El menosprecio siempre es un concepto negativo. Puede hacer mucho daño cuando en aquellas personas a las que se les hace, y puede ser también muy hiriente para la autoestima cuando somos nosotros mismos los que nos menospreciamos. Esto puede pasar también en la infancia. En estos casos, la psicología es un pilar básico en el que apoyarnos para saber cómo guiar y acompañar a los niños y niñas que nos menosprecian a sí mismos. Álvaro Bilbao le ha dedicado uno de sus últimos post a ello.
El neuropsicólogo, el rey de los consejos de psicología para familias acerca de todo lo que tiene que ver con la crianza, como experto en el cerebro de los niños que es, sabe el poder que tiene su ámbito profesional, la neuropsicología, para poder cambiar las cosas, para poder ser los mejores padres y madres posibles, lo cual pasa sobre todo por acompañar y guiar de la forma más eficiente a nuestros hijos e hijas en función de lo que necesitan.
Uno de los mejores ejemplos o contextos en los que se pueden aplicar los consejos de la psicología en la crianza es cuando estamos ante un niño o niña que tiende a menospreciarse a sí mismo. Los hay; como hemos explicado a menudo, y en ello insisten los expertos como el psicólogo Alberto Soler, los peques no están exentos de padecer ansiedad y otros problemas relacionados con la salud mental.
Cómo gestionar y ayudar a los niños que se menosprecian
Dice Álvaro Bilbao que una de las situaciones que gestionamos mal “la mayoría de los padres” es cuando queremos acompañar y ayudar a un hijo o hija que se menosprecia.
“Cuando un niño dice que es tonto o que no vale para nada, a la mayoría de padres se nos enciende una alarma que nos hace decir al niño: ‘no digas esas cosas’”, cuenta el neuropsicólogo. En su opinión y experiencia, este es “un instinto natural que todos tenemos”, pero en este caso no ayuda porque “el niño está expresando que no se siente válido o capaz, y cuando le decimos esas cosas, lo único que estamos haciendo es reafirmar que sus pensamientos y sentimientos no son válidos”, apunta. Esto, agrega, les hace sentirse “todavía más incapaces”.

A cambio, Bilbao recomienda cambiar la forma de comunicarnos con ellos y ellas cuando se estén menospreciando a sí mismos. ¿Cómo? Con estos cinco trucos o consejos basados en la evidencia demostrada por la psicología:
- Escúchale evitando descalificar sus sentimientos.
- Válida su frustración o sentimiento de incapacidad.
- Cuando se haya sentirlo validado dirige su atención hacia el problema.
- Aprovecha ese momento para explicarle dos cosas importantes: que siempre podemos enfocarnos en el problema y que es importante ser cuidadosos con la forma en la que nos hablamos.
- “A mí me gusta recordarles también que mamá y papá no les hablamos así porque esas palabras hacen daño a sus sentimientos”, dice Álvaro Bilbao como quinto consejo. “Que tienen alternativas como pedir ayuda, centrarse en las soluciones o decir cómo se sienten en lugar de descalificar su persona”, añade.
Cambiar el mensaje
La recomendación concreta de Álvaro Bilbao para materializar estos cinco consejos propios de la psicología con niños y niñas que se menosprecian a sí mismos es probar a cambiar el mensaje que les transmitimos cuando se abren y sinceran con nosotros y nos dicen que no se sienten capaces o válidos. “Prueba a decirle cosas como: ‘¿ves que estás muy frustrado?’, o ‘debes sentirte muy disgustado para sentirte de esa manera’”, aconseja el neuropsicólogo.
Hablarles de esta manera, dice el neuropsicólogo, “les ayudará a sentirse validados y más calmados”, y esa será el momento, concluye Álvaro Bilbao, en el que podemos aprovechar “para preguntarle si le puedes ayudar o cómo cree que puede solucionarlo”.
Además, si conseguís así llegar al punto de la conversación en el que esté centrada en cómo resolver el problema, Álvaro Bilbao recomienda tirar de nuevo de psicología. En este momento, “ayúdale a recordar que lo importante es centrarse en las soluciones, y que nunca debemos hablarnos a nosotros de maneras que nos desvaloricen”, concluye.