¿Qué es la sedestación y cómo ayudar al bebé a conseguirla?

Aprender a sentarse es una habilidad que debe adquirir tu bebé. ¿Sabes cuándo será capaz? Descúbrelo aquí y mira algunos consejos para que lo ayudes a practicar.
¿Qué es la sedestación y cómo ayudar al bebé a conseguirla?

Sin darnos cuenta, los bebés van poco a poco adquiriendo habilidades y consiguiendo hitos en su desarrollo. Una de ellas es la sedestación, que no es otra que la capacidad para mantenerse sentados. Veamos un poco más acerca de ella y algunos consejos.

Cuando un peque comienza a sentarse solito y a mantenerse en esa posición sin ayuda, está desarrollando la sedestación. Un aprendizaje que suele adquirirse a partir de los seis meses de edad.

Todo comienza cuando el bebé poco a poco es capaz de levantar su propia cabeza porque los músculos del cuello van ganando más fuerza. Más tarde, con ayuda de una persona mayor trata de sentarse, pero enseguida se cae.

Es por ello que se trata de un proceso que necesita su tiempo, porque es un proceso lento. En este sentido los padres deben tener paciencia.

Beneficios de la sedestación

Si hablamos de los beneficios que aporta la sedestación, -siempre y cuando se mantenga una buena postura-, encontramos los siguientes:

  • Da seguridad y mayor comodidad al niño.
  • Mejora el campo visual del peque, y su percepción del entorno. Además, es capaz de alcanzar objetos cercanos.
  • Proyecta una imagen corporal buena.
  • Ayuda a prevenir alteraciones óseas y musculares gracias a que se adoptan posturas adecuadas.
  • La respiración se mejora.
  • Favorece el desarrollo motor del niño.

¿Cómo se puede saber si el bebé ya está preparado para sentarse?

Como siempre decimos, cada niño es un mundo, y cada uno sigue sus propios ritmos. No obstante, lo más habitual es que antes de los nueve meses ya haya adquirido esta habilidad.

Eso sí, siempre debemos tener muy en cuenta que nunca se debe obligar, ni forzar a un bebé a sentarse. De lo contrario puede acabar teniendo una lesión, como desviaciones de columna o cadera, por ejemplo.

Aunque es algo que aparece de forma natural, ¿en qué aspectos sí te puedes fijar para saber si el peque está preparado para empezar a sentarse? Puedes fijarte en si es capaz girarse boca abajo cuando está tumbado boca arriba, o bien en si es capaz de ir incorporándose cuando va de paseo en su sillita.

Consejos para ayudar al bebé

Para que el niño vaya adquiriendo esta habilidad se necesita que los músculos de su espalda estén fuertes, y en ello sí que pueden ayudar los padres con algunas recomendaciones:

  • Prueba a cogerlo por la espalda mientras está sentado en tu regazo, y suéltalo durante unos segundos para comprobar si logra mantenerse erguido él solito.
  • Puedes colocarlo boca abajo para que trate de darse la vuelta por sí mismo.
  • Otra idea es colocar una manta o alfombra en el sueño, y ponerlo en ella para que haga actividades, por ejemplo, alcanzar muñecos que tenga a su alrededor, o probar a hacerle cosquillas para que también se estire.
  • También podemos ayudar al peque sentarse y colocarle juguetes cerca de él para que los alcance con los brazos mientras está en esa postura.

Recuerda que, si percibes algún tipo de complicación o que el peque no consigue adquirir la posición, lo mejor es consultarlo con un especialista médico.

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