Siete consejos para que tus hijos se sientan queridos todos los días, muy efectivos según la ciencia

Recopilamos los consejos más sencillos y efectivos que, según la ciencia, ayudan a que los niños se sientan queridos y felices cada día de su vida.
sentirse queridos

Conseguir que un niño se sienta querido y feliz cada día está en nuestra palma de la mano y cuesta muy poco dinero. De hecho, prácticamente no cuesta nada y es algo que afirma la ciencia.

A sabiendas de ello, hemos hecho una recopilación de los consejos que se desprenden de diferentes estudios científicos llevados a cabo a lo largo de muchos años sobre la felicidad infantil. Más concretamente, sobre el verdadero secreto de la felicidad infantil y sobre cómo alcanzarla.

sentirse queridos - josh hodge

Lo recopilamos en forma de una lista de siete consejos que todos podemos poner en práctica desde hoy.

Pasa tiempo con tu hijo

Es el mayor beneficio, según la ciencia, para que los niños crezcan emocionalmente sanos y sintiéndose queridos por sus padres. Son varios los estudios científicos que han llegado a la misma conclusión. Sin ir más lejos, el estudio sobre felicidad más amplio del mundo.

Algo con lo que también coincide la inteligencia artificial, por cierto.

Regala más experiencias y menos juguetes

“A los niños les interesan más unas vacaciones que los juguetes”, afirmaba hace unos años un estudio llevado a cabo por el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona junto a DKW Seguros.

Otra investigación, además, aseguraba que regalar experiencia a los niños en lugar de juguetes contribuye a fortalecer y mejorar su inteligencia.

Pero no hace falta atender a la ciencia para darse cuenta de la importancia de las experiencias: recuerda tu infancia, ¿lo primero que se te viene a la mente son momentos felices o algún juguete específico que tenías de pequeño? Posiblemente, lo primero.

Esas experiencias serán lo que más recuerden cuando crezcan y lo que les ayude a valorar cómo fue su infancia. 

Asegúrate de que tiene un rato para jugar cada día

El juego está recogido como uno de los derechos fundamentales de la infancia. Y es que, supone el principal vehículo de aprendizaje de los niños durante su infancia. Aprenden a través del juego, por ello, es muy importante que cada día tengan, al menos, un ratito de juego libre.

Esto contribuye muy mucho a que crezcan con una salud emocional fuerte, de acuerdo a varios estudios como este. 

Hazle reír un poquito cada día

La risa hace felices a los niños (y también a los adultos). Hace algunos años, una investigación de la Universidad de Stanford llegó a la conclusión de que la risa ayuda a los niños a ganar resiliencia: “Creemos que un sentido del humor equilibrado y coherente podría ayudar a los niños a enfrentarse más fácilmente con el periodo difícil de la preadolescencia y la adolescencia”, decía uno de los autores a propósito de los resultados.

Además, la risa de los pequeños también es beneficiosa para paliar sus niveles de estrés. 

Un beso de buenas noches y otro de buenos días (todos los días)

Es un gesto casi insignificante pero que tiene múltiples beneficios a largo plazo para los niños. Y, además, los ayuda a sentirse queridos. “Los mimos y el placer que proporcionan los besos, abrazos y caricias forman parte de nuestro repertorio conductual y son esenciales durante los primeros meses de vida de nuestros bebés”, afirmaba a Ser Padres Mamá psicóloga infantil.

Algo demostrado también por la ciencia: un estudio publicado en el Journal of epidemiology & Community Health llegó a la conclusión de que las personas en cuya niñez habían disfrutado de más afecto de sus padres tenían niveles más bajos de angustia y ansiedad al hacerse mayores.

cuentos para ayudar a los niños a dormir - Getty Images

Escucharle cuando le pasa algo

Es importante que presentemos toda nuestra atención cuando el niño nos cuente lo que le ha pasado (ya sea malo o bueno). Practicar la escucha activa con ellos les ayuda a sentirse importantes, respetados y queridos por sus padres. 

Querer formar parte de su juego

No esperes a que tu hijo te pida que juegues con él. En lugar de estar en el sofá viendo la tele o la pantalla del móvil, si ves que está jugando a algo pregúntale si quiere que juegues con él o si te deja jugar con él porque te apetece mucho. Sentirá que para ti es importante lo que está haciendo y que él es lo suficientemente bueno como para que tú quieras jugar con él.

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