La importancia de educar en igualdad desde la infancia
Educar en el respeto y la igualdad es importante desde edades tempranas. Pero, ¿por qué exactamente? Te lo contamos en este artículo.
El Día Internacional de la Mujer es una gran oportunidad para hablar con los hijos sobre las desigualdades históricas y actuales que existen entre los géneros, así como para destacar a mujeres que han tenido un gran impacto en el mundo. Ante la próxima conmemoración del 8-M, es nuestro deber plantearnos qué podemos hacer para que la sociedad del futuro sea igualitaria y educar en la igualdad a las futuras generaciones es la clave para lograrlo.
Es importante recordar que los niños están expuestos a percepciones basadas en el género desde el momento en que nacen: la ropa que se les compra, los juguetes que se les regalan, las conversaciones que escuchan a los adultos o la publicidad. Según el estudio Frontiers of Psychology, los niños de entre 4 y 7 años ya tienen una percepción muy fuerte de los rasgos de carácter y las profesiones que se asocian típicamente a cada sexo, por lo que ya generan "expectativas" sobre sí mismos según su sexo biológico asignado. Para que esto no suceda, es importante que los padres y madres reflexionen sobre sus propias creencias y prejuicios como un primer paso para derribar los estereotipos que inundan nuestro día a día.
Explicar desde el respeto y con ejemplos
Una buena forma de introducir el tema a los hijos con la percha del Día de la Mujer sería explicarles que este día es necesario porque no todas reciben un trato justo, que sus contribuciones no han sido tan reconocidas como las de los hombres, que a veces se les paga menos por el mismo trabajo o que normalmente existen más expectativas en la sociedad de que las madres tengan una carrera profesional a la vez que se ocupan de la carga mayoritaria en los cuidados de los niños y el hogar.
Además de hablar, los padres también pueden realizar actividades con sus hijos e hijas para que comprendan mejor la importancia de las mujeres a lo largo de la historia. Por ejemplo, aprender un poco sobre Marie Curie o Sally Ride y luego realizar alguna manualidad con ellos.
Otra buena técnica para educar en la igualdad de género es que los padres escuchen a sus hijos e hijas sin juzgarles y buscando dar salida a sus inquietudes, sean estas las que sean.
La igualdad de género también puede abordarse desde el ámbito de los videojuegos y los contenidos digitales que consumen los niños. Los padres pueden utilizarlos como herramientas para fomentar una educación en igualdad seleccionando aquellos más neutros que refuercen la idea de la igualdad o eligiendo personajes que rompan con los estereotipos. Asimismo pueden mantener conversaciones con sus hijos acerca de lo que están viendo o jugando, haciéndoles preguntas que les permitan cuestionar sus percepciones. De esta manera, se puede trabajar juntos para crear un mundo digital más inclusivo y equitativo.
Promover la igualdad en los centros educativos
Los centros educativos tienen un papel crucial en la promoción de la igualdad de género, ya que son lugares donde los niños y jóvenes pasan gran parte de su tiempo y donde pueden aprender valores y comportamientos que pueden llevar consigo durante toda su vida.
En primer lugar, es importante que los colegios trabajen en la eliminación de cualquier tipo de discriminación basada en estereotipos de género y alienten a los estudiantes a desarrollar sus propias habilidades y talentos, sin verse limitados por prejuicios de género. Una buena técnica es a través de la promoción de actividades y programas que involucren a estudiantes de ambos géneros. Es importante que los estudiantes tengan la oportunidad de trabajar juntos en proyectos y actividades, en lugar de estar separados por género. Los centros educativos también pueden ofrecer programas extracurriculares que fomenten la igualdad de género, como clubes de debate o grupos de discusión en los que se aborden temas de género.
Educar en la igualdad a los más pequeños implica cuestionar nuestros propios prejuicios y fomentar la igualdad de oportunidades para todos, independientemente de su género. Es nuestra responsabilidad como padres y educadores preparar a las futuras generaciones para una sociedad más justa e igualitaria.