Ser Padres

Mi hijo no va a la guardería: ¿qué se pierde?

Nada, absolutamente nada. Ni será menos sociable, ni llegará a primero de Infantil con menos conocimientos, ni se cogerá luego todos las enfermedades que no ha tenido estos primeros años.

Cada vez es menos común encontrar a un niño que no ha ido a la guardería; a veces, hasta nos parece raro. Damos por sentado que es en la guardería donde se espabilan, se inmunizan, se socializan, aprenden… ¿Deberíamos llevar a nuestro hijo a ella por lo menos un año, o es mejor que se quede con nosotros si podemos y queremos que así sea? ¿Será menos sociable si no le llevamos? ¿Cuando empiece el colegio tendrá menos conocimientos que un niño que si va a la guarde? ¿Se volverá un egoísta y no querrá compartir sus juguetes? La respuesta a todas estas preguntas es un rotundo «NO».

Va a coger un montón de enfermedades de golpe en el cole

FALSO: El niño que no va a la guardería coge bastantes menos enfermedades que los que sí van, pero esto no quiere decir que las tenga que coger luego todas de golpe. Durante estos primeros años va desarrollando su inmunidad de forma natural, enfrentándose a los  virus que hay en el parque, en casa, en todas partes. Puede ir inmunizándose con pequeños resfriados apenas sintomáticos pero que igualmente le ayudan a desarrollar su protección.

Los niños desarrollan su inmunidad entre el año y los cuatro años. Después de esta edad su cuerpo está mucho más preparado para afrontar las infecciones. Hay enfermedades, además, que solo afectan a los niños pequeños, y pasados los dos o tres primeros años de vida ya no se pueden coger.

Va a llevar retraso con respecto al resto

FALSO: La madre que dice esto suele ser porque su hijo de dos años y medio dice los números del uno al diez. Pero el niño que se queda en casa encuentra en cada rincón de la vida cotidiana una oportunidad para aprender lo que otros niños observan en fichas. Y lo que se aprende acompañando a mamá no se olvida nunca. Tu pequeño aprenderá los colores, los nombres o las formas en el día a día: «mira, ese coche es blanco», le dice su abuela, «¿Quieres esta naranja redondita?» le pregunta el frutero. «Vamos a coger el autobús», le comenta papá.

No va a saber integrarse con otros niños

FALSO: La famosa  socialización es un proceso que el niño comienza y aprende en el entorno familiar los dos primeros años de vida. Luego empieza a extenderla fuera de ella. Pero el carnicero, el portero, los niños del parque, los primos… todos son perfectos para socializarse. Es un proceso lento y continuo que no requiere estar separado de mamá. Vaya o no a la guardería, nosotros somos el mejor ejemplo de socialización de nuestro hijo, y su conducta y actitud se parecerá bastante a la nuestra.

¿Cuándo es mejor la guardería que quedarse en casa?

Esta pregunta se la hacen muchos padres, pero la realidad es que en muchos casos la decisión de llevar a los peques a la guardería nace más fruto de la necesidad que de la voluntad. Las obligaciones y las trabas a la conciliación están detrás en buena medida.

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