte normal del desarrollo del sistema ocular del bebé. En la mayoría de los casos, el conducto lagrimal bloqueado se resolverá por sí solo dentro de los primeros cuatro a seis meses de vida. Durante este tiempo, es esencial mantener una buena higiene ocular para prevenir infecciones y asegurar el bienestar del bebé.

Aunque las legañas son normales, los padres deben estar atentos a cualquier signo de alerta, como enrojecimiento persistente, secreción excesiva o cambios en la consistencia y el color de las legañas. Estos pueden ser indicativos de una infección o de un problema en el drenaje de las lágrimas, y es recomendable consultar al pediatra para obtener un diagnóstico adecuado.

Causas comunes de legañas en recién nacidos

Legañas en recién nacidos: consejos para cuidar los ojos de tu bebé
Bebé tocándose los ojos - Cortesía de Unsplash.

Conducto lagrimal bloqueado (dacriostenosis)

El conducto lagrimal bloqueado, o dacriostenosis, es una de las causas más comunes de legañas en los recién nacidos. Este problema ocurre cuando el conducto que drena las lágrimas desde el ojo hacia la nariz está parcial o completamente bloqueado. Como resultado, las lágrimas no pueden drenar adecuadamente, lo que lleva a la acumulación de legañas en la esquina del ojo.

La dacriostenosis es una condición bastante común en los bebés y, afortunadamente, suele resolverse por sí sola a medida que el bebé crece. En la mayoría de los casos, el bloqueo se resuelve dentro de los primeros cuatro a seis meses de vida sin necesidad de intervención médica. Sin embargo, durante este tiempo, es importante mantener una buena higiene ocular para prevenir infecciones.

Para ayudar a drenar las lágrimas y aliviar la acumulación de legañas, se recomienda realizar masajes suaves sobre el saco lagrimal. Estos masajes deben hacerse con movimientos circulares y de forma regular, siguiendo las indicaciones del pediatra. Además, es fundamental limpiar las secreciones con suero fisiológico y gasas estériles para mantener los ojos del bebé limpios y libres de infecciones. En este sentido, os contamos ya cómo limpiar los ojos a un bebé.

Conjuntivitis neonatal: viral y bacteriana

La conjuntivitis neonatal es otra causa común de legañas en los recién nacidos. Esta condición puede ser de origen viral o bacteriano y suele presentarse poco después del nacimiento. La conjuntivitis viral a menudo está asociada con infecciones respiratorias y se caracteriza por ojos rojos e hinchados, mientras que la conjuntivitis bacteriana puede presentar una secreción verde espesa y ser unilateral.

La conjuntivitis neonatal puede ocurrir debido a la exposición a gérmenes en el canal del parto. Por esta razón, es común aplicar pomadas oftálmicas a los recién nacidos poco después del nacimiento para prevenir la transmisión de gérmenes. Aunque la conjuntivitis puede ser preocupante, en la mayoría de los casos se resuelve rápidamente con el tratamiento adecuado.

El tratamiento de la conjuntivitis neonatal depende de la causa subyacente. En el caso de conjuntivitis bacteriana, se pueden recetar antibióticos tópicos para eliminar la infección. Para las conjuntivitis virales, el tratamiento suele centrarse en el alivio de los síntomas y la prevención de infecciones secundarias. En ambos casos, es importante mantener una buena higiene ocular y seguir las indicaciones del pediatra para asegurar una recuperación rápida y efectiva.

Importancia de la higiene ocular en recién nacidos

Legañas en recién nacidos: consejos para cuidar los ojos de tu bebé
Bebé dormido - Cortesía de Unsplash.

Uso de suero fisiológico y gasas estériles

La higiene ocular es fundamental para mantener la salud de los ojos del recién nacido y prevenir infecciones. El uso de suero fisiológico y gasas estériles es una práctica recomendada para limpiar las legañas y las secreciones de los ojos del bebé de manera segura y efectiva. El suero fisiológico es una solución salina que ayuda a limpiar y lubricar la superficie ocular, eliminando las secreciones sin irritar los ojos sensibles del bebé.

Para limpiar los ojos del bebé, es importante utilizar gasas estériles en lugar de algodón, ya que las gasas no dejan residuos y son más seguras para la delicada piel del bebé. Se debe humedecer la gasa con suero fisiológico y limpiar suavemente desde el ángulo interno del ojo hacia el exterior, utilizando una gasa limpia para cada ojo para evitar la propagación de infecciones.

Es crucial lavarse bien las manos antes y después de manipular los ojos del bebé para prevenir la introducción de bacterias y gérmenes. Además, es importante seguir las recomendaciones del pediatra y utilizar productos específicos para la higiene ocular del recién nacido, evitando el uso de productos no recomendados o remedios caseros sin supervisión médica.

Masajes suaves sobre el saco lagrimal

Los masajes suaves sobre el saco lagrimal son una técnica efectiva para ayudar a drenar las lágrimas y aliviar la acumulación de legañas en los recién nacidos con conductos lagrimales bloqueados. Estos masajes deben realizarse con movimientos circulares y suaves, aplicando una ligera presión sobre el saco lagrimal, que se encuentra en el ángulo interno del ojo, cerca de la nariz.

Es importante realizar estos masajes de manera regular, siguiendo las indicaciones del pediatra, para ayudar a abrir el conducto lagrimal y permitir que las lágrimas drenen adecuadamente. Los masajes pueden ser una solución efectiva para aliviar los síntomas de la dacriostenosis y reducir la acumulación de legañas en los ojos del bebé.

Además de los masajes, es fundamental mantener una buena higiene ocular y limpiar las secreciones con suero fisiológico y gasas estériles. La combinación de masajes y limpieza adecuada puede ayudar a resolver el problema del conducto lagrimal bloqueado y asegurar el bienestar ocular del recién nacido.

Consejos útiles para retirar las legañas del recién nacido y del bebé de forma correcta

Para retirar las legañas del recién nacido de manera segura y efectiva, es fundamental seguir una serie de pasos y recomendaciones. En primer lugar, es crucial lavarse bien las manos con agua tibia y jabón antes de tocar el área cercana a los ojos del bebé. Esto ayuda a prevenir infecciones y asegura que las manos estén limpias antes de manipular los ojos sensibles del bebé.

A la hora de limpiar las legañas, se debe utilizar suero fisiológico y gasas estériles. Humedece la gasa con el suero y limpia suavemente desde el ángulo interno del ojo hacia el exterior. Es importante utilizar una gasa limpia para cada ojo para evitar la propagación de cualquier infección. Además, asegúrate de enjuagar bien las manos después de la limpieza para eliminar cualquier residuo de jabón que pueda irritar los ojos del bebé.

Si las legañas persisten o si observas cualquier signo de alerta, como enrojecimiento o cambios en la secreción, es recomendable consultar al pediatra para obtener un diagnóstico adecuado. El pediatra podrá evaluar la situación y recomendar el tratamiento más adecuado para asegurar la salud ocular del bebé. En cualquier caso, ya os dejamos este artículo sobre todo lo que debes saber de los ojos del recién nacido.

Cuándo consultar al pediatra

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Bebé tumbado - Cortesía de Unsplash.

Signos de alerta: enrojecimiento y cambios en las legañas

Aunque las legañas en los recién nacidos son comunes y generalmente no son motivo de preocupación, hay ciertos signos de alerta que los padres deben tener en cuenta. El enrojecimiento persistente, la inflamación de los párpados o cambios significativos en la consistencia y el color de las legañas pueden ser indicativos de una infección o de un problema en el drenaje de las lágrimas.

Si observas alguno de estos signos, es importante consultar al pediatra para obtener un diagnóstico adecuado. El pediatra podrá evaluar la situación y determinar si es necesario un tratamiento específico para resolver el problema. En algunos casos, puede ser necesario el uso de antibióticos tópicos o la realización de pruebas adicionales para descartar infecciones más graves.

Además de los signos mencionados, también es recomendable consultar al pediatra si las legañas persisten más allá de los primeros meses de vida o si el conducto lagrimal bloqueado no se resuelve de manera natural. El pediatra podrá ofrecer orientación y recomendaciones para asegurar el bienestar ocular del bebé.

Resolución esperada del conducto lagrimal bloqueado

En la mayoría de los casos, el conducto lagrimal bloqueado en los recién nacidos se resuelve de manera natural dentro de los primeros cuatro a seis meses de vida. Durante este tiempo, es importante mantener una buena higiene ocular y realizar masajes suaves sobre el saco lagrimal para ayudar a drenar las lágrimas y aliviar la acumulación de legañas.

Si el conducto lagrimal bloqueado no se resuelve de manera natural, es posible que el pediatra recomiende una evaluación adicional o un tratamiento específico para abrir el conducto y permitir un drenaje adecuado de las lágrimas. En algunos casos, puede ser necesario un procedimiento médico para resolver el bloqueo y asegurar el bienestar ocular del bebé.

Es importante seguir las indicaciones del pediatra y mantener una comunicación abierta sobre cualquier preocupación o signo de alerta que pueda surgir. Con el cuidado adecuado y la atención médica oportuna, la mayoría de los problemas relacionados con las legañas en los recién nacidos pueden resolverse de manera efectiva, asegurando la salud y el bienestar del bebé.

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