Alberto Soler, psicólogo: “Los niños más inteligentes mienten con mayor frecuencia”

El psicólogo Alberto Soler explica por qué la ciencia ha demostrado que los niños más inteligentes mienten más.
Expresiones que todos decimos a nuestros hijos y que están mal

Todos los niños mienten”. Esta es una afirmación del psicólogo Alberto Soler, divulgador y escritor de su disciplina enfocada en la infancia. Soler asegura que la ciencia ha demostrado que el “100% de los niños miente a los 5 años”, pero también incide en que los que tienen más coeficiente intelectual mienten con más frecuencia. Es decir, los niños inteligentes mienten más.

“¿Tus hijos mienten?”, se pregunta Alberto Soler. “Si tu respuesta es “no”, o bien es que son demasiado pequeños, o que lo hacen realmente bien”, responde a continuación, en la leyenda de un vídeo publicado en Instagram donde, con referencias científicas, afirma que los niños más inteligentes mienten más y que todos los niños mienten. De hecho, Soler matiza que no solo los niños mienten, sino que “todos lo hacemos”, adultos incluidos. Evidentemente, varía la frecuencia con la que lo hacemos en función de la edad y de cada persona.

Niña

Alberto Soler señala a Michael Lewis, Profesor Distinguido de Pediatría y Psiquiatría de la Universidad y director del Instituto para el Estudio del Desarrollo Infantil en la Facultad de Medicina Rutgers Robert Wood Johnson, para sustentar su argumento. “Los niños inteligentes mienten con más frecuencia que el resto de los niños, según cuenta Michael Lewis”, dice Soler.

Las mentiras crecen con la edad

Explica el psicólogo que “mentir es una capacidad que va de la mano con el desarrollo”, y sustenta esta afirmación sobre el experimento publicado por el citado Michael Lewis. En su investigación, cuenta Soler, “se vio que con 2 años solo el 38% de los niños mentían pero con 3 años ya eran casi el 90%. Y a partir de los 5 años, el 100% de los niños mentía”.

Además, Alberto Soler señala que “Los niños que tienen un mayor coeficiente intelectual mienten con mayor frecuencia que los que tienen un cociente intelectual bajo”. Informa el psicólogo que ocurre lo mismo con otras disciplinas de la psicología humana, como la inteligencia emocional o variables como el juicio moral, las funciones ejecutivas o la teoría de la mente. “Cuanto más puntúan en ellas, más tienden a mentir (los niños)”, asegura.

Soler ofrece un argumento más para fortalecer esta teoría, el caso de los primates. “De hecho, existe una relación directa entre la corteza cerebral y la mentira en los primates”, dice el psicólogo. “A mayor uso del engaño en los primates, mayor tamaño de su neocórtex”, añade.

Niño

El tipo de mentiras importa

Para Alberto Soler, teniendo en cuenta este punto de partida, que todos los niños y niñas mienten a los cinco años y que los inteligentes lo hacen más, la clave no radica en si nuestro hijo o hija nos miente, sino que la clave es el tipo de mentiras que nos cuentan.

Pueden decir mentiras para hacer daño a alguien o mentiras para protegerles, o incluso pueden mentir para protegerse a sí mismos”, apunta Alberto Soler.

El psicólogo tiene claro que mentir, aunque se sigue haciendo en la edad adulta, es un hábito que se puede reducir en los niños y niñas con el tiempo si los adultos de su entorno hacemos las cosas de una determinada manera.

Esto pasa, según Alberto Soler, por dos cuestiones concretas. Por un lado, darles ejemplo, “tratar de no mentirles nosotros”, asegura. Y por otro lado, “procurar que no tengan miedo a decirnos la verdad”, dice.

Esto último, concluye el psicólogo Alberto Soler, solo es posible si somos conscientes de que nuestras reacciones a cuando se sinceran y son honestos con nosotros importan. “Si cada vez que son sinceros les montamos un pollo y les echamos la bronca, la probabilidad de que lo sigan siendo va a tender a cero en poco tiempo”, apostilla Alberto Soler. La empatía y validar lo que nos están contando marcan el comienzo adecuado, positivo, en este tipo de conversaciones con nuestros hijos e hijas. 

Recomendamos en

Por qué el juego es la clave olvidada para aprender música desde la infancia: un elefante llamado Zolfa guía a los más pequeños

Mientras muchos métodos musicales siguen apostando por la repetición y la técnica desde edades tempranas, una nueva generación de propuestas pedagógicas recupera lo esencial: jugar, imaginar y emocionarse. Entre ellas, destaca un proyecto que convierte cada lección de piano en una aventura: Zolfa, un elefante azul que enseña con cuentos, partituras y mucha empatía.
  • Eugenio Manuel Fernández Aguilar