¿Cómo puede un mapamundi 3D enriquecer la comprensión geográfica de los niños?

Los mapamundi ofrecen múltiples beneficios para la comprensión geográfica de los niños, que además se pueden sumar a los de las herramientas 3D. 
Un niño jugando con un mapamundi 3D
Un niño jugando con un mapamundi 3D - Rubén García

Un mapamundi, da igual si es como los de toda la vida, aquellos que rellenábamos en Sociales de la ESO quienes ahora tenemos hijos e hijas pequeños, digital, impreso o fabricado manualmente en 3D, es una herramienta lúdica y de aprendizaje fantástica para los más pequeños. A sus múltiples beneficios en cualquiera de sus formatos hay que sumar, además, en el caso de los 3D, los atractivos extra que presenta esta tecnología en su aplicación al ámbito educativo.

Como sabes, y si no te lo recordamos, un mapamundi tiene diversas formas y tipos: puede ser político o físico, por ejemplo, en función de lo que se represente en el mismo: regiones, países o accidentes geográficos, por ejemplo. Aquí, por ejemplo, tienes hasta 7 mapamundi de mapas del mundo.

En cualquier caso, y aunque siempre haya que escoger mapas acorde la edad de los peques que los vayan a manejar o realizar (si optáis por una manualidad), el mapamundi tiene una gran utilidad porque es  “una forma muy sencilla de ayudar a los niños, y a cualquier persona en general, a aprender la forma de la Tierra”, explican desde la Universidad de Valencia, ya que “con uno de estos mapas, el niño aprende a distinguir los mares, los océanos, continentes, países y las ciudades más importantes”, añaden. Dicho de otro modo, los mapamundi son “una forma de aprender los principios básicos sobre geografía”, apuntan desde la citada universidad.

En este sentido, cabe recordar que incluso la revista National Geographic hace ya más de 10 años publicó un informe sobre mapas y educación en el que defendía los beneficios de este tipo de materiales en el ámbito educativo para enriquecer la comprensión geográfica de los niños. “El pensamiento espacial es posiblemente una de las formas de pensar más importantes para que los estudiantes desarrollen sus habilidades a medida que crecen”, defendía la prestigiosa revista especializada en dicho informe. Para National Geographic, “un estudiante que ha adquirido sólidas habilidades de pensamiento espacial tiene una ventaja competitiva en una sociedad cada vez más global y técnica”.

Un niño pequeño, con un mapamundi 3D - Rubén García

El mapamundi, por lo tanto, es una excelente herramienta de partida para investigar y cultivar la curiosidad y el aprendizaje de los peques. También en casa, donde podéis desarrollar múltiples juegos y actividades a partir de un mapa. Desde aprender las comidas típicas a saber situar los lugares en los que viven sus seres queridos hasta conocer distintas tradiciones en determinadas fechas; por ejemplo, el carnaval. Incluso podéis poner en común así la elección de las vacaciones familiares. Al fin y al cabo, un mapa es un elemento propio de la geografía, pero es fantástico para poner en relación contenidos de distinta naturaleza.

Pues bien, si a estas ventajas y oportunidades que ofrecen los mapamundi en el ámbito escolar y en el familiar sumamos los atractivos de la tecnología 3D, lo único que puede pasar es que se multipliquen los beneficios.

Ya decía el científico computacional, matemático y educador Seymour Papert que la educación es más que la mera transmisión de conocimientos ya creados, sino que abogaba por una disciplina que promueva la reconstrucción, la creación y la experimentación de todo aquello que el alumnado aprenda de forma significativa. Pues bien, una de las grandes ventajas de los mapamundi 3D para enriquecer la comprensión geográfica de los niños es que se pueden tocar.

Además, lo podéis construir poco a poco en casa, dándole forma como si de una gran manualidad se tratara, junto a los peques. Y si utilizáis un material en el que se puedan clavar chinchetas, por ejemplo, las posibilidades que abrirá serán todavía mayores para seguir aprendiendo con ellos.

Un niño jugando con un mapamundi 3D gigante - Rubén García

No cabe duda de que el resultado de cualquier elemento en 3D es muchísimo más atractivo visualmente para los peques, y más si lo pueden tocar. Pero es ni siquiera esto último hace falta para captar su atención: solo tenéis que probar alguna vez a mostrarles el mapamundi de todo el planeta que forma parte de las herramientas de Google Earth. Alucinarán.

Evidentemente, nada como los mapamundi 3D que se puedan tocar, pero seguro que os resulta también de gran ayuda para despertar la curiosidad por la geografía en vuestros hijos e hijas conocer que existen este tipo de herramientas digitales gratuitas.

En definitiva, os animamos a probar cualquier tipo de mapamundi 3D porque despertará la curiosidad en los peques, fomentará su creatividad, se involucrarán más en el proceso de aprendizaje y, encima, si lo hacéis en casa manualmente, podéis potenciar habilidades sociales como la capacidad de concentración o el trabajo en equipo, y físicas, como la mejora de la psicomotricidad fina.

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  • Rubén García Díaz